Las últimas declaraciones de Gerardo Martino dejaron algunas cuestiones para comentar. No es común que un entrenador de una selección se comprometa en sus declaraciones para poner en aprietos a sus empleadores. Por eso, sorprendió cuando se lo escuchó decir “me parece un espanto cómo se organizan los torneos en la Argentina y Sudamérica. Es todo muy improvisado. Por las idas y vueltas que modifican la programación, todo termina siendo dudoso y me hacen pensar mal porque, además, estamos en un país en donde todos pensamos mal del otro. El fútbol argentino me sigue dando de comer, pero si no digo lo que pienso, no estaría comprometido para que mejore”.
Luego agregó que cuando se quejó como entrenador de Newell’s “no tenía nada contra nadie en especial. Sí contra el sistema. Y hoy sigue estando igual. No cambió mi opinión porque ahora esté adentro. Puedo involucrarme y ayudar a que mejore. Ahora me afecta mucho más”.
“Más allá de cómo nos vaya, me parece un espanto como se organizan los torneos en la Argentina y Sudamérica. En la parte organizativa cambiaría todo. Acá los calendarios se modifican por cualquier situación y no hay programación posible. Ya no está más la excusa de la seguridad. Ahora se modifica por recitales, peleas de boxeo, partidos de rugby…”, concluyó el DT de la Selección.
Como se ve, Martino se metió con una de las cuestiones que nos desvelan en Un Caño desde hace ya una década. Nos hemos quejado, hemos propuesto, hemos opinado, nos hemos enojado. No nos olvidamos de que la Copa Argentina, casi como está concebida hoy, fue pensada y propuesta por esta revista hace ya media década por quien firma esta columna y por Christian Colonna (en Un Caño 20, páginas 56 a 59, diciembre de 2009). También con Colonna (en Un Caño 39, páginas 16 a 18, de agosto 2011) desarrollamos la idea de un torneo de 40 equipos, cuando desde la AFA se empezó a hablar del asunto. Por aquella época, como ahora, apostábamos por el torneo largo, de 20 equipos, en dos ruedas, como en Europa, e incluso aceptábamos que se disputara de agosto a mayo para igualar los calendarios, pero ante la evidencia que la voracidad de los dirigentes nos iba a llevar a un torneo de muchos equipos, elegimos proponer antes que quedarnos solamente con la queja.
Ahora bien. Sin profundizar demasiado en fechas y solamente tomando el concepto entregado por Martino, surge un planteo que ya, a esta altura del partido, se cae por su propio peso. Es necesario que, en América, se unifiquen los calendarios tal como se hace en Europa porque de esa manera se va a facilitar todo.
¿Qué objetivo tiene que la Copa Libertadores se juegue en la primera mitad del año y que la Copa Sudamericana se dispute en la segunda? Por la televisión, me dirán algunos. Y la respuesta es: si se juegan simultáneamente no se afectarían los derechos de la televisión. Sería algo similar a los que pasa en Europa con la Champions y la Europa League. Y es más: ambos torneos deberían jugarse entre agosto y mayo también para que los conjuntos no se desintegren como consecuencia de las trasferencias al exterior.
¿En qué cabeza entra el engendro del torneo de 30 equipos que está por venir? ¿Será posible que ni siquiera la muerte de Grondona les haya dado a los dirigentes del fútbol la autonomía suficiente para pensar un futuro mejor?
Es fácil la ecuación. El año tiene 52 semanas. Si le sacamos 6/7 de vacaciones, quedan disponibles 46/45 semanas. En 38, los fines de semana, se deberían disputar los torneos locales y, de martes a jueves, las Copas internacionales (Libertadores y Sudamericana, en simultáneo) y las locales, como la Argentina. Así quedarían disponibles 5/6 semanas por año para fechas FIFA y para disputar otros compromisos. No hay que inventar nada muchachos, sólo copiar a los europeos. Ellos entendieron que la organización es la base del éxito. Desde hace ocho años son campeones del mundo (Italia 2006, España 2010 y Alemania 2014) y ganaron seis de los siete mundiales de clubes que se disputaron desde 2007 para acá (Milan, Manchestar United, Barcelona -2-, Inter de Milán y Bayern Munich). ¿Les parece una casualidad?
Hay un viejo dicho que dice que “si nos organizamos, cogemos todos”. Permítanme modificarlo: “Si nos organizamos, seguramente podremos jugar mucho mejor y ganar algún título internacional ante los europeos”. Que la AFA y la Conmebol, tomen nota.