Xavi Hernández habla sobre Sergio Busquets.
La primera vez que Guardiola subió a entrenar a Busquets con nosotros ya vi que estábamos ante un jugador especial. No es que yo fuera un visionario para saber que iba a ser el mejor mediocentro del mundo, que es lo que es hoy, pero los rondos que hacíamos nosotros eran una prueba infalible para detectar a jugadores especiales. Y Sergio lo era por la rapidez con la que lo entendía todo, con la que tocaba la pelota a la primera, con la que era capaz de resolver cualquier situación.
Su evolución fue brutal, un crecimiento tremendo. ¡Con 21 años ya era campeón del mundo! A Sergio le vino muy bien pasar por el filial con Guardiola. Aunque su padre se lo llevó a Lleida y él jugó en el Jabac, equipo de Terrassa, mi ciudad, su forma de entender el juego era la que ya teníamos en el Barcelona.
Cuando los entrenadores daban el equipo una de las primeras cosas que yo hacía era mirar si jugaba Busi. Cuando no estaba en el once me decía, “hostias, cuidado”. Y cuando estaba me quedaba tranquilo porque sabía que teníamos muchas cosas ganadas con él en el campo. Con él se puede jugar a muchas cosas y de muchas maneras porque es una garantía por su inteligencia táctica.
De su juego se pueden decir mil cosas, pero lo podemos resumir diciendo que es capaz de mejorar al lateral, al central, al interior, al delantero… En su cabeza lo primero que hay dentro y fuera del campo es el equipo. Roba una cantidad enorme de balones y lo logra sin hacer faltas; presiona con inteligencia para hacer que el equipo pueda ir a apretar arriba sin miedo; técnicamente es muy bueno, ágil con los pies y la cabeza y ‘trilero’ en el área hasta hacerte pensar cómo se atreve a hacer esas cosas; tiene último pase; es generoso… Es que todo lo hace bien.
Y, luego, en el vestuario es un líder. Cuando lea esto dirá que no, pero lo es. Es de esos jugadores que cuando hablan hay que escuchar. Tiene una gran personalidad, sabe cuándo hay que estar de broma y cuándo hay que ponerse serio. A eso une que es un extraordinario profesional.
No descubro nada diciendo que Busi es un gran amigo, una debilidad. Yo le pongo de ejemplo aquí en Qatar, en mi equipo, en la Academia Aspire, a los chavales a los que entreno. Es posible que se le valore más cuando deje de jugar, pero para eso queda mucho… por el bien de la selección, del Barcelona y de todos los que amamos al fútbol.
Demasiado claro Xavi para explicar las virtudes de Busquets. Tan claro que nos es imposible encontrar algún futbolista argentino capaz de cumplir esa función en la Selección. Para empezar, a todos los argentinos les gusta demasiado estar en contacto con la pelota y la principal virtud de Busquets es jugar a un toque. Ya se lo dijo Guardiola cuando lo entrenaba: “A un toque eres el mejor del mundo, a dos eres muy bueno, a tres ya eres normal”. Entonces, quizás, lo que se necesita en Argentina es una reeducación desde las Inferiores: “Vos vas a tener la pelota en los pies lo menos posible, pero eso quiere decir que vas a hacer jugar al equipo lo mejor posible”, podría ser una buena frase para empezar a convencer a los chicos. Mientras tanto, el problema lo tiene Sampaoli, que busca un 5 por acá y por allá y no lo encuentra.