Entre el viernes y el domingo se jugó la Laver Cup. Algo así como una gran exhibición de cuatro partidos cada día disfrazados de competición relevante, seria. Con todo el poder de los grandes medios de todo el mundo detrás, al costado y adelante, no fue difícil vender un espectáculo con Federer y Nadal en primer plano de la cartelera. Y mucho menos difícil fue convocar al talento suizo, ya que fue su propia empresa la organizadora.
Tony Godsick, amigo y manager de Federer, es el director de Team 8 y el primero en dedicarse a esta actividad y figurar en la lista de las 50 personas más millonarias del mundo, según la revista Forbes. Team 8, claro, se encargó de inventar este producto. Con algunos “pequeños” auspiciantes, como por ejemplo Paulo Lemann, ni más ni menos que el brasileño más rico del mundo, con una fortuna que se calcula cercana a los 30 mil millones de dólares. Lemann es de origen suizo, supo ser tenista y hasta participó en Wimbledon y, vaya casualidad, los fondos de inversión que él maneja, cuentan con parte del dinero de Federer. Con esta gente y todo su dinero detrás, nada podía salir mal. Llevaron un circo fabuloso durante tres días a Praga y se lo vendieron a todo el mundo. El pequeño detalle es que lo vendieron como si fuera una competencia relevante cuando lo único que estaba en juego era… que los millonarios se hicieran más millonarios.
En nuestra infancia solían venir los Globetrotters al Luna Park. Pese a nuestra ingenuidad infantil, sabíamos que no se jugaba un partido de básquet en serio. Sabíamos perfectamente que íbamos a ver un show: un puñado de negros gigantes haciendo malabares con una pelota naranja que divertían a grandes y chicos. Y así se vendía el espectáculo. Nadie esperaba que los Globetrotters ganaran o perdieran, todos querían disfrutar y asombrarse con su talento.
Sin embargo, Federer, Nadal y compañía nos quisieron vender una competencia que cualquiera que mira un poco de tenis se da cuenta de que no fue tal. Festejos forzados, declaraciones ridículas, partidos absolutamente parejos y, para rematarla, una definición emocionante en donde el gran protagonista fue… Roger Federer. Y Rafa Nadal, que celebró el “título” subiéndose a los brazos del suizo. “Se nota mucho”, habría dicho el despreciable Fernando Niembro.
Para el que no está muy informado, le contamos un poco cómo se armó esta pantomima. Jugaron Europa contra Resto del Mundo con los dos capitanes más taquilleros posibles: Bjorn Borg y John McEnroe (y justo se está por estrenar la película…). Ellos elegían a algunos jugadores y otros eran convocados según el ranking. Se jugaban tres singles y un doble cada día. El primer día, cada victoria valía un punto; el segundo, dos; y el tercero, tres. Como para que en el último día hubiera algo de emoción si los dos primeros días ganaba siempre Europa o Resto del Mundo, al fin y al cabo lo que sucedió.
El viernes la serie terminó 3-1 para Europa. El sábado, otro 3-1, pero en este caso era un 6-2. Así que llegamos a la última jornada 9-3. Claro, ese sábado, en horario central, las estrellas de la noche fueron Federer y Nadal jugando juntos en dobles. Roger, un par de días antes, había declarado: “Ojalá que podamos jugar juntos”, como si la decisión fuera del “capitán” Borg y no de él mismo. Y como si no pudieran jugar juntos en cada torneo que participan… Pero siempre es más fácil vender la primera vez… Entonces llegamos al domingo 9-3 para Europa. Gana el dobles Resto del Mundo y estamos 9-6, Zverev le gana a Querrey y estamos 12-6. Nadal pierde con Isner y estamos 12-9. Cerraron la noche Kyrgios y Federer y ya se podrán imaginar lo que sucedió… ¡Epico partido para el suizo!
El colmo de los colmos fue que Rod Laver, el legendario australiano ganador del Grand Slam dos veces (por eso el circo llevó su nombre), abrió una cuenta de twitter a los 79 años un par de días antes de que comenzara la “competición”.
Es cierto que fue muy atractiva la cancha negra y muy flashera la camarita en la red, pero un humilde consejo para la próxima, Roger (se jugará en Chicago): llevalo a Emilio Disi, que en los tiempos que participaba en Tenis por la Vida nos divertía jugando en pareja con Batata Clerc y ¡a beneficio! Para descontracturar un poco tanto acartonamiento fingido.
(Para los que no lo recuerdan, les dejamos un video en donde pueden ver al gran Emilio Disi divirtiéndose con Batata Clerc. Del 2.50 al 6.50 y del 20.35 al 23.20.)