Allá por septiembre de 2010, el hijo de Grondona, Julito, le dijo a la FM de ESPN que la familia le había pedido a su padre que diera un paso al costado en octubre de 2011, cuando se iba a realizar la nueva elección del presidente de AFA.
Y Julio, ni lerdo ni perezoso, dobló la apuesta: “Escuché lo que dijo Julito y entiendo la idea de mi familia. Si fuera por mi señora, ya hubiese dejado. Todo puede pasar de acá a un año”. En otras palabras, por primera vez en 31 años, abrió la posibilidad de la sucesión, de que alguien lo reemplazara en 2011.
Pero nada de eso ocurrió y Julio Grondona fue reelegido en octubre de 2011 y debía cumplir su mandato hasta octubre del año próximo, cuando había anunciado que se iba a retirar. Esa postura dar las hurras en 2015 fue consecuencia directa de la muerte de su esposa, Nélida Pariani, el 16 de junio de 2012, un hecho que lo sumió en una profunda depresión.
El permanente devenir de los acontecimientos dejó claro que iba a ser imposible remover a Grondona de su sillón si no fuera porque él mismo diera un paso al costado o por su muerte. Todos los sabían y lo decían sin dudas: “Nadie iba a ser capaz de sacar al Viejo si es que el Viejo no quería correrse –dijo un administrativo de la calle Viamonte que lleva años en la AFA–. Grondona siempre manejó la AFA como un soviet. El voto de todos, de los grandes y de los chicos, valía uno. Y eso lo aprovechó él, con poca plata y escuchado los problemas de los más débiles, siempre pudo juntar los votos necesarios para seguir adelante y disciplinar a cualquiera que se le pusiera enfrente”.
EL PASADO
“Me llevaron a la presidencia de la AFA los clubes y no los militares. Llegué en una época militar pero no tuve trato con nadie y no he sido salpicado para nada”, dijo Grondona en un rapto de autocomplacencia, ya que todos sabemos que llegó a la AFA con la anuencia del almirante Carlos Lacoste, la bota del dictador Massera en el fútbol. Lacoste, dicho sea de paso, fue vicepresidente de la FIFA, cargo que asumió Grondona en 1984, después de que Alfonsín llegara al poder y que Clarín publicara el 30 de enero de 1984 una denuncia titulada “La FIFA respalda la reelección de Lacoste”, firmada por este periodista y Julio Blanck.
Para retrucar aquello de que Grondona no tenía relación alguna con los militares digamos que en la Memoria y Balance de la AFA de 1980, séptimo párrafo, pagina 29, se decía: “Finalizado el mandato del doctor Juan Goñi como representante de la Confederación Sudamericana en el Comité Ejecutivo de la FIFA, la AFA postuló al contralmirante Carlos Lacoste para ejercer dicha representación…”. Los dirigentes que aprobaron la postulación de Lacoste a ese cargo fueron: Julio Grondona (presidente), Juan José Russo, Pedro Orgambide, Eduardo Delucca, Ángel Malvicino, Ignacio Ércoli, Rafael Aragón Cabrera, Juan José Paso, Julio Cassanello, Ricardo Petracca, Próspero Consoli, Santiago Saccol y Luis Meztelán.
Digamos, a modo de recuerdo, que Lacoste murió el 24 de junio de 2004, a los 75 años, después de haber sido nada menos que presidente interino de la Nación entre el 11 y el 22 de diciembre de 1982, Ministro del Interior, de Acción Social, vicepresidente del Ente Autárquico Mundial 78 (EAM 78) y vicepresidente de la FIFA. Fue acusado de crímenes de lesa humanidad, de defraudación en el manejo de las cuentas del Mundial 78 (iba a costar 70 millones de dólares pero se gastaron 520) y de haber sido el autor intelectual de la ejecución del General Actis, quien había sido designado por el Ejército en los años de plomo para presidir el EAM 78. Muerto Actis, la presidencia del ente la asumió el General Antonio Luis Merlo, un títere de Lacoste que, a su vez, era la mano derecha de Massera.
El relato de personajes que estuvieron vinculados a Grondona, pinta muy bien la capacidad de sobreponerse a personajes pesados de la historia. Grondona hizo una escuela en eso de sostenerse en los malos momentos y aprovechar las rendijas del poder para sacar ventajas. Tuvo línea directa con Videla, Massera, Lacoste, Viola, Galtieri, Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde, Néstor Kirchner y Cristina y con todos selló acuerdos millonarios.
Otro dato que lo pinta de cuerpo entero es que en aquella primera elección de 1979, Alberto J. Armando respaldaba –siempre obediente– que la presidencia de la AFA la asumiera el General Merlo (el mismo del EAM 78, el títere de Lacoste) pero Grondona ya había decidido dar el salto para reemplazar al abogado Alfredo Cantilo, otro amigo de Massera. Para conseguir su objetivo debió negociar con la Marina y nombrar como presidente del Colegio de Árbitros al Vicecomodoro Julio César Santuccione y en el Tribunal de Disciplina al Coronel Ángel Michel.
Santuccione fue jefe de la Policía de Mendoza, de 1974 al 77. Y entró en la historia por ser uno de los más duros represores en el final del Gobierno de Isabel Perón y en el comienzo de la dictadura como responsable del D-2.
El Departamento de Informaciones Policiales, conocido como D2, fue creado por la ley 3677 en 1970 y su tarea era acumular datos sobre militantes, organizaciones, instituciones y todo cuanto fuera sospechoso de actividades políticas. El D2 comenzó a operar ilegalmente en 1975, en el Gobierno de Isabel mientras la provincia estaba intervenida por Luis Rodríguez, primero y Pedro León Lucero, después. Bajo el mandato de Santuccione los militares regaron de sangre a Mendoza. En la zona de El Challao quedan rastros de los llamados “pozos de Santuccione”, donde eran echados los cuerpos de las víctimas de la represión ilegal. En el haber de Santuccione hay por lo menos tres decenas de víctimas. Este sanguinario fue nombrado por Grondona al frente del Colegio de Árbitros de la AFA en 1979. Si esto no fue complicidad con la dictadura, deberíamos encontrar una nueva definición para las palabras complicidad o dictadura.
DERECHOS Y OBLIGACIONES
Desde Un Caño hemos militado por el final de la era Grondona al frente de la AFA. Nunca fuimos objetivos. Narramos una y mil veces todos los chanchullos de Grondona en los 35 años que estuvo en la AFA.
Dijimos también que, para el Gobierno de Cristina Kirchner, tan reformista en tantos aspectos, el hecho de haberse sentado con Grondona a negociar, así fuera un contrato de televisión o una renegociación de la deuda con la AFIP, será una mancha en el currículum difícil de sobrellevar. Hay miles de razones, muchas de ellas salpicadas de sangre, para profundizar cambios en el fútbol argentino.
La muerte de Grondona nos pone frente a la oportunidad de tener un presidente de la AFA como la gente. Una persona a tono con los momentos que se están viviendo y no un personero del pasado, sea la dictadura, la década menemista u otro oscuro momento. ¿Será Fernando Rafaini (ex presidente de Vélez) o Alejandro Marón (actual titular de Lanús y preferido de Grondona)? No lo sabemos. Pero suplicamos que quien asuma esta responsabilidad mejore la realidad del fútbol y se comprometa para que los dineros públicos que se reciben del Fútbol para Todos tengan un destino certero que redunde en beneficios para la sociedad y que se acaba el despilfarro y el viva la pepa actual.
TODOS LOS PRESIDENTES DE LA AFA
The Argentine Association Football League
- Alejandro Watson Hutton (1893-97)
- Alfredo P. B. Boyd (1897-99)
- Charles Wibberley (1899-1900)
- Francis H. Chevallier Boutell (1900-03)
Argentine Football Association
- Francis H. Chevallier Boutell (1903-06)
- Florencio Martínez de Hoz (1906-07)
- Emilio Hansen (1907-09)
- Hugo Wilson (1909-12)
Asociación Argentina de Football
- Hugo Wilson (1912-15)
- Adolfo Orma (1915-18)
- Ricardo C. Aldao (1918-19)
- Federico Luzio (1919-21)
- Benjamín Toulousse (1921-22)
- Aldo Cantoni (1922-24)
- Virgilio Tedín Uriburu (1924-26)
- Natalio Botana (1926)
- Aldo Cantoni (1926-27)
Asociación Amateur Argentina de Football
- Adrián Beccar Varela (1927-29)
- Juan Pignier (1929-31)
Asociación de Football Amateurs y Profesionales
- Juan Pignier (1931-32)
- Carlos P. Anessi (1932)
- Silvio J. Serra (1932-33)
- José A. Claisse (1933-34)
- Alejandro Ruzo (1934)
Asociación del Fútbol Argentino
- Tiburcio Padilla (1934)
- Ernesto F. Malbec (1935)
- Ángel Molinari (1936)
- Eduardo Sánchez Terrero (1937-38)
- Adrián C. Escobar (1939-40)
- Ramón Castillo (1941-43)
- Jacinto C. Armando (1943)
- Agustín N. Matienzo (1944)
- Gral. Eduardo J. Avalos (1945)
- Pedro Canaveri (1946)
- Oscar L. M. Nicolini (1947-49)
- Cayetano Giardulli (h) (1949)
- Valentín E. Suárez (1949-53)
- Domingo Peluffo (1953-54)
- Cecilio Conditi (1955)
- Arturo A. Bullrich (1955-56) // Interventor
- Raúl H. Colombo (1956-64)
- Francisco A. Perette (1965-66)
- Valentín E. Suárez (1966-67) // Interventor
- Sr. Armando Ramos Ruiz (1968-69) // Interventor
- Aldo J. Porri (1969) // Interventor
- Oscar L. Ferrari (1969) // Interventor
- Juan M. Oneto Gaona (1969-71) // Interventor
- Raúl D´Onofrio (1971-73) // Interventor
- Horacio E. Bruzone (1973) // Interventor
- Baldomero M. Gigán (1973-74) // Interventor
- Fernando R. Mitjans (1974) // Interventor y Presidente
- David L. Bracutto (1974-76)
- Ernesto A. Wiedrich (1976) // Asumió tras la renuncia de todo el C.E.
- Alfredo F. Cantilo (1976-79)
- Julio H. Grondona (1979-2014+)
* Partes de esta nota fueron publicadas en la Revista Un Caño #29, de septiembre de 2010.