Estados Unidos y Alemania no se ven las caras en una Copa del Mundo desde hace 12 años. La última vez que se cruzaron fue el 21 de junio de 2002, en Ulsan, en los Cuartos de final del Mundial de Corea y Japón. La estadística, aséptica y olvidadiza, cuenta apenas que los alemanes ganaron 1-0 con un tanto de Michael Ballack a los 39 minutos de la primera parte. Lo que la ficha del partido no cuenta es que el equipo de Bruce Arena fue muy superior a los europeos, que mereció la victoria y que el árbitro escocés Hugh Dallas no vio una clarísima mano con la que los alemanes evitaron el empate de EEUU.
Estados Unidos tuvo las más claras. Durante la primera media hora un joven y veloz Landon Donovan, que esta vez se quedó afuera del equipo, hizo sufrir a todos los defensores alemanes. Generó las tres chances claras de su equipo, un tiro de lejos, un mano a mano y una asistencia para un disparo de Eddie Lewis. En las tres, apareció el gran Oliver Kahn, el que fue el mejor arquero del Mundial y al que se le escapó de las manos la Copa en la final ante Brasil.
Cuando se moría el primer tiempo sin que Miroslav Klose haya inquietado a Brad Friedel llegó una pelota parada para Alemania desde la derecha. Christien Ziege tiró el centro con zurda, Ballack ganó de cabeza y puso el 1-0 en la única llegada clara de los germanos. Ese ratito, hasta el entretiempo, fue lo mejor del equipo de Rudi Völler. Enseguida, a los 43 minutos, Klose estuvo a punto de anotar su sexto gol en el Mundial (terminó con cinco), pero su cabezazo se estrelló contra el palo izquierdo.
En el 2do tiempo, EEUU salió con todo para empatar y metió a Alemania contra su arco. Justo entonces, a los cinco minutos, llegó el momento que debió cambiar el partido. Claudio Reina tiró un preciso córner desde la derecha, Tony Sanneh peinó en el primer palo y Gregg Berhalter entró para empujarla en el segundo. Kahn se estiró, la tocó pero no la detuvo, sólo un disimulado y salvador manotazo de Torsten Frigs pudo evitar el empate. Kahn terminó hecho una bolita contra las piernas de Frings, con la pelota en sus manos. Berhalter aportó al tumulto. Los jugadores de Estados Unidos reclamaron lo obvio. El escocés Dallas dijo que no pasó nada, que fue foul contra el arquero, y obligó a seguir jugando sin consideración.
EEUU siguió buscando y errando. Donovan tuvo la chance de empatar con un tiro de cerca, Reina con un disparo largo tras una mala salida de Kahn, Sanneh falló un cabezazo en el último minuto. Nada fue suficiente. No iba a entrar de ninguna manera. Alemania ganó otra vez 1-0, como en 8vos ante Paraguay y como en semis ante Corea del Sur.
Cuando terminó el partido el DT felicitó a sus jugadores. EEUU acababa de alcanzar su mejor actuación, 8vo lugar, en la era moderna de los Mundiales (es decir, sin contar el 3er puesto de 1930). El vestuario estaban en silencio y Bruce Arena dijo una gran verdad: “Así es el fútbol, es cruel a veces”. Es cruel y también da revancha. Les toca a los muchachos de Klinsmann pasar a cobrarla.