Hay tantas maneras de expresar el amor por un club como hinchas existen. Cada uno lo hace a su forma, con sus herramientas y sus posibilidades. Armar una peña en el pago chico es una de ellas. Quizás es una de las que más tiempo requiere, pero también de las que más satisfacciones da. Esta es una historia con colores y nombres propios, pero es más que eso. Es una muestra del trabajo a conciencia que se hace a lo largo del país por hinchas desinteresados. O mejor dicho, interesados sólo en que al club le vaya bien.
La protagonista de estas líneas es la Peña “Matadores del Oeste”, de San Lorenzo de Almagro. Es una de las casi cien Peñas oficiales de las que hoy presume el club de Boedo. Aunque tiene su epicentro en Ramos Mejía, su importancia se ve en toda la zona oeste. “La principal razón de vida de la Peña es expresar nuestro amor por San Lorenzo e intentar ayudar a la comunidad a traves de él”, afirman casi a coro los responsables actuales de la comisión.
Gonzalo recién pasó los veinte años y ya es el presidente de la peña. Habla de su club con pasión pero también con seriedad. Porque esto no es sólo una reunión de hinchas que se juntan a hablar acerca de si Mauro Cetto debe ser titular o no. Es un grupo de personas comprometidas con su club más allá de los resultados y más allá del fútbol también.
“Nuestro principal objetivo es que la mayor cantidad de hinchas empiecen a seguir a los deportes federados del club. Desde esta Peña impulsamos eso y hoy somos los que activan el aliento al futsal, básquetbol, handball, voley y otros deportes”, afirma Gonzalo y es fácil entender que la visión de los jóvenes que hoy lideran la Peña va más allá de la superficie de un club, que siempre tiene que ver con el fútbol.
Por supuesto que la pelota número cinco motoriza todo, pero en la vida de una institución grande no es lo único. Todos coinciden en que la Copa Libertadores fue una de las máximas alegrías que tuvieron y que eso fue un combustible para que las Peñas crecieran a lo largo de todo el país. De hecho, hoy San Lorenzo tiene un departamento de peñas que es un orgullo para todos los azulgranas.
La Peña “Matadores del Oeste” nació en Haedo en 1998 pero fue oficializada el 7 de febrero de 2000. Primero la lideraron hinchas reconocidos de la zona pero la comisión directiva cambió en varias oportunidades. Hoy, aquellos que eran niños cuando se fundó, son quienes lideran cada acción, tanto dentro del club como en los barrios.
Las actividades de una Peña (en la actualidad está ubicada en Chassaing 449, Villa Sarmiento) son muchas y tienen que ver con la realidad de la zona en la que se encuentre. Por supuesto, una de las más importante es la de organizar los micros para ir a la cancha. Aunque con la restricción a los hinchas visitantes se perdió una razón grande para acercarse a una Peña, los socios del conurbano muchas veces se acercan por otros motivos. La ayuda solidaria en el territorio es otro de los orgullos de este grupo de Cuervos. “Cada vez que vamos a un comedor o a un hogar para dar una mano, llevamos pelotas y banderas de San Lorenzo. Eso nos llena de alegría”.
La gran meta de todo sanlorencista de ley es volver a Boedo. Los muchachos y muchachas de la peña del oeste también tienen ese sueño y por eso otra de las prioridades históricas ha sido apoyar cada una de las marchas e impulsar la compra de “metros cuadrados”. Apenas se creó el fideicomiso, todos los socios del club salieron a militar por esa causa. Desde la Peña también se buscó generar esa conciencia y hoy aquello que parecía una utopía está cada vez más cerca.
La vuelta a Boedo será recordada como un hito del pueblo sanlorencista, sin nombres propios ni intereses empresariales. En la Peña del oeste creen que el regreso será completo y que allí volverá a estar el estadio que alguna vez les robaron. Para ellos, no habrá medias tintas. De todos modos, a pesar del deseo de la restitución histórica, estos jóvenes se criaron en el Nuevo Gasómetro y para ellos el cambio no será tan fácil. “Allí vivimos todo lo bueno de estos años, no va a ser fácil”.
En el fútbol argentino, la enorme mayoría de los hinchas aman a su club sin segundas intenciones. Aunque algunos quieran afirmar que estamos perdidos y que la violencia matará a nuestro fútbol, mientras haya grupos de jóvenes que se organicen para ayudar al otro en nombre de su club, estaremos salvados.