¿Cómo podés traicionar así al único club que te quiere, a los únicos hinchas que te adoran a pesar de cualquier cosa que hayas hecho?

¿Cómo podés volver para ayudar a que tu Vélez amado no se vaya al descenso, declarar que es el único club de Argentina en el que jugarías y abandonarlo a los seis meses?

¿Por un desafío profesional? ¿En serio?

Vos que decís mirar tanto fútbol, ¿no te das cuenta de cómo se equivoca Guillermo Barros Schelotto, tu próximo técnico?

¿Lo viste jugar a Cardona en Nacional de Medellín, por ejemplo? Y Guillermo lo pone de 11. ¿Lo viste jugar a Bebelo Reynoso en Talleres? ¿No te parecía un crack? Está bien, quizás no tan crack como vos. ¿Pero vos viste cuántos minutos jugó en Boca en el último semestre?

¿En serio no pensás que a vos te puede pasar lo mismo, más allá de todo lo que confíes en tus condiciones?

¿Te acordás de cuando eras un nene y con apenas 20 años, siendo ya más que una súper promesa, elegiste ir a un fútbol inexistente como el de Qatar?

¿Te acordás de lo que le dijiste a nuestra compañera Micaela Cannataro en una entrevista para goal.com apenas volviste? Le dijiste que no querías ir, que tu idea era seguir tu carrera en un grande de Europa y que haber elegido Qatar le dio a tu carrera un giro que no esperabas.

¿Te acordás de cómo te fuiste de la Lazio la primera vez? ¿Te acordás de que hiciste un saludo fascista en la tribuna?

¿Te acordás de que Pino Hernández, uno de tus técnicos en Inferiores, un día decidió ir sacando de la cancha a tus compañeros porque no les pasabas la pelota y ni te diste cuenta de que te habías quedado solo?

¿Y te acordás que casi una década después, cuando te fuiste cedido al Inter, te pusieron una cláusula nunca vista? Sí, te pusieron una cláusula para que dejes de ser tan comilón. Vos reconociste el día que te presentaron: “Seré un nuevo Mauro, voy a cambiar, voy a pasar más el balón. Hay una cláusula en mi contrato que me premia si hago asistencias”. Pero el nuevo Mauro nunca apareció.

¿Te acordás de cómo te fuiste de la Lazio la segunda vez? ¿Te acordás de que reclamaste dinero por twitter y los hinchas te dedicaron una bandera que decía “Los verdaderos campeones son humildes. Entrenan en la pretemporada y no lloran por twitter por un contrato devaluado. Zárate andate”?

¿Te acordás de que después de eso volviste a Vélez, tu casa, tu familia, tu infancia, y la rompiste? ¿En serio no te das cuenta de que cuando estás en un lugar en el que te sentís cómodo jugás mejor?

¿Te acordás de que cuando te volviste a ir estuviste cuatro años en cinco equipos diferentes sin pena ni gloria? Pasaste por el West Ham, el Queen Park Rangers, la Fiorentina y el Watford para terminar en Al Nasr de… ¡¡¡Emiratos Arabes!!!

¿No te acordás de cómo te recibieron en Vélez ante una nueva vuelta? Te tenés que acordar porque fue hace apenas seis meses.

¿En serio Boca te parece un desafío profesional tan importante como para cagarte en las verdaderas cosas importantes que tiene la vida?

Seguro que ya lo pensaste mucho, Mauro, pero volvé a pensarlo. En Vélez eras Dios y quizás todavía estás a tiempo de volver a serlo. En Boca te van a ver, los hinchas y hasta tus compañeros, como lo que demostraste ser en estos días: un traidor.

Si con el paso del tiempo sos capaz de reconocer que te equivocaste en muchas de las decisiones que tomaste, imaginate a vos mismo dentro de diez años. ¿Estás seguro de que no te vas a arrepentir también de esto?