Este sábado 24, a las 15.45, el estadio Da Luz, de Lisboa, recibirá una final inédita en la Champions League. Por primera vez, dos equipos de la misma ciudad, definirán el título. Real Madrid va por la Décima. Atlético de Madrid por la Primera. Condimentos sobran para querer estar ahí, pero las entradas se vendieron hace mucho rato y conseguir una hoy, a horas para el partido, cuesta una fortuna.

entradas final champions 2014Entre el 10 y el 21 de marzo, cuando la UEFA vendió las primeras localidades desde su página web, todo era más fácil y barato. Se llenaba un formulario, se elegían dos entradas por persona con precios de 70 a 390 euros, se pagaba con tarjeta y había un sorteo. El 7 de abril se conocieron los ganadores y durante ese mes las entradas se enviaron por correo certificado. Precisión suiza. Primer mundo.

Después de que que Atlético y Real clasificaron a la final y entregaron entradas a sus abonados la fiebre de la reventa enfermó a la ciudad de Madrid. Según EFE “agencias o particulares hacen su auténtico agosto (…) comprando sus entradas a los abonados de los equipos finalistas y vendiéndolas por más de diez veces su valor”. Primer mundo, también.

El negocio funciona, como en todos lados, más o menos así: además de los individuos que tienen un ticket y buscan hacer una diferencia, aparecieron “agencias de eventos” o “de viajes” que repartieron folletos entre los abonados de los finalistas ofreciendo comprar las entradas. Los de Atlético hicieron más de diez horas de cola, así que tiempo de leer tenían. Después, las localidades comenzaron a aparecer en sitios web como gtts-exchange.com, ticketbis.com o tengoentradas.com que ofrecen entradas a precios que van desde 825 euros para las localidades más cercanas al techo y los 8.800 euros para las más próximas al campo de juego.

En la puerta del Vicente Calderón, cuenta EFE, los hinchas de Atlético que esperaban para conseguir sus entradas recibieron folletos que les ofrecían viajar a Lisboa en tren, en avión o en micro, y también les proponían de vender los tickets que acababan de retirar. Prometían “máxima tasación”, “discreción absoluta” o “muy buena gratificación”. Era cuestión de mirar el partido por TV y ganarse unos euros para cenar afuera o para llegar a fin de mes, según como la crisis los golpeado hubiera.

champions entradas atletico 2014Está claro, las mismas “agencias” que compran las entradas a los socios de Atlético y Real Madrid después las vuelven a vender. “Estás de suerte, te dejo una de 280 euros a 950. Es un chollazo que me vendió ayer mismo un socio. No quiero abusar, porque a mí los socios me la venden a un precio y yo sólo saco 100 ó 150 euros”, asegura un revendedor ante la consulta telefónica de un periodista curioso. Parece mucho, pero en realidad es una ganga. Otros ofrecen las localidades más baratas, las de 70 euros, por 1.100, las de 160 por 1.600 y las de 390 hasta por más de 2.000 euros.

La operación se cierra de diferentes maneras. Algunos revendedores prefieren un lugar público como la Plaza de Castilla, los estadios, o incluso ofrecen delivery. Otros invitan a conocer sus oficinas, para darle más seriedad a la transacción. “Si la vendes en la calle y está la policía, ya estás pillao: el reventa y el socio. Si por ejemplo se la venden a un árabe, que vean evidentemente que no es español y le piden la documentación en la puerta del estadio, pues también. Nosotros las vendemos con paquetes de avión, todo a gente española. Tenemos aviones y autobuses separados, uno del Madrid, otro del Atleti. Aquí no tienes problema”, tranquiliza un hombre que no esconde su racismo y que dice trabajar para una agencia de viajes.

Hasta acá, lo habitual. Pero hay más. Algunos hinchas de Real Madrid pusieron en práctica la máxima del expresidente de Chile Sebastián Piñera: “Nada es gratis en la vida, alguien tiene que pagar”. El club entregó 80.000 entradas gratuitas para ver el partido por pantallas gigantes en el estadio Santiago Bernabéu. Se agotaron en un día y al rato ya se vendían en la web. Algunos piden 70 euros por cuatro tickets, otros apenas 3 euros por dos lugares. Está claro, la pasión no tiene precio.