“I shot the sheriff/But I didn’t shoot no deputy”. Bob Marley lo escribió en 1973 y ahora Shaquille O’Neal vuelve a poner de moda ese mantra del reggae. Es que Shaq acaba de jurar como asistente (deputy) del sheriff de Jonesboro y nos imaginamos que, cómo en la canción, ahora en el condado de Clayton County, Georgia, habrá más gente disputa a reconocer que le disparó al sheriff que a su colaborador.

3b22446e00000578-4009118-image-m-3_1481110542282“Bienvenido a la familia de la lucha contra el crimen”, posteó en Facebook Victor Hill, el sheriff que le tomó juramento al enorme pivot que fue cuatro veces campeón de la NBA a comienzos de siglo. Además, lo presentó como el “deputy” más alto en la historia del condado. Un récord previsible para un exbasquetbolista de 2.16 metros de altura y casi 150 kilos, aunque no hubo menciones a su peso. Los estereotipos policiales parecen ser, también, globales.

Pero la vocación de servicio policial de Shaquille no comenzó la semana pasada. Se remonta a cuando jugaba con los Lakers. Entre práctica y práctica, después de despedirse por un rato de Kobe Bryant y de Phil Jackson, Shaq estudió en la academia del departamento de Sheriff de Los Ángeles, la segunda agencia policial más grande de EEUU, y se recibió como oficial subrogante en la policía portuaria de LA.

En 2005, cuando ya jugaba en Miami, donde también fue campeón, Shaq siguió colaborando con la policía local. Lo nombraron asistente honorario del cuerpo de alguaciles de los Estados Unidos, una fuerza encargada de ejecutar las órdenes de la justicia federal. Fue vocero de una organización del Departamento de Justicia que perseguía a pedófilos que contactaban menores en Internet y a fin de ese año juró como oficial reserva de la policía de Miami Beach y Golden Beach. Para evitar llamar la atención lo hizo en una ceremonia privada y se fijó un salario anual de 1 dólar.

El resto de su carrera como basquetbolista, en Phoenix, Cleveland y Boston, se mantuvo cerca de las fuerzas de seguridad en cada uno de esas comunidades. Más allá de los cargos simbólicos, y los cameos en la TV o la publicidad, al menos un par de veces Shaq hizo cumplir la Ley. En Miami intervino cuando una persona era insultada, con gritos homofóbicos, convocó a la policía y su declaración permitió, luego, condenar a los dos culpables. En 2006, participó en una operación policial en una estancia y, luego, fue nombrado asistente del sheriff de Bedford County.

En total, Shaq tiene cargo de oficial de policía reserva en tres estados: California, Arizona y Florida. Además de designaciones honoríficas en varios condados y otras menciones en fuerzas judiciales y de seguridad. Mucho más que los cuatros anillos NBA que lo hicieron famoso. Pero su sueño sigue siendo convertirse en Sheriff. Ahí veremos que hace Bob Marley.