Edgardo Bauza dejará de ser el entrenador de la Selección Argentina, que por primera vez desde la década del setenta tendrá tres entrenadores diferentes en un proceso mundialista. Es decir, que el retroceso en cuanto a organización del representativo nacional es de más de cuarenta años.
Hay pocas cuestiones que no son discutidas en el fútbol argentino. El cambio estructural que produjo César Luis Menotti desde su llegada al seleccionado en 1974 es una de ellas. Entre la salida de Guillermo Stábile tras el desastre de Suecia en 1958 y el arribo del Flaco, la Selección vivió años de caos, de cambios de conducción constantes, de entrenadores que duraban tres partidos, de jugadores que se negaban a vestir la celeste y blanca. Menotti cambió eso y parecía que nada podía deshacer esa revolución. Pero hoy volvimos a la desorganización que, entre otras cosas, provocó la eliminación de una Copa del Mundo.
El despido o la renuncia de un técnico puede no ser un problema en sí mismo. Lo que sí es un problema es la carencia de una idea clara en la conducción. Y esto no tiene que ver solo con la muerte de Julio Grondona, porque esto no es nuevo. En los últimos cuatro Mundiales no se pudo respetar el trabajo de un cuerpo técnico.
Entre la decepción de México 1970 y la Copa de Alemania Federal 1974, Juan José Pizzuti, Omar Sívori y Vladislao Cap dirigieron a la Selección. Antes del DT que fue campeón de todo con Racing, Adolfo Pedernera, Humberto Maschio y Renato Cesarini se sentaron en el banco. Todos dirigieron cinco partidos o menos, casi como Bauza, que dirigió ocho.
En 16 años, la Albiceleste tuvo catorce directores técnicos. Juan Carlos Lorenzo dirigió en dos ciclos diferentes (los Mundiales de 1962 y 1966) y Guillermo Stábile regresó por un torneo Panamericano en 1960. En los 16 años siguientes (entre 1974 y 1990), hubo solo dos seleccionadores. Ambos fueron campeones del mundo. No hay coincidencias.
Después del ciclo de Marcelo Bielsa, ocho fueron los técnicos que pasaron (contando al que reemplazará a Bauza). En solo trece años. Con estilos opuestos, condujeron a muchos de los mejores futbolistas del planeta. Argentina peleó casi todos los torneos que disputó y mantuvo su prestigio, a pesar de que desde la dirigencia jamás hubo un mensaje claro ni un trabajo a conciencia.
De las Selecciones más importantes del mundo, solo Argentina y Holanda cambiaron tres veces de entrenador después de Brasil 2014. La Naranja quedó afuera de la Euro y está a punto de repetir el fracaso en las Eliminatorias para Rusia. La semana pasada, rumores hablaron de que la Federación holandesa iría a buscar a un técnico argentino. El mismo que está a punto de sentarse en el banco albiceleste.