Stepán Bandera fue el líder más emblemático de la Organización de Nacionalistas Ucranianos, que através de su Ejército Insurgente apoyó a la Alemania nazi para combatir al ejército rojo soviético en la última etapa de la Segunda Guerra Mundial. Cuando Hitler invadió la ciudad de Lviv en 1941, Bandera y sus seguidores se convirtieron en el brazo local del régimen. “Vuestras cabezas yacerán a los pies de Hitler”, rezaba un panfleto banderista dirigido a los judíos del pueblo, que tras la invasión murieron de a miles en pocos días. Más de setenta años después, un futbolista celebró en las redes sociales su propio parecido físico con el dirigente nazi y desató un escándalo.
El delantero Román Zozulya es un ferviente nacionalista ucraniano. Según informó la agencia de noticias Spútnik, ha defendido la acción del Ejército ucraniano en la llamada operación antiterrorista (ATO) en el este de Ucrania y ha llevado a cabo varias campañas para recaudar dinero. El apoyo del futbolista a las tropas de Kiev no es solo moral, ya que Zozulya también participó en la organización de actos para ayudar a la financiación de la Brigada del Aire número 25 del Ejército ucraniano.
En 2015, Zozulya publicó un tuit en el que se reía de su similitud física con Bandera, quien es aún hoy símbolo de la ultraderecha de su país. Este hecho y sus múltiples manifestaciones políticas no atentaron contra su convocatoria en la Selección, ni contra su participación en la Euro 2016, ni tampoco contra su transferencia a Betis de España. Sin embargo, sí provocaron el total repudio de los hinchas de Rayo Vallecano, que impedieron su llegada al club.
“En Internet hay una radiografía completa de las personas. Al conocer el nombre del fichaje que querían hacer pusimos al club sobre aviso porque no encajaba con los valores que siempre hemos defendido, que son la solidaridad y la ayuda a los colectivos más desfavorecidos. Traer a un futbolista que alardea de pertenecer a un segmento nazi de Ucrania choca de lleno contra los principios que fomentamos”, afirmó Ángel Domíngez, presidente de la ADRV (Asosiación Deportiva Rayo Vallecano), la plataforma que nuclea a casi todas las agrupaciones de aficionados rayistas. Es el sentimiento del pueblo de Vallecas.
Rayo Vallecano es mucho más que un club de fútbol. Es el rasgo de identidad más fuerte del barrio más humilde, trabajador y combativo de la aristocrática Madrid. Los hinchas en realidad son militantes políticos, que utilizan al club como un medio para cambiar la realidad. Por eso, la posible llegada de un futbolista neo-nazi hizo saltar las alarmas en todos los hogares vallecanos. Sólo quince horas después de confirmada la transferencia, Zozulya tuvo que regresar a Sevilla.
Además del tuit en favor de Bandera, los rayistas recuerdan su llegada a España en agosto, cuando apareció con una camiseta con el escudo de Ucrania y una leyenda en su idioma natal. Se dijo que esa leyenda estaba relacionada con el grupo neonazi Pravy Sektor, partido político nacionalista y paramilitar ucranio. Aunque el jugador desmintió tener filiación con ese sector, en sus redes sociales se lo puede ver muy cerca de símbolos vinculados al mismo.
“Intenté hablar con los hinchas del Rayo, hacerles entender, pero no quieren. Algunos aficionados me dijeron que eran prorrusos, que apoyaron a los prorrusos en Donbass, no puedo entenderlo. ¿Cómo voy a jugar para un equipo que es prorruso?”, afirmó Zozulya este domingo. Los dirigentes de Betis fueron los primeros en pedir su regreso para evitar cualquier tipo de hecho violento. De todos modos, la parcialidad de Rayo se ha expresado de forma pacífica.
El plantel de Betis expresó su apoyo a Zozulya a través de un comunicado: “Queremos condenar el trato al que se ha visto sometido y cuyo origen no deja de ser una noticia falsa sobre el significado de la camiseta con la que aterrizó en Sevilla. La situación creada posteriormente nos parece de una gravedad extrema y sentimos que en cualquier momento podemos ser uno de nosotros las víctimas de un trato similar. Todos, incluidos vosotros (los periodistas), deberíamos reflexionar sobre lo fácil que es hacer daño gratuito. Por nuestra parte, manifestar todo nuestro apoyo a Roman y a su familia. Todos somos Zozulya”.
Los representantes de la ADRV agregaron: “Es mentira que la afición haya impedido la llegada de Zozulya. Lo que sí mostramos es el rechazo a un fichaje que vulnera los valores del club por su demostración evidente de que financia a un grupo que no entronca con lo que piensa la afición del Rayo. Aquí el jugador no va a ser bien recibido por el conjunto de la masa social”.
Además del rechazo al fichaje, los hinchas se manifestaron en contra del dueño del club, Raúl Martín Presa. Las banderas contra la administración de la Sociedad Anónima que dirige Presa se pueden ver en cada partido del equipo y las voces en su contra se escuchan por todo Vallecas. “Estamos cansados de una gestión personalista. Nosotros entendemos que este fichaje no pinta nada. La prueba es que cuando sonó su nombre se le hizo saber al presidente, el club dudó de su incorporación y al final Presa decidió unilateralmente seguir. Esto es el último capitulo del libro de una nefasta gestión”, admitieron los portavoces de la ADRV David Arranz y Raúl Díaz.
El diario El País publicó la opinión de Presa, partidario de reexaminar la admisión del ucranio. “Yo de política no hablo porque no sé, pero los principales valores del Rayo son la tolerancia y el respeto. Si en algo se ha caracterizado el Rayo es porque aquí todo el mundo es bien recibido. Aquí jugamos al fútbol, independientemente de la ideología, la orientación religiosa, la orientación sexual o el color de piel. El Rayo es un club que está implicado en todas las causas sociales. Este es un club de buena gente que se vuelca socialmente en ayudar a la gente que lo necesita. Lo que ocurrió el miércoles fue culpa de unas pocas personas que no representan los valores del Rayo. Eso no es el Rayo”.
El miércoles, varios hinchas desplegaron una pancarta durante el que iba a ser el primer entrenamiento de Zozulya con el Rayo: “Vallecas no es lugar para Nazis / Presa para ti tampoco / Vete ya”. El jugador ya fue inscrito en el plantel de Rayo a préstamo hasta junio y su vinculación no tiene marcha atrás. FIFA y UEFA aún no se han expedido sobre el tema, pero la transferencia se hizo como mandan los reglamentos y el ucraniano está en su derecho de jugar en su nuevo club, a pesar de su huída de Vallecas rumbo a Sevilla.
El dueño quiere a Zozulya, pero los hinchas se le opondrán hasta las últimas consecuencias. Por su origen y su trascedencia social, Rayo Vallecano es quizás la única SAD en la que la palabra del pueblo tiene importancia. Ellos ya hablaron: lo único que quieren es cuidar a su club.