Todavía no se puede hablar de una tendencia, pero en lo que vimos de estas cuatro fechas del torneo Transición, bien podemos decir que hay un cambio de actitud en el fútbol argentino. Por ahora es más un embrión que una realidad, pero es más que perceptible que hay una búsqueda distinta en diferentes equipos.

LarrondoEn estas semana presenciamos partidos más abiertos, goles de todos los tipos, equipos que van a buscar el arco de enfrente sin miramientos, cambios constantes en los marcadores, conjuntos que arrancaron abajo en el resultados y que después pudieron dar vuelta los partidos avalados por una persistencia ofensiva poco vista hasta hace poco tiempo.

En el torneo de 2014, en el que ganó Racing, se convirtieron 491 goles en 190 partidos, lo que marca un promedio de 2,58 por juego.

Al año siguiente, en el más largo, el de 30 equipos, en el que se impuso Boca, se anotaron 994 goles en 450 partidos, lo que dejó un promedio de 2,20 por partidos.

Hoy por hoy, podemos decir que los registros mejoraron: se marcaron 143 goles en 51 partidos, lo que entrega un promedio de 2,80.

Insistimos: nada es definitivo, pero la actitud de equipos como Rosario Central, San Lorenzo, Boca, River, Banfield, Defensa y Justicia o Colón, nos dan la pauta de que algo está cambiando para un lugar más virtuoso.

Es obvio que no todos los casos son iguales y que los planteos han tenidos mayor o peor éxito, pero sí se puede decir que la matriz de estos equipos no está enfocada en defender el arco propio sino en apuntar directamente hacia el ajeno.

AlarioHay otros casos, como los de San Martín de San Juan, Atlético Tucumán, Independiente, Racing, Vélez, Gimnasia, Lanús o Godoy Cruz, pero para estos conjuntos se hizo más complicado sostener durante los 90 minutos o de un partido a otro esa presión de tres cuartos de cancha hacia adelante con tal de desequilibrar a los rivales de turno.

Para avalar lo que estábamos contando, digamos que solamente tres partidos terminaron 0-0 y en diez ocasiones el resultado fue 1-0. La lista de resultados que se fueron dando se completa de la siguiente forma: 2-0, seis veces; 3-0, cuatro; 1-1, cinco; 2-2, tres; 2-1, siete; 3-1, dos; 3-2; cuatro;3-3, una; 4-1, tres; 4-2, una; 5-0, una y 5-1, una vez.

¿Será acaso que esto ocurre porque algunos equipos se animan a jugar sin doble cinco? ¿Será tal vez que hay un renacer de los punteros? ¿O simplemente es una casualidad? Le vamos a dar tiempo. Pero por lo menos por ahora, nos sentamos a disfrutar de muy buenos partidos de fútbol.