Jugadas doce fechas, Arsenal, anteúltimo, suma sólo seis puntos producto de un triunfo, tres empates y ocho derrotas, las últimas cuatro de forma consecutiva y sin convertir. Le marcaron 20 goles, le suspendieron la cancha, incluyó mal a un jugador y su entrenador, Martín Palermo, renunció.
Esta malaria actual tiene su precuela: el año pasado, en la fecha 15 del torneo Transición, Arsenal, instaladísimo en mitad de tabla, sin nada que perder ni que ganar, visitaba a Lanús, que aún aspiraba seriamente al título que finalmente festejó Racing.
Ya el tiempo adicionado se había cumplido (5 minutos) y Arsenal ganaba 2 a 1. Córner para Lanús. Lo más lógico hubiera sido que el partido terminara ahí, pero el árbitro Merlos hizo ejecutar el córner y del córner vino el gol del empate. Protestas de Arsenal, urgencia de Lanús para reiniciar el juego, empujones, histerias, corridas. Fútbol argentino químicamente puro. Merlos decide jugar un minuto más y ya pasado ese minuto, en un ataque masivo e informe, en una jugada digna de una secuencia de un film de Buster Keaton, después de que un jugador de Lanús tocase la pelota con la mano, Lautaro Acosta marcó el gol del triunfo y el árbitro Merlos lo convalidó.
Desde aquel célebre asalto a la sucursal del Banco Río de Acassuso, no se asistió en la Patria a un robo de esos ribetes.
El comentarista de FPT, Hugo Balassone, pronunció tantas veces la palabra escándalo aquella noche, que superó a Pino Solanas en cualquier acto de campaña.
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En el actual torneo Julio Humberto Grondona, el primero sin la presencia entre los vivos del fundador don Julio Humberto Grondona, la suerte no parece haber cambiado para Arsenal. Más bien todo lo contrario:
-Tras una derrota en casa frente a Estudiantes en el debut, un error inexplicable del arquero Andrada le costó el partido contra Huracán en la segunda fecha.
-En la tercera jornada no pudo ganarle a Chicago, que jugó con uno menos gran parte del segundo tiempo. En la cuarta, 0 a 0 con Lanús, le anularon un gol legítimo y en la quinta fecha, tras ir 3 a 1 arriba, River, con dos goles de Mora, el último sobre la hora, le empató 3 a 3.
Así y todo esta fue la mejor racha de Arsenal en lo que va del torneo: tres partidos consecutivos sin perder.
-En la sexta fecha Independiente le mete 4 en Avellaneda. En la séptima, mientras caía por 1 a 0 ante Aldosivi en Sarandí, un combate entre dos raquíticas facciones de la barra brava autodenominada La Mafia (no estamos jodiendo) obligó a suspender el partido y se sancionó al club con tres fechas a puertas cerradas en el Viaducto. (Al completarse el partido, el 25 de abril, Aldosivi marcó dos goles más y se impuso por 3 a 0).
-Más tarde llegó el famoso partido con Vélez. Ni siquiera el ser beneficiado por un hecho extraordinario -que un árbitro revierta una decisión tomada, en este caso un penal a favor de Vélez y la expulsión de un jugador se Arsenal- influyó para que cambiara la suerte del equipo de Sarandí. El juez Delfino no tardó en otorgar otro penal a Vélez y –otro hecho sin precedentes- mostrar por segunda vez en un partido la tarjeta roja al colombiano Rosero Valencia. El Arse volvió a perder.
-En la novena fecha, a puertas cerradas, Arsenal da la nota y golea a Newell’s 3 a 0. Parecía que al fin se daba vuelta la taba, pero surgió un problemita: Palermo alistó entre sus titulares a Leandro Godoy, que no había cumplido aún su suspensión tras haber sido expulsado en un partido de reserva. Newell’s protestó y al cierre de esta edición todo hace suponer que Arsenal perderá los tres puntos del único partido que ha ganado hasta la fecha.
-En la décima fecha, Arsenal visitó a Sarmiento en Junín y perdió 2 a 0. Un jugador de Sarmiento -Cacheiro- cayó acalambrado cerca de la posición que ocupaba Martín Palermo al costado del campo y le pidió al entrenador que lo arrastrara fuera de la cancha para que pudieran asistirlo. Palermo lo ayudó pero el árbitro no interpretó la situación y por entrar a la cancha expulsó al entrenador, que al grito de ¡Esto es un mamarracho! ingresó al vestuario donde renunciaría a su cargo.
-En la fecha 11, ya sin entrenador y una vez más sin la presencia de su parcialidad en las tribunas, Arsenal y Quilmes AC disputaron uno de los peores partidos de la historia de la FIFA. Era un justo y clavado 0 a 0. Pero en el último minuto de descuento, el árbitro concedió un penal que Bieler no desaprovechó y Quilmes se llevó la victoria.
En su última presentación en el torneo, Arsenal cayó por 2 a 0 ante Belgrano en Córdoba ya con su nuevo entrenador -Caruso Lombardi- analizando al equipo desde la platea.
El polémico DT, que viene de protagonizar una de las mejores campañas de su carrera (la de la publicidad de Pepsi) tranquilizó a los hinchas de Arsenal que cuestionaban su designación, invocando nada menos que al fundador: “A Julio Humberto Grondona le hubiera gustado verme dirigir en Arsenal, siempre me lo dijo. Recuerdo que 20 días antes de su muerte estábamos reunidos, me cagó a pedos, yo me reía y se enojó. Le debo mucho porque las veces que tuve problemas me aconsejó y ayudó.”
Los hinchas de Arsenal deben quedarse tranquilos, ellos lo saben mejor que nadie: todo pasa.