Que Héctor Cúper pierde finales se ha convertido en una verdad de perogrullo. Después de la derrota con la Selección de Egipto en la Copa África, los medios se han encargado de contar con lujo de detalles cada una de las definiciones en las que sus equipos fallaron. Pero nadie se detuvo a pensar a qué conjuntos dirigía para llegar a esas instancias, a qué rivales les ganó y con qué rivales perdió. Porque muchas veces el árbol tapa al bosque.

cupEstá claro que el dolor de una derrota tan cerca de la gloria es más doloroso que una derrota más temprana. Sin embargo, el mérito por llegar nunca debe quedar sepultado por la frustración por perder. Además, Cúper ha dirigido casi siempre a equipos medianos y nunca corrió con el caballo del comisario. Jugó finales con Mallorca, Valencia, Aris Salónica y Egipto, más allá de las Ligas perdidas con Huracán e Inter de Milán. Es decir, que salvo en el Nerazzurro nunca arrancó como candidato.

En el Clausura 94, su Huracán llegó a la jornada definitoria con ventaja sobre Independiente, su rival de turno. El empate consagraba al Globo después de más de veinte años. Sin embargo, el equipo de Miguel Brindisi fue una máquina y le ganó 4-0. En aquel campeón se destacaban jugadores como Luis Islas, Pablo Rotchen, Diego Cagna, Hugo Pérez, Gustavo López; Daniel Garnero; Sebastián Rambert y Albeiro Usuriaga. Fue uno de los grandes equipos de la década del noventa.

En 1998, llevó al recién ascendido Mallorca a la final de la Copa del Rey. Una hazaña. En el camino, eliminó a Las Palmas, a Celta de Vigo y al coperísimo Athletic Club, entre otros. La final fue en Mestalla frente al Barcelona de Louis Van Gaal, que tenía nombres como Rivaldo, Figo, Giovanni y Luis Enrique. Se puso arriba en el marcador con gol de Stanković y Rivaldo igualó en el segundo tiempo. Jugó los últimos minutos con nueve jugadores y aguantó el empate. Luego, cayó en la definición por penales.

De su mano, Mallorca jugó por primera vez un torneo europeo, la última Recopa de la historia. Tras vencer a Heart of Midlothian, Racing Genk y Varteks de Croacia, se encontró a Chelsea en las semis. El club londinense todavía no era el gigante todopoderoso de Abramovich, pero sí era claro favorito, ya que contaba con mundialistas como Marcel Desailly, Roberto Di Matteo, Tore André Flo y Gianfranco Zola. Pero el pequeño equipo español dio el golpe y se metió en la final, donde se encontró con uno de los mejores equipos del mundo, la Lazio de Alessandro Nesta, Matías Almeyda, Marcelo Salas, Christian Vieri y Pavel Nedved. Fue derrota 1-2 en el Villa Park.

Por su gran campaña en Mallorca, en 1999 lo contrató Valencia. En su primera temporada, condujo al equipo che a su primera final de Champions League. Antes del partido definitorio con Real Madrid en Saint-Denis, superó a PSV Eindhoven, Fiorentina, Bordeaux, Lazio y Barcelona. En semis, Valencia se sacó de encima al gigante catalán con un 4-1 histórico en Mestalla. Carles Puyol, Xavi, Josep Guardiola, Phillip Cocu, Patrick Kluivert y Rivaldo jugaron aquel partido. Luego, en la final, no tuvo respuestas ante el Real Madrid de Vicente del Bosque, Fernando Hierro, Roberto Carlos, Raúl González y Nicolas Anelka.

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Al año siguiente, volvió a alcanzar la gran final europea. En cuartos de final superó a Arsenal, antes de terminar por encima de Manchester United en su grupo. Patrick Vieira, Robert Pires, Fredrik Ljungberg, Nwankwo Kanu y Thierry Henry brillaban en aquel conjunto dirigido por Arsene Wenger. En semis la víctima fue el Leeds United de Rio Ferdinand, Mark Viduka, Harry Kewell, Alan Smith y David Batty. La final en el Giuseppe Meazza fue contra Bayern Munich. Valencia se puso al frente con gol de Gaizka Mendieta, pero el cuadro alemán igualó por intermedio de Steffan Effenberg. Luego, logró el título por penales.

Tras aquella derrota, fue contratado por Inter, que buscaba regresar a los primeros planos de la Serie A. Y lo logró, ya que finalizó tercero en 2001/2002 y segundo en 2002/2003. cuando peleó hasta el final con la Juventus de Alessandro Del Piero y David Trezeguet.

Tras pasos mediocres por Mallorca, Betis, Parma y la Selección de Georgia, en 2010 alcanzó la final de la Copa de Grecia con Aris Salónica, un club que no ganaba la liga desde 1946 y sólo tenía un título copero. En aquella oportunidad, perdió frente al Panathinaikos, donde jugaban Djibril Cissé y Gilberto Silva, entre otros.

Su último subcampeonato fue hace pocos días en la Copa África al frente de la Selección de Egipto. Aunque los Faraones son los máximos campeones continentales, no habían clasificado a las últimas tres ediciones y hasta la llegada de Héctor Cúper no tenían expectativas de mejorar. De la mano del argentino, Egipto dejó afuera a Mali en la fase de grupos, a Marruecos en cuartos de final y a Burkina Faso en semis. Sólo perdió contra Camerún en el último partido.

En definitiva, Cúper derrotó a grandes equipos en el camino a todas sus finales y cayó casi siempre frente a rivales que llegaban como favoritos. En medio de las críticas y las burlas, bien vale el reconocimiento.