Hace un tiempo apareció una raza de hinchas con una característica bastante particular: sólo les importa ganar. No, no conocemos a ninguna raza de hinchas que prefiera perder. Ni siquiera a un solo hincha. ¿Quién va a elegir perder si puede elegir ganar? Lo que pasa es que esa elección es apenas un deseo. Hace falta aclararlo porque hay gente que cree que si dice y repite que sólo quiere ganar, va a ganar. No es así, compañeros. Aunque escuchen a algún periodista preguntando “¿las finales se juegan o se ganan?” recuerden que, para ganar o para perder, antes hay que jugar.

Volvamos a esa raza particular de hinchas, esa a la que sólo le importa ganar. ¿Pero cómo, no era que todos preferían ganar? Sí, pero esta raza es particular (y cada vez más numerosa) porque, para ellos, es más importante ganar que jugar. ¿Cómo es eso?

Pongamos un ejemplo drástico y sencillo y pensemos que, en este caso, esta raza está conformada por hinchas de la Selección argentina. A estos hinchas les dan a elegir:

1) Un partido precioso, con un marcador que varía constantemente, con miles de llegadas y emociones hasta el último segundo y que gana Chile 5 a 4.

2) Un chileno desquiciado le tira un cascote al árbitro, lo saca de la cancha y la Conmebol, en una medida veloz, le da el título a Argentina y Messi levanta la Copa en ese mismo momento.

Bueno, esta raza de hinchas elegirá la opción 2): prefieren ganar antes que jugar. Suponemos que a esta altura no hay nadie que se sorprenda, ¿no? También hay una raza intermedia, la que habla de que hubiera preferido otro rival para la definición, uno más fácil…

Para el resto de los hinchas del fútbol, esta final es un deleite. Y hay razones de sobra para creerlo. Por lo pronto, los técnicos están convencidos de lo que pregonan y lo van a seguir haciendo. No habrá traiciones. Esperamos, como hace mucho tiempo no pasaba, un partido sin respiro. Se enfrentarán los dos mejores equipos del continente y dos de los mejores del mundo si se los evalúa por cómo van al frente. ¿Se puede especular con otra cosa que no sea un partidazo? Así que ya saben, entre ganar y perder, por este lado elegimos jugar. Que, por cierto, es lo único seguro.