Hace unos días nos lamentábamos por las declaraciones de Marcelo Gallardo tras el triunfo ante Boca porque, decíamos, se había perdido una buena oportunidad para que el entrenador nos ilustrara sobre cómo trabajaba este tipo de finales y qué recetas ponía en práctica para recuperar a un equipo que venía golpeado tanto en el nivel de juego como en los resultados, que no siempre es lo mismo.
Por eso, cuando vimos el partido de River ante Belgrano y la actuación de Scocco ingresando desde el banco, estábamos seguros de que se le iba a formular una que otra pregunta sobre ese asunto y, en serio, esperábamos que Gallardo no se dejara llevar por su mal humor y que entregara alguna respuesta interesante. En definitiva, el gran afán de los periodistas cuando preguntan (preguntamos) es entender. Porque más allá de que muchas veces parece que tenemos todas las respuestas o que lo hacemos con soberbia, la gran verdad es que no sabemos demasiado, que sólo hablamos con los resultados puestos y que disfrutamos pontificando desde el lugar de invictos, como decía Passarella, porque jamás arriesgamos nada.
Pero bueno, yendo al grano, Gallardo dio algunas pistas interesantes de por qué lo sienta a Scocco en el banco y lo pone en los segundos tiempos.
Dijo que Nacho, “no necesita muchos minutos para convertir”, que utiliza “dos delanteros” y que considera “que los que juegan están mejor”, que “bienvenido sea que Nacho esté así porque me genera una gran dificultad y es bueno que eso suceda” y que Scocco “no necesita tiempo en cancha ni ser titular para ser decisivo”.
Agregó que tuvo “una carta, contra Belgrano y contra Boca, que nos podía dar ventaja” y que “si tenemos un equipo que funciona y encima tengo jugadores en el banco que me generan soluciones, eso es perfecto”, además de agregar que para él Pratto y Mora son más compatibles que Pratto y Scocco o Mora y Scocco. Aunque no descartó cambiar en el futuro.
Y remató con lo que parece ser lo más interesante de lo que dijo: “Hay jugadores que pueden interpretar bien lo que pasa desde afuera y ser muy importantes cuando entran. Y yo tengo esa posibilidad. Y está bueno poder tenerla”. Cuando lo dijo sentimos que era algo bastante parecido, salvando las distancias entre el básquet y el fútbol, a lo que le pasa a Gregg Popovich con Manu Ginóbili en los Spurs. O sea: ¿quién dice que es una virtud ser titular? ¿Acaso es más importante jugar 55 minutos entre el primer tiempo y parte del segundo que 35 llegando llegando desde el banco? ¿Quién dice que un jugador no es mejor ingresando en el segundo tiempo con los centrales ya desgastados?
Las respuestas las tiene Gallardo y sus declaraciones fueron convincentes. En este caso, habló de fútbol. Dijo sus verdades. Y fue un placer escucharlo. Después, como siempre, todo es discutible. Pero al menos, después de esa charla, comprendimos la idea del entrenador. Y eso siempre es algo que valoramos.