Ricardo Zielinski, el Ruso, se hizo cargo de Belgrano en el partido del 4 de febrero de 2011, ante San Martín de San Juan, y empató 1-1. Asumía ante la renuncia de Luis Sosa como entrenador, con Belgrano a 10 puntos del 4° lugar que lo podía llevar a una Promoción y ante el fastidio de los hinchas que, aquella noche, silbaron al Mudo Vázquez. Iban 19 fechas del torneo de la B Nacional. Aquel equipo formó con Olave; Ramos, Lollo, Turús, Tavio; Ribair Rodríguez, Farré, Parodi, Vazquez; Pereyra y Cuevas.
Desde ese primer partido hasta hoy pasaron 173, con 67 triunfos, 61 empates, 45 derrotas, 201 goles a favor y 160 en contra. La cosecha fue de 237 puntos.
Dejó también cinco récords en el camino:
1) Permanencia en el puesto de DT: Debutó en febrero pero asumió en diciembre de 2010. Lleva cuatro años y cinco meses en el cargo. Hasta ese momento, el entrenador que más tiempo había durado en Belgrano había sido Fernando Areán, entre septiembre de 1992 y marzo de 1994 (un año y 7 meses).
2) Mejor ubicación en un torneo de Primera: Fue 3° en el Inicial 2012 (10 victorias, 6 empates y 3 derrotas). Perdió el 2° puesto por diferencia de goles con Newell’s.
3) Mejor racha sin perder de visitante: Estuvo 19 partidos sin derrotas fuera de Córdoba, con 10 triunfos y 9 empates. Fueron 9 partidos en la B Nacional y 10 en Primera, entre el 12 de marzo de 2011 y el 8 de diciembre de 2011.
4) Mejor racha ante los grandes: Estuvo 7 partidos sin perder ante los cinco grandes: 2-0 a River (22/6/2011), 1-1 ante River (26/6/2011), 1-0 a San Lorenzo (2/9/2011), 2-0 a Independiente (11/9/2011), 0-0 con Boca (16/10/2011), 3-2 a Racing (26/11/2011), 2-0 a Independiente (7/3/2012).
5) Mejor racha de arco invicto: Mantuvo invicto su arco 18 partidos (no consecutivos) en la temporada 2012/13.
En todo este tiempo ascendió a Primera en aquella memorable Promoción ante River en junio de 2011. Y fue 4° en el Apertura 2011, 14° en el Clausura 2012, 3° en el Inicial 2012, 10° en el Final 2013, 6° en el Inicial 2013, 15° en el Final 2014 y 10° en el Torneo 2014.
Ustedes se preguntarán: ¿para qué tantos datos duros? Y la única respuesta es que los ponemos sólo para decir que los cuatro años y pico que Zielinski lleva al frente de Belgrano son obra y gracia de los resultados favorables que fue consiguiendo a lo largo de los días, los meses y los años. El único aval, el único sustento del Ruso fueron los objetivos cumplidos. Si no lo hubiera hecho, como tantos otros entrenadores, hubiera renunciado o lo hubieran echado.
Con esto queremos decir que Zilinski se ganó un lugar en la historia grande de Belgrano por los resultados obtenidos y no porque, como se dice ahora, su continuidad fue producto de un proyecto a largo plazo. Vamos a decirlo con todas las letras: los proyectos a largo plazo y el fútbol no son compatibles. Ni en la Argentina ni en el mundo, aún en los países que consideramos más avanzado en estas cuestiones. Si un técnico no cumple con los requisitos indispensables: obtener buenos resultados, valorizar al plantel y subir jugadores de las inferiores, no hay plan que resista. La urgencia los devora.
Zielinski laburó cada uno de los días que estuvo en Belgrano, le sacó agua a las piedras en épocas de malaria y disfrutó con equipos más vistosos y ofensivos en momentos de bonanza. Y hoy es reconocido después de padecer venta de jugadores, planteles cortos, críticas por la forma defensiva de jugar y todas las vicisitudes que atraviesan los entrenadores de los equipos con menor poder económico.
El Ruso es un ejemplo, por supuesto. Pero un ejemplo respaldado por la constancia, el trabajo y el ingenio. Nada le fue dado. Cada año se tuvo que sentar a negociar su contrato como aquella primera vez. Muchas veces estuvo a punto de irse. Y si hoy tiene el equipo que disfrutamos, es porque los resultados, ese karma bendito y maldito, fueron sosteniendo su trabajo.
El mismo Zielinski lo dijo en una entrevista publicada el 8 de junio de 2013 por la Voz del Interior:
–¿Imaginaba cuando llegó que podía estar todo este tiempo?
–Siempre miramos el corto plazo.
–¿Se plantea objetivos especiales para lo que viene?
–No. Miramos el corto plazo y nos ponemos una meta factible y buscamos ser simples.
–¿Son Córdoba y Belgrano su lugar en el mundo?
–La verdad es que estamos agradecidos e identificados con lo que el club nos dio. Sabemos que los procesos se sostienen con resultados y por más buena voluntad que tengan las partes es difícil lograrlo sin ellos.
–¿Habrá 100 partidos más?
–Ojalá, porque si seguimos en la institución es porque nos va bien.
–¿Qué le da bronca del fútbol?
–Los que hablan al pedo. Porque a mí me gusta hablar poco y trabajar todos los días como una hormiga. Pero hay gente que para todo tiene excusa y que todo está mal. Mientras que yo me levanto todos los días pensando en lo que puedo mejorar.
–¿Se siente reconocido?
–Entiendo que hemos logrado que se nos reconozca, porque conseguimos cosas importantes que le han costado mucho al club. Seguramente con el paso del tiempo se las pondrá en el lugar que se merecen. ¿Prometer campeonato? No hablo pavadas y no quiero hablar por hablar, seguramente haremos lo posible y también sabemos que hay una decena de equipos que tienen un presupuesto más alto que el nuestro. Lo que te digo es que no hay nadie en el fútbol que arranque un torneo sin pensar que no tiene posibilidades.
Por consiguiente: no hablemos de proyectos a largo plazos, por favor. Pensemos que estamos frente a un tipo que armó un excelente grupo de trabajo y que le puso el pecho a las balas cuando fue necesario. El resto, es puro verso.