El 9 de mayo de 2001, Leeds United perdió 3-0 en la vuelta de semifinales de la UEFA Champions League frente al Valencia de Héctor Cúper y se sumergió, sin darse cuenta, en la era más oscura de su historia. La gloria de los sesenta y setenta todavía no estaba tan lejana y los años ochenta en la segunda división parecían haber quedado atrás. Sin embargo, el siglo XXI no trajo nada bueno para uno de los clubes más importantes del norte de Inglaterra. Hasta esta temporada en la que, al menos por unos meses, volvió la esperanza.
Hoy, todo es amargura en la ciudad y en buena parte de Yorkshire. La derrota ante Derby County en semifinales del reducido por el tercer ascenso a la Premier League fue muy dolorosa como para tener la lucidez de ver los muchos aspectos positivos de la primera temporada de Marcelo Bielsa como director técnico de los blancos. En 2006 había sido la última vez que Leeds terminó entre los seis primeros de la segunda división inglesa. En aquella ocasión, perdió la final por el ascenso ante Watford en Wembley, después de derrotar a Preston North End en las semis.
En estos últimos trece años fueron muchas más las frustraciones que las alegrías para el equipo que supo ser campeón de Inglaterra en tres ocasiones. La peor fue en 2006/07, un año después de quedar en las puertas del regreso a primera. El equipo solo ganó 7 de los 46 partidos, finalizó en el último lugar y descendió a tercera por primera vez en su historia. Cuatro entrenadores diferentes no pudieron evitar el derrumbe. La permanencia en el pozo fue mucho más larga de lo esperado. Tres años pasaron hasta el retorno, con derrotas en finales frente a Doncaster Rovers y Millwall antes del ascenso como subcampeones de la League One.
En los años posteriores jamás pudo pelear el ascenso con argumentos. Dos séptimos puestos fueron las mejores actuaciones y luego siempre quedó por debajo de la 12da ubicación. Por eso, es fácil comprobar que lo hecho por Bielsa en estos 46 partidos fue mucho mejor de lo acostumbrado en este club con nombre de grande pero presente pequeño.
A lo largo de la temporada, Leeds siempre fue un equipo competitivo, voraz y capaz de darle pelea a cualquiera, incluso a aquellos con presupuestos muy superiores, como Aston Villa, Norwich, West Brom o Swansea City. Los errores individuales le costaron demasiado caro. El partido de vuelta ante Derby es una muestra de eso. Hoy, las críticas a Bielsa son las de siempre y la mejor defensa es poner en contexto su campaña.