La campaña Argentinos periodistas que la agencia Young & Rubicam pergeñó para el diario deportivo del Grupo Clarín consta de cinco piezas. Todas transcurren en las conferencias de prensa que brindan los distintos equipos que participan en Brasil 2014. La mecánica de los spots es la siguiente: un periodista que se identifica como acreditado del diario Olé, pide el micrófono y formula preguntas utilizando intencionadamente determinadas palabras. Esas palabras serán recortadas, sacadas de contexto y puestas en orden para construir una frase editada que finalmente será el título principal de la tapa del diario del día siguiente, mientras tanto, aparece en pantalla el slogan sobreimpreso: Más que periodistas argentinos, somos argentinos periodistas.Las frases elegidas -altaneras, provocadoras- remiten a lo peor de nuestro refranero popular chauvinista. Los gestos y actitudes del periodista subrayan que cancheros y compadritos somos, frente a quien sea, los argentinos. O los periodistas de Olé, eso no queda muy claro.

En cualquier caso no es el pretendido humor, que por cierto no termina de verificarse, lo que provoca perplejidad. Lo que no se entiende es cómo en el actual contexto, con toda la discusión sobre el rol del periodismo que la Ley de Medios puso sobre el tapete, una corporación cuestionada por tergiversar la realidad en beneficio de sus intereses económicos, exponga de manera tan descarada, aunque pretenda hacerlo en broma, las soberbias prerrogativas que se toma a diario, sistemáticamente, en la construcción de las noticias y de sus operaciones.

¿Cómo piensan que sus potenciales lectores interpretarán ese mensaje?  ¿No deberían, ante ellos, jactarse de su rigor periodístico antes que de su astucia? ¿No sería mejor mostrar cuánto valoran la ética y la honestidad intelectual de sus periodistas, en lugar de celebrar su viveza criolla? ¿Supondrán que a sus lectores les resulta divertido que les mientan?

Es patético, además, que un medio que se autoproclama como el que mejor interpreta el sentido común de la clase media argentina, naturalice una caracterización tan desagradable del argentino medio: del slogan se infiere que al privilegiar la argentinidad a la profesión, se entiende y se disculpa cualquier actitud equívoca que pueda tener un periodista, aunque sea injustificable. Aunque nos mienta.