El historial mundialista dice que jugamos cinco, ganamos uno, perdimos tres y empatamos dos. En realidad uno de los empates -el a 1 a 1 en cuartos del 2006- terminó en eliminación por derrota en los penales, de modo que el mejor resultado frente a Alemania, al margen de la final de México en el 86 por supuesto, fue el empate 0 a 0 en la primera fase del Mundial de Inglaterra en 1966.
Para ponerlo en contexto, Argentina venía de dos grandes frustraciones en Mundiales: de Chile 62 y de Suecia 58 nos volvimos en primera ronda y sin mostrar nada. En ocho años habíamos pasado de creer que éramos los mejores del mundo, a sentirnos inferiores a cualquiera. Pasábamos por una crisis de identidad futbolera, desconfiábamos de nuestra técnica y admirábamos -y temíamos- el ritmo y la fortaleza física de los europeos.
En la fase de grupos del Mundial 66 debutamos contra España y ganamos 2 a 1. En la segunda fecha tocaba Alemania que venía de golear 5 a 0 a Suiza y parecía una aplanadora. La contundencia alemana y la paranoia argentina ante el riesgo de otra eliminación temprana persuadieron al entrenador, Juan Carlos Toto Lorenzo, de que un empate en Villa Park era lo mejor que podía pasarnos. Curiosamente, Su colega alemán, Helmut Schön, pensó lo mismo y asignó a Franz Beckenbauer, su mejor hombre, la marca de Ermindo Onega, el mejor de los nuestros. Conclusión, Onega y Beckenbauer se tacharon la doble y el partido se convirtió en un calvario para los espectadores neutrales.
Pudo haber cambiado la historia en los primeros minutos, cuando Roberto Perfumo protagonizó un blooper con final feliz: Cabeceó hacia atrás un centro frontal que cayó dentro del área argentina, la pelota dio en el travesaño ante el estupor de Roma, pero El Mariscal se repuso y en acrobática chilena, apurado por un delantero alemán, sacó las papas del fuego.
La estrategia de Argentina fue esconder la pelota, pasársela todo el tiempo a Roma, demorar hasta la exasperación y no hacerle asco ni a la fricción ni al choque, a pesar de la clara superioridad física de los alemanes.
Faltando veinte minutos, Rafael Albretch le pegó un patadón inexplicable a Uwe Seeler que obligó al árbitro yugoslavo a mostrarle el camino de los vestuarios. El tucumano se hacía el que no entendía y no se iba. Pasaban los minutos. El capitán argentino, Antonio Rattin, aprovechó para ensayar todo el repertorio que unos días más tarde lo consagraría como el abanderado de los Animals frente a Inglaterra en Wembley. Gesticuló, pidió el intérprete, entró la policía. Pasaban los minutos.
El empate en cero y con un hombre menos fue caracterizado casi como una hazaña por la prensa de la época. El hecho de que finalmente Alemania cayera en la final frente a Inglaterra por un gol que nunca se supo si fue o no fue, cotizó mejor la valorización de aquel empate en el balance final. Sólo habíamos perdido contra el campeón, y empatado contra el segundo, logrando acceder a una instancia a la que no se llegaba desde el Mundial de 1930.
SINTESIS – ARGENTINA 0 vs ALEMANIA 0 – Cancha: Aston Villa en Birmingham. Juez: K. Cezevic de Yugoslavia. Jugado el 16 de Julio de 1966. Argentina: Roma; Perfumo, Marzolini; Ferreiro, Rattin, Albretch; Solari, Gonzáles, Artime, Onega y Más. Alemania: Tilkowski;Hottges, Schenellinger; Beckenbauer, Schultz, Weber, Brulls, Halter, Seeler, Overath y Held.
Podés ver el partido completo con muy buena imágen y comentarios en alemán.
