Estamos en el año 2005, en Manchester. Unas quince personas están reunidas en un local de comida india. Todos son hinchas de Manchester United, el club más poderoso de Inglaterra y uno de los grandes del Mundo. Pero no celebran. Más que nada se quejan, comen y discuten. Sienten que en los últimos años, mientras ganaban mucho, perdieron demasiado. Que al equipo de sus amores le quitaron el alma y les devolvieron una cáscara vacía, lujosa y exitosa, eso sí, con una etiqueta que dice “Made in Thailand” y un precio ridículamente caro. Un producto, nada más. Un producto que no pueden pagar.

De la suma de esas frustraciones nació FC United de Manchester.

protest glazer man unitedLo que movilizó a estos hinchas fue que el magnate estadounidense Malcolm Glazer había comprado todas las acciones de Man. United en un par de meses. Pasaron de tener un puñado de dueños, a tener uno sólo. En sí, eso no era una novedad. Desde 1902, cuando un cervecero lo salvó de su primera quiebra, el United siempre dependió de algún señor adinerado. El problema con Glazer era que su novedoso plan financiero incluyó tomar préstamos por 525 millones de libras y poner como garantía el estadio de Old Trafford y otros bienes del club. Compró con plata ajena y puso la cuenta a nombre de Man. United.

En la cancha muchos hinchas comenzaron a protestar contra la familia Glazer. Se identificaban con los colores verde y amarillo, los originales cuando obreros del ferrocarril lo fundaron en 1878 como Newton Heath LYR Football Club. Algunos intentaron juntar a millonarios locales para recomprar el club. Ofrecieron mil millones de libras, pero Glazer quería más. Otros hinchas, los que estaban comiendo curry, tomaron otra decisión. Fundar su propio club. Algo habitual en los inicios del fútbol argentino, donde predominan las sociedades civiles sin fines de lucro, pero muy extraño en Europa, donde la mayoría de los equipos son sociedades privadas.

Dijeron: “Si juntamos mil hinchas lo hacemos”. Unos días después, en el teatro Apollo de la ciudad aparecieron dos mil personas. En un par de meses, cuatro mil fanáticos aportaron 100 mil libras para bancar al nuevo club. Todos estaban hartos de cómo se venía manejando Manchester United. “Fue algo progresivo. Se perdió el ambiente de cancha, cada vez se paga más por cada vez menos”, cuenta Pete Crowther, socio fundador. “No alcanzaba con quejarse. Era una idea excitante crear un club a tu imagen en vez de aceptar lo que te ofrecen”.

No era sólo que Glazer endeudara al United, era lo que esa familia representaba. La continuación de un modelo mercantil que manejaba al club de espalda a sus hinchas. Precios cada vez más caros, para excluir a los fanáticos pobres y atraer a los ricos. Horarios cada vez más extraños, para que Sky TV pueda vender los derechos en Asia. Ni siquiera la muerte de Glazer, que ocurrió hace unos meses, iba a cambiar esto. El rumbo estaba definido hacía rato.

Rochdale-vrs-FCUM-006Allan Walsh, actual presidente de FC United y fundador del club, dice que una de las decisiones más dolorosas de su vida fue dejar de ir a Old Trafford. “No me alcanzaba para llevar a mi familia a los partidos”, explica. “Los Glazer no están interesados en hinchas como nosotros, sólo les interesan las personas con grandes billeteras. Quieren fanáticos que gasten cientos de libras en la tienda del club”.

El documental Punk Football, que pueden ver al final del artículo en inglés, y la película Buscando a Eric de Ken Loach, disponible también en inglés acá, relatan cómo los obreros de Manchester, la base social histórica del United, los que llenaban Old Trafford para ver a los Busby Babes, hoy están marginados de su club. “Los precios están muy por encima de las posibilidades de la clase trabajadora”, cuenta Steve Evets protagonista del film y socio de FC United. “Estamos en recesión por banqueros avaros y vemos futbolistas avaros que ganan más en una semana de lo que mucha gente gana en un año”.

Poco después de la creación de FC United, la millonaria renovación de Rooney llegó para confirmar todo lo que sus hinchas decían. “No estaba contento con 120 mil libras por semana”, dice con ironía un socio de FC. “Los perdedores son los hinchas. El dinero extra para pagar el nuevo contrato de Rooney sale de nuestros bolsillos no de los de los Glazer”, explica Walsh. El verdadero esfuerzo, afirman, no lo hacen los auspiciantes sino los fanáticos. “La plata tiene que llegar de algún lado -indica otro socio de FC United- incluso el dinero de la TV y de los sponsors viene de los hinchas, ellos son los que pagan el codificado y las camisetas”.

fc united logoEl manifiesto de FC United resume los principios del club y de sus socios: Los hinchas son los dueños. Cada miembro tiene un voto, no importa cuando dinero aporte -el mínimo anual es de 12 libras (unos 230 pesos argentinos)-. Todo se decide por votación -los once miembros de la comisión directiva, el diseño de la camiseta o los precios de las entradas-. Deben esforzarse por hacer que las entradas sean lo más baratas posibles -hoy cuestan 8 libras por partido y 60 libras toda la temporada, aunque los que andan en la mala pueden pagar menos-. La comisión directiva debe evitar el comercialismo absoluto -por ejemplo, cambian la camiseta sólo cada dos años-. El club se mantendrá como una asociación sin fines de lucro. Deben luchar contra la discriminación. Aceptan sponsors pero no permiten que la camiseta lleve publicidad.

En junio de 2005, los socios designaron por votación a Karl Marginson, un repartidor de frutas y vegetales hincha del United, como manager. Todavía está en el cargo. Además, convocaron a todos los que quisiera jugar en el equipo. Se presentaron 900 personas, desde gordos veteranos de 50 años hasta pibitos de 14. Eligieron a 200 para realizar pruebas durante dos días en siete canchas. De ahí surgieron los 17 futbolistas que formaron el primer plantel. Ninguno era profesional. Uno trabajaba de enfermero, otro de carpintero.

Para los hinchas, que venían de ver a Cristiano Ronaldo, Giggs o Van Nistelrooy, fue un cambio bastante grande. “El fútbol era un poco diferente, lo que era de esperar -recuerda otro socio de FC United-. Pero se veía el compromiso de los jugadores. Eran iguales a nosotros. Venían a jugar después de trabajar, te relacionás con eso. Fue una experiencia fantástica”.

fc united festejoFC United debutó en la temporada 2005-2006 en segunda de la Liga regional noroeste, el 11er escalón, el más bajo, del fútbol inglés. El día que consiguió el ascenso llevó más de seis mil personas a la cancha. “Alquilamos un micro sin techo para festejar durante dos cuadras hasta el pub más cercano”, recuerdaAndy Walsh.

“Ir a ver a FC United, conectarme con otros hinchas, me hizo sentir de nuevo parte de algo”, dice Vinny Thompson. “Pagás una entrada lógica, te parás en la tribuna, cantás y nadie te está diciendo donde te tenés que sentar o que podés hacer y que no”. Hoy promedian más de 2000 espectadores por partido y son uno de los 100 equipos ingleses con más convocatoria.

En las dos temporadas siguientes FC United también ascendió. En tres años llegaron a 8va categoría, a tres divisiones del fútbol profesional. Desde 2008 siguen ahí, en un torneo muy difícil con 24 equipos y un solo ascenso directo, pero siempre a un paso de subir. En los últimos cuatro años entraron al reducido y en tres perdieron la final. Esta temporada, confían, lograrán el ascenso. Esta vez, tendrán su propio estadio en Manchester, con lugar para 5000 hinchas.

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En septiembre, calculan, estará listo. El proyecto costó 5,5 millones de libras que se recaudaron con aportes de hinchas, apoyo estatal y financiamiento colectivo. Por escrito, se estableció que no podrá ser vendido y que siempre deberá usarse en beneficio de la comunidad. Se trata de algo más que un estadio, incluye un centro médico y deportivo abierto a todo el barrio. “El fútbol es más que 90 minutos, tiene una responsabilidad más profunda con su comunidad y sus hinchas”, explica el manager de FC United.

El club crece un poco más cada año. Los socios de FC United deciden hacia dónde. El debate siempre es el mismo, ¿subir el presupuesto del equipo para ascender o mantenemos las entradas baratas? Lo mágico es que depende de ellos. El club es suyo, el destino está en sus manos. Será lo que sus dueños quieran que sea.