Una luna roja. El eclipse del último fin de semana nos entregó un fenómeno visual que parece graficar al extremo una historia, una leyenda del fútbol argentino que leímos por primera vez hace más de 15 años, pero que algunos hinchas todavía desconocen: el día en que Independiente llegó a la luna.

Está bien: resulta un poco incomprobable, pero eso es parte del encanto. Y justamente, esta semana, encontraron agua en marte, el planeta rojo. Mirá vos qué casualidad. Las señales astronómicas recientes nos envalentonaron, así que arranquemos por el principio: corría el año 1967. No sabemos hacia dónde, pero corría.  Independiente había sido campeón del Nacional de esa temporada –el plantel, el fútbol, lo urgente estaba en orden- y los dirigentes buscaban darle un perfil de inclusión social al club. Al secretario de cultura y relaciones públicas se le ocurrió organizar una muestra referida a la carrera espacial entre Estados Unidos y la Unión Soviética, típico tema de época. La idea cuajó.

El hombre en cuestión era Horacio Rodríguez, y dejó de lado las filiaciones de color: en lugar de comunicarse con los rojos habló con la embajada de Estados Unidos para ver cómo lo podían ayudar a organizar el evento. La respuesta fue inmediata: recibió maquetas, réplicas de las naves usadas para las misiones espaciales, trajes, fotos de los astronautas… En fin, varios objetos para exponer en Avellaneda. Ya aparecían un par de nombres que luego serían célebres: Neil Armstrong, Buzz Aldrin y Michael Collins. La primera tripulación en llegar a la luna.

Claro que en los comienzos de 1969, todavía no eran leyenda. Sin embargo, Rodríguez quedó impactado por lo que había visto en su club, y cuando se enteró de lo que planeaba la misión del Apollo 11, razonó de manera impecable, como sólo un hincha lo puede hacer: “Armstrong, Aldrin y Collins van a ser los héroes más grandes del siglo: tienen que ser socios de Independiente”.

Convencido de su idea, el hombre les envió a los astronautas unos carnets honorarios –los únicos de la historia del mundo en que los socios aparecen con escafandras espaciales-, tres banderines y equipos completos de Independiente para sus hijos.

El documento no deja mentir: en las vitrinas de Independiente aparece una foto en la que una representante de la embajada recibía el obsequio de parte de cuatro dirigentes: el presidente Nicolás Arias, Pedro Iso, Boris Lisnovsky y el propio Héctor Rodríguez. También sobrevivieron las fotos de los carnets honorarios para los astronautas. Primer dato incontrovertible: Neil Armstrong, el primer hombre en pisar la luna, fue el socio 80.400 del Club Atlético Independiente de Avellaneda. Buzz Aldrin fue el afiliado número 80.399 y Michael Collins, el piloto del módulo espacial que esperó a sus compañeros mientras caminaban por la luna, el 80.401.

El 23 de mayo de 1969, el propio Armstrong agradeció el gesto a través de una carta con el membrete de la NASA. Se sorprendió por el envío de “los tres banderines”, uno para cada uno, que les habían entregado “junto con un equipo completo de Independiente para los hijos varones de los tres astronautas”.  Armstrong le expresaba también su deseo de “poder visitar Buenos Aires pronto”. “Que las circunstancias me permitan aceptar su invitación de visitar el club”, escribió. Segundo dato innegable: los hijos de Neil Armstrong tenían un conjuntito del Rojo.

Todo esto no es más que el preámbulo de una genialidad. En julio de 1969, el Apollo 11 llegó a la luna. En noviembre de ese mismo año, Neil Armstrong visitó la Argentina en medio de una gira mundial. Rodríguez, junto a su esposa, fue invitado a la embajada norteamericana para conocer al héroe. Y Armstrong le reveló lo imposible: que había llevado el banderín de Independiente a la luna como cábala.

Tercer dato, ya no tan incontrovertible: las primeras banderas en llegar a la luna fueron la de Estados Unidos y la de Independiente, aunque esta última llegó en forma de banderín. Nosotros elegimos creerle a Armstrong.

En el año 2009, la Revista El Gráfico publicó una hermosa y lisérgica nota en la que el periodista Claudio Paoloni tuvo una charla memorable con Rodríguez, que certificó su condición de fanático enfermo. Lo transcribimos:

–¿Y qué le dijo Armstrong? Le pido, por favor, que sea lo más preciso posible. No olvide que fue un diálogo histórico.

–Sí, sí, entiendo. Le cuento: me comentó que Independiente había sido el único club del mundo que había tenido ese gesto, que lo había sorprendido mucho, y que entonces decidió llevar el banderín a la luna como cábala…

–¿Qué opina, Rodríguez, de los que sostienen que ese viaje fue un fraude, el mayor engaño a la humanidad?

–Alguna vez escuché algo, pero me tiene sin cuidado: yo hablé con Neil Armstrong, y él me garantizó que el banderín llegó a la Luna en la Apollo 11. ¡Los que inventaron esas versiones deben ser hinchas de Racing!