Ya muchos habrán visto algún pedacito de la “entrevista” que Luis Majul y Ari Paluch le hicieron a Carlos Tevez. Nosotros queremos quedarnos con el mensaje horrible que bajaron los conductores del programa La Cornisa en el momento de hablar de dinero, algo muy parecido a lo que sucedió con Ricardo Darín cuando fue al programa de “pará, pará, pará, vos me estás diciendo que el café con leche tiene café y leche?” Fantino. Casi con dos años de diferencia, Darín y Tevez, cada uno a su manera, dijeron exactamente lo mismo. Y lo contrario a lo que pensaban los periodistas.

Si no quieren ver el video que está abajo, les reproducimos parte de la charla entre Fantino y Darín.

 -¿Qué te pasa con Hollywood?
-Nada. Bueno, nada en particular.

-¿Has tenido propuestas?
-Ni vale la pena mencionarlo. ¿Sabés qué pasa? Hay momentos y momentos en la vida. No me quita el sueño Hollywood. A mí me criticaron por no ir al Oscar. Ya fui una vez y no me puso muy contento. Ya fui. Ya está… Cuando me ofrecieron un papel, para una película de Tony Scott, yo estaba haciendo teatro en España y lo único que quería era volver y estar con mi familia.

-Pero sabés la guita que podrías haber ganado.
-¿Y? ¿Y? ¿Para qué sirve?

-Para vivir mejor.
-¿Mejor de lo que yo vivo? Yo me pego dos duchas calientes por día.

-… Claro…
-Yo soy todo lo feliz que puede ser un tipo que vive en una sociedad y en un mundo como el de hoy. Aplaudo con los pies. Vivo una situación privilegiada. Tengo una familia increíble. La gente me quiere. Me da besos por la calle. Me abrazan. ¿Qué más querés? ¿Para qué más? Yo soy todo lo feliz que se puede ser.

tevez 350El domingo, la charla entre Majul, Paluch y Tevez fue más o menos así:

-¿Qué dejaste para venir a Argentina?
-¿Qué dejé para venir a Argentina?

-Sí, no sé, 30 palos, 100 palos…
-Lo que gané es felicidad. Lo que dejé ya está.

-Vos sos un tipo de 30 pirulos que fuiste, volviste. No sé cuánto perdiste. Yo supongo que habrán sido unos cuantos palos. Y ahora tenés una oferta de un equipo…
-Sí, de China.

-Hago así con la mano (como si fuera mucho) está bien, ¿no?
-Veinte. Por año.

-¿Me podés contar eso? ¿Lo hablaste con tu familia? Lo que puedas contar.
-Es que ya la peleamos. Ya está. Yo me fui 10 años y aunque lo disfruté me faltaron mis viejos, mis hermanos, me perdí la crianza de mis hermanos, de mis sobrinos. Y lo mismo mi señora y mis hijos. A mí 20 millones hoy no me cambian nada. Mi tío me dice: “Nacimos desnudos y nos van a enterrar desnudos”. Una vez que mis hijas pueden estar bien, ya está. Ahora tiene que tratar de ser feliz uno.

¿Darín más clarito que Tevez? ¿Tevez más clarito que Darín? Da igual: uno más claro que el otro.

Claro que lo de Majul y Paluch con el dinero, las frivolidades y el materialismo no se quedó ahí y entre los dos hicieron “preguntas” como…

“Tus amigos… Dicen mirá la que gana… La que se llevó… ¿Te manguean?”. Y otra lección en la respuesta de Tevez. “No, no me manguean porque ellos tienen trabajo. Yo los ayudé pero ellos se ganan la plata que se tienen que ganar. Obvio que uso mis contactos para ayudarlos, pero cada uno tiene que salir a trabajar y ganarse la plata como se debe”.

Y Majul dale que te dale con que todo lo que no es Argentina es mucho mejor. “Estuviste unos cuantos años afuera, más de diez años afuera, ¿no? Y volvés a una Argentina que… psstt… A ver, es tu Argentina, es tu barrio, es tu gente… Nunca dejaste de tener contacto, pero es… No es lo mismo vivir acá que en Londres o en Manchester o en Italia…”. “O en Turín”, acota Paluch, el hombre que baja un supuesto mensaje de espiritualidad. Y responde Tevez, como podría responder cualquiera que es feliz: “Yo vivo igual. A mí no me cambia nada”.

Ahora insiste Paluch: “Con el respeto que me merece la Bombonera y Quilmes y sin ser peyorativo con nadie, ¿cómo fue jugar la final de la Champions y a los pocos días estar jugando Boca con Quilmes?”. Somos un poco repetitivos pero Tevez volvió a poner en caja a los conductores: “¿Sabés cuál es la diferencia? Que yo me acostaba pensando en ese día y me dormía pensando en ese día. Pisar la Bombonera de vuelta con la camiseta de Boca era lo único que pensaba. La Champions ya la había ganado (¿les suena lo del Oscar de Darín?). Y yo veía a Boca que no arrancaba y me dolía, me dolía. Mis hermanos y mi viejo sufrían con Boca. Y venir y poder darle una mano al equipo que amo… Sólo pensaba en el partido con Quilmes”.

Y así, pensando, se quedaron los conductores. O eso nos gustaría.