La Copa Joan Gamper es uno de los torneos veraniegos más importantes de Europa. Lo organiza FC Barcelona con el objetivo de presentar a su plantel para la nueva temporada. Aunque no deja de ser una competencia amistosa, tiene el prestigio que le dan 52 años de historia, ya que se juega de forma ininterrumpida desde 1966. Varios clubes argentinos lo han disputado: Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo y Chacarita Juniors. Sí, el equipo de San Martín fue subcampeón en 1971, lo que representa un motivo de orgullo para todos los funebreros.
A mediados del 71. el plantel campeón del Metropolitano 1969 ya había comenzado a desarmarse, pero el reconocimiento ganado por aquella consagración histórica se mantenía. Por eso, Barça cursó la invitación a las oficinas de San Martín. Tras el título, Chaca había alcanzado las semis del Nacional 1970 y estaba entre los mejores del Metro 1971. De hecho, cuando viajó a Europa lideraba el campeonato. Ángel Marcos, la gran figura, ya había sido vendido a Nantes de Francia, pero por contrato jugó la Gamper para el equipo argentino. Y allí también brilló.
Hasta 1996, cuatro equipos disputaban el certamen. Por eso, antes de jugar contra Barcelona, Chacarita tuvo que enfrentarse a Bayern Munich, que era uno de los mejores equipos del mundo a pesar de haber perdido la Bundesliga 1970/71 frente a Borussia Mönchengladbach. Jugadores como Sepp Maier, Paul Breitner, Franz Beckenbauer y Gerd Müller jugaron aquel partido. Tres años después serían campeones del mundo.
Las crónicas de época coinciden en que Chaca le pegó un baile descomunal al equipo que se estaba armando para ser tricampeón de la Copa de Europa. Marcos abrió el marcador a los 16 minutos del primer tiempo y desde ese momento, el cuadro argentino manejó el juego a su antojo. En la segunda parte, el alemán Rainer Zobel se fue expulsado por una infracción contra Raúl Forteis y Antonio Fucceneco anotó el segundo a poco del final.
En una entrevista con Un Caño, Carlos María García Cambón recordó de esta manera la participación en aquel campeonato: “Le ganamos 2 a 0 a Bayern con todas las figuras que después fueron campeones del mundo en 1974. He vuelto muchas veces a Barcelona, y cada vez que vuelvo la gente grande siempre se acuerda de Chacarita. En la final les pegamos un paseo bárbaro, pero perdimos. Siempre se recordó ese equipo hasta ahí ignoto”.
Barcelona le ganó a Honved de Hungría en las semis y se citó con el ya célebre conjunto sudamericano en la final. Tras la gran victoria sobre Bayern, Chaca había dejado de ser un desconocido invitado al banquete para transformarse en alma de la fiesta. “Los medios españoles nunca habían visto jugar a un equipo como lo había hecho Chacarita ese partido. Aún hoy, cuando voy a Barcelona y hablo con periodistas de mi edad, todavía no vieron equipo que haya jugado la copa Gamper como la jugó Chacarita en el 71. Esto da la pauta de lo que se vivía en ese momento y es más, decían que el Barcelona iba a perder”, recuerda García Cambón.
La final fue muy polémica y el árbitro catalán Pablo Sánchez Ibáñez fue protagonista. Según las crónicas, no le cobró un claro penal al equipo argentino y sí sancionó uno muy discutido al local, que ganó con gol de Carles Rexach.
Tal fue la sensación causada por el Funebrero en Catalunya, que provocó la fundación del Chacarita CF de Barcelona, que aún hoy juega en las divisiones de ascenso catalanas.