ramonPara los más jóvenes puede resultar prácticamente desconocido el nombre del club italiano Avellino. Los que tienen cerca de 40 quizá lo recuerden porque ahí jugó Ramón Ángel Díaz en la década del ’80, cuando el equipo estaba en Primera y Diego Maradona vestía la casaca del Napoli. Sin embargo descubrimos gracias a la revista española Kaiser Football una de esas curiosidades ínfimas que podría ser catalogada como una canchereada futbolera, y que nos obliga a rescatar al Avellino del ostracismo reciente.

Resulta que cuando Jorge Bergoglio fue nombrado Papa, a fines de 2013, el equipo italiano logró quedarse con el ascenso directo a la Serie B. Había pasado cuatro años en categorías más bajas, e incluso en 2009 el club cambió de manos y de nombre: un grupo de empresarios se hizo cargo de la administración tras un intento fallido de venta por parte del dueño anterior. El club pasó a llamarse Associazione Sportiva Avellino 1912.

La conclusión de los medios italianos -Francisco les trajo suerte a estos muchachos de camiseta verde- parecía un poco apresurada. Un poco como la consagración de San Lorenzo en la Copa Libertadores 2014, la cuestión podía atribuirse a la casualidad. Pero el entusiasmo con el tema, en este caso, se basaba en una cuestión histórica.

Empezamos a mirar hacia atrás y esto es lo que apareció:

  • En la temporada 1958/59, cuando Juan XXIII fue elegido como Papa, Avellino quedó tercero en el Grupo H de la Serie D, y subió a la Serie C junto al Crotone y el Arkragas, por primera vez en su historia. De esto, hace casi 60 años. Ténganlo en mente.

 

  • Tras varios ascensos y descensos, Avellino perdió la categoría en la temporada 62/63 y bajó a la Serie D. Pero durante ese mismo verano, el Vaticano ungió a un nuevo Papa. La asunción de Pablo VI coincidió con un nuevo ascnso: Avellino fue campeón en la 63/64 y volvieron a subir a la C.

 

  • En 1978 se dio una situación histórica para la Iglesia y para el club: en poco más de tres meses, pasaron tres Papas por el Vaticano. Al morir Pablo VI, se nombró a Juan Pablo I como sucesor. Su pontificado duró poco: dos meses después, lo encontraron muerto en su cama. Tomó su lugar Karol Wojtyla, Juan Pablo II. ¿Qué puede hacer un club que asciende cada vez que hay un nuevo Papa el año en que hay DOS nuevos Papas? Ante la imposibilidad de ascender dos veces en un solo año, asciende por primera y hasta ahora única vez en su historia a la Serie A. Disputó ocho campeonatos en esa categoría.
  • En 2005, la víctima fue Napoli. Después de años difíciles en la Serie C, donde militaba ininterrumpidamente desde que retrocediera en 1992, el Avellino llegó a la final de los playoffs de ascenso a Serie B, contra el ex club de Maradona. Ese mismo abril comenzó el papado de Joseph Ratzinger, Benedicto XVI. ¿Napoli lo molió a palos? Nada de eso: empate 0-0 en San Paolo, victoria 2-1 en la vuelta. 22 mil espectadores en el Stadio Partenio y ascenso, otra vez.

 

En fin, que puede parecer una bobada, pero es una bobada que ya lleva más de medio siglo. Y que no ha fallado nunca. Así que ya saben: si nombran a un nuevo Papa, asciende Avellino. Será la puta casualidad o los santos designios del Señor.

Un colega aduce que el hecho de que haya tenido otros ascensos y descensos le quita fuerza a la historia. Para nosotros es un hereje. Nos quedamos con la mística que tiene la leyenda. Amén.