Hace un par de semanas les hablamos de un juego idiomático-futbolero que solemos practicar en nuestras reuniones de redacción, que dimos en llamar Los Amigos. Si no lo recuerdan o si lo perdieron, pueden pasar a repasar de qué se trataba o bien a revisar el Top Ten de aportes de los usuarios con sus respectivas menciones de honor.
Hoy venimos a presentarles una pequeña evolución de ese juego, traída a nosotros gracias a un lector que nos hizo pensar en un juego paralelo pero no idéntico, tras descartar los nombres “2×1” y “La fusión”, bautizamos como “Jugadores Híbridos”.
Las reglas son muy sencillas. Básicamente se trata de sumar dos apellidos de jugadores para que den como resultado un tercero. Algunos ejemplos prácticos para aclarar la cuestión:
Migliore y Campodónico: Migliónico (éste es el ejemplo madre, aquel que nos dio el lector y que desembocó en este juego)
Marangoni y Cardona: Maradona (o bien Maradona y Rigoni: Marangoni)
Mena y Perotti: Menotti
Pontiroli y Bertoni: Pontoni
Espina y Netto: Spinetto
Mussis y Messi: Musimessi
Campos y Luongo: Campilongo
Castaño y Pinola: Castagnola
Gento y Onnis: Genoni
Un par de reglas fueron fundamentales para ordenar un poco la catarata de nombres que se nos empezaron a ocurrir. A saber.
1- Si llamamos a cada uno de los jugadores que componen la suma inicial “factores”, y al híbrido resultante como “producto”, ninguno de los factores puede tener solamente una sílaba. Así, será anulado por ejemplo cualquier híbrido que contenga el nombre de Mas (Mas y Pellerano: Mascherano) o Sá (Carrasco y Sá: Carrascosa) o Re o Ba o cualquier otro monosílabo que haya pisado las canchas del fútbol mundial.
2- El factor híbrido resultante de la suma NO PUEDE tener solamente dos sílabas. Debe contar con tres o más. Así, quedan completamente descartadas asociaciones como Vera y Monzón: Verón, Sosa y Marín: Sorin, Tena y Gálvez: Tevez, o cualquier otro híbrido de este modelo.
3- No vale como híbrido un jugador de doble apellido que se forma a partir de dos apellidos simples. Es decir: Navarro y Montoya: Navarro Montoya es incorrecto.
Nuestro compañero Fabián Mauri quería que el híbrido resultara también una mezcla de los talentos de los jugadores involucrados. Y quiso imponer la regla de que todos los futbolistas híbridos tenían que ser mejores que cada uno de los componentes de la suma que los determinaba. Esto, por supuesto, fue descartado por inviable.
Los invitamos sencillamente a aportar lo suyo. Un jurado evaluará los mejores intentos y los destacaremos en una nota la semana que viene. Tengan en cuenta que los campeones mundiales de esta disciplina somos nosotros, y como tales nos arrogamos la tarea de resolver cualquier conflicto de validez que surja en una mesa de amigos.
Y antes de que se alerten, ya sabemos que es una estupidez de fuste, evolucionada, pero no nos importa. Después de todo seguimos llamándonos Un Caño.