Allá por septiembre de 2016, en Un Caño hablábamos de un ambicioso proyecto presentado por dirigentes de Barcelona. Se trataba de un nuevo Mundial de clubes, con 24 equipos y a disputarse cada dos o cuatro años. Hoy, esa idea que parecía lejana se convirtió en realidad. El congreso de la FIFA aprobó en Miami el nuevo formato, que tendrá su primera edición en 2021.

“Después de arduas negociaciones con los integrantes de la UEFA, puedo anunciar que a partir de 2021 tendremos un nuevo Mundial de Clubes. Tenemos la responsabilidad de asegurarnos que el futbol profesional siga adelante y qué mejor que tener un Mundial de Clubes real”, afirmó Gianni Infantino, el hombre que se ha propuesto revolucionar todas las competencias organizadas por la FIFA.

Aún no está confirmada la sede, pero sí que será entre junio y julio de 2021, la fecha destinada a una Copa Confederaciones que parece tener firmada su acta de defunción. Tendrá 24 participantes y hasta ya se decidió el reparto de plazas: ocho para la UEFA, seis para la Conmebol, tres para la AFC (Asia), tres para la CAF (África), tres para la CONCACAF  y una plaza para la OFC (Oceanía).  A diferencias de los Mundiales juveniles (que tienen la misma cantidad de participantes), para que se disputen menos partidos se dividirán en ocho grupos de tres y el ganador de cada zona avanzará a cuartos de final. Comenzaría el 17  de junio y finalizaría el 4 de julio y los finalistas jugarían cinco encuentros.

Como toda idea que amenaza con cambiar el orden establecido, genera diversos tipos de incomodidades. Sin embargo, la modificación puede ser beneficiosa para todos. Hoy, el viaje a un destino tan lejano como Japón o Emiratos Árabes en medio de la temporada es una verdadera complicación para los equipos sudamericanos y europeos. River y San Lorenzo lo sufrieron en los últimos años. Semejante traslado arruinó el físico de ambos planteles para toda la temporada. Además, generaría ingresos por 3.000 millones de dólares y la sola participación le daría a cada equipo 20 millones, montos que pueden cambiar la vida de un club de los países emergentes.

Por eso, desde este rincón se mira con cariño este proyecto. El romanticismo de la Copa Intercontinental ya no existe y defender a un certamen que genera más dificultades que beneficios no tiene sentido. Para los sudamericanos será una oportunidad mucho más concreta de medir fuerzas con los mejores del planeta y para los europeos tendrá más valor que el ignorado “Mundialito”. La FIFA afirmó que la primera será una prueba piloto, aunque está claro que llegó para quedarse.

Una buena manera de palpitar este nuevo campeonato que promete marcar el inicio de una nueva era es repetir aquel simulacro de 2016 con el reparto de plazas y el formato que será utilizado en 2021. Aunque la sede no fue ni siquiera discutida, se puede adivinar que no saldrá del mundo árabe, ya que al año siguiente tendrá la Copa del Mundo y no será solo en Qatar, ya que constará de 48 selecciones y podría jugarse también en países con Bahrein, Omán y Arabia Saudita.

Cada Federación deberá definir cómo clasifica a sus representantes. Está claro que la Champions League y la Copa Libertadores son los torneos más importantes y no hay lugar para discusiones. Entonces, lo más lógico es que se ganen su lugar los cuatro últimos campeones de cada copa. En Europa, Real Madrid ya tiene su lugar asegurado por el título en 2018 y lo acompañarán los campeones de 2019, 2020 y 2021. Además, se sumarían los subcampeones de cada edición, con Liverpool también ya clasificado.

Para hacer más divertido el simulacro, supongamos que el Mundial será este mismo año. Entonces, los representantes europeos serían, además de merengues y reds: Barcelona, Juventus y Atlético Madrid. Como Juve y Atlético perdieron dos veces la final en los últimos cuatro años, sería necesario buscar entre los semifinalistas los otros tres clasificados. Bayern Munich, Manchester City, Monaco y Roma estarían en condiciones de pelear por esos cupos. A efectos lúdicos, digamos que los triunfadores del cuadrangular son Bayern, City y Roma.

En Sudamérica hay seis cupos. Los rumores indican que para la edición 2021 hasta se podría organizar una copa especial entre los campeones históricos para definir los clasificados. Sin embargo, lo lógico es que vayan los ganadores de las Libertadores 2017, 2018, 2019, 2020 y dos subcampeones. Así, River y Gremio tendrían su pasaporte ya firmado y Boca y Lanús podrían aspirar a algún repechaje.

Si fuera este mismo año, lo jugarían River (ganó dos títulos de los últimos cuatro), Atlético Nacional y Gremio como campeones. Los subcampeones son Tigres (queda vetado por pertenecer a la CONCACAF), Independiente del Valle, Lanús y Boca. Entonces, tres argentinos, un ecuatoriano, un colombiano y un brasileño serían los representantes de la Conmebol.

Para el resto de los continentes es muy fácil: tres de los campeones de las últimas cuatro ediciones. En Concacaf, América ganó dos títulos, Pachuca uno y Chivas uno, por lo que los tres mexicanos estarían en medio oriente.

En Asia sí hubo cuatro ganadores diferentes: Guangzhou Evergrande de China, Jeonbuk Hyundai Motors de Corea, Urawa Red Diamonds de Japón y Kashima Antlers también de Japón. La AFC deberá decidir la forma de desempatar, pero digamos que es por el resultado de la final, por lo que el equipo chino quedará en el camino, ya que solo marcó un gol en los dos partidos.

En África sucede algo similar. Los últimos cuatro campeones fueron TP Mazembe de Congo, Mamelodi Sundowns de Sudáfrica, Wydad Casablanca de Marruecos y Esperance de Túnez. Si seguimos el mismo criterio, el cuadro tunecino no jugará el Mundial porque perdió 3-1 una de las finales.

Oceanía tendrá sólo un representante, por lo que la lógica es armar una especie de mini torneo entre los campeones de las cuatro ediciones anteriores. Si fuera este año, Auckland City ganó tres y Team Wellington la última. Por justicia deportiva, diremos que el clasificado es el equipo de Auckland.

Ya tenemos a los 24 participantes. En el caso de que FIFA decida que el anfitrión debe tener un cupo, se le restará a la federación a la que corresponda. No está confirmado cómo se definirán los ocho cabeza de serie, pero es posible que sean cuatro de Europa, tres de Sudamérica y uno del continente anfitrión. El sorteo será similar a los de las Copas del Mundo. No podrá haber dos representantes del mismo continente en cada zona.

En nuestro juego, así quedaron distribuidos los grupos.

Zona A: Urawa Red Diamonds, Bayern Munich y Atlético Nacional
Zona B: River, Roma y Kashima Antlers
Zona C: Barcelona, TP Mazembe y Auckland City
Zona D: Manchester City, Lanús y Jeonbuk Hyundai Motors 
Zona E: Gremio, Liverpool y Chivas
Zona F: Real Madrid, Wydad Casablanca y Esperance
Zona G: Boca Juniors, Atlético Madrid y Pachuca
Zona H: Juventus, Independiente del Valle y América