Dempsey empezó a demoler la pared de ladrillos hasta no dejar más que un montoncito en el suelo junto con 15 millones de argentinos retorciéndose en diversas posturas y pidiendo entre otras cosas la ruptura de relaciones, la declaración de guerra y el incendio de la embajada de los Estados Unidos. Fue nuestra noche triste.

Pelea Firpo-Dempsey 350Julio Cortázar era un niño de nueve años aquel 14 de septiembre de 1923 en el que Luis Ángel Firpo se convirtió en leyenda. El pugilista argentino perdió en el segundo round frente a Jack Dempsey, pero en el primero lo sacó del ring y ese hecho fue el que quedó en la memoria popular. “El día que Firpo tiró a Dempsey”, tituló El Gráfico y así se recordará por siempre. Cortázar se fue a dormir triste, pero orgulloso del nuevo héroe, como todo el pueblo argentino. Y no argentino también.

A muchos kilómetros de la casa de Cortázar en Banfield y del estadio Polo Grounds de Nueva York, un club estaba naciendo. El 17 de septiembre, cuatro días después de la Pelea del siglo, se fundó en El Salvador el club de fútbol Tecún Umán. Los muchachos eligieron este nombre en homenaje al gran guerrero maya que combatió con los españoles en épocas de la conquista. Todos estaban conformes y felices con la identidad de su club, hasta que leyeron la crónica del combate Firpo-Dempsey.

furia 350El 21 de septiembre, uno de los fundadores, todavía conmovido por la bravura del púgil argentino, propuso cambiar el nombre a la institución. Club Deportivo Luís Ángel Firpo, dijo que debía llamarse. Entonces, los socios votaron y aprobaron de manera unánime los nuevos símbolos. Los colores pasaron a ser el rojo y el azul y el escudo incorporó la figura de un toro. Sí, el Toro salvaje de las Pampas.

La idea de estos locos que decidieron bautizar a su club como un boxeador extranjero era que el equipo imitara la hombría, la fuerza, el potencial y el coraje de Firpo. No había ninguna relación entre los fundadores y el argentino, ni entre éste y el incipiente fútbol salvadoreño. Es posible que, hasta el combate con Dempsey, en la ciudad de Usulután ni siquiera lo hayan oído nombrar. Pero la gesta fue tan grande que se inmortalizó de la forma más inesperada.

La segunda decisión importante que tomaron los fundadores fue la de la compra de unos terrenos para construir un estadio. En el mismo lugar donde los padres de la institución patearon una pelota por primera vez, hoy se levanta el estadio Sergio Torres Rivera, gran orgullo de Firpo, el único club del país con casa propia.

equipo 350La Liga de El Salvador recién se organizó de manera más o menos seria en 1947. Hasta ese año, se disputaron campeonatos regionales amateurs. Firpo ganó tres torneos orientales y fue animador varias veces más. De todos modos, su época dorada fue entre fines de los ochenta y principios de la década del 2000, cuando nació la “La Dinastía Firpense”. En ese período, ganó siete títulos y cuatro subcampeonatos, lo que lo ubicó como el tercer club con mayor cantidad de logros en el profesionalismo.

Después de ser campeón del Clausura 2013, el equipo cayó en desgracia y hoy juega en la segunda división, tras sufrir el descenso hace un par de meses. Hoy, Luis Ángel Firpo quiere volver a subirse al ring. Nadie duda de que lo hará.