Fue la primera vez que un equipo argentino disputó esa instancia. Era la quinta edición de la Copa Intercontinental de clubes. Independiente, Campeón de América se impuso por 1 a 0 al Inter de Milán, Campeón de Europa. El partido jugado en Avelleneda en la noche del 9 de Septiembre de 1964, fue una de aquellas típicas batallas coperas de los sesenta.
El Inter, dirigido por el legendario Helenio Herrera, vino a proponer un planteo defensivo para intentar sacar un empate y buscar definir en la revancha que se jugaría en Italia.
Independiente tuvo la desgracia de quedarse con diez hombres a los 34 minutos: el defensor Tomás Rolan, sufrió una grave lesión y en aquella época todavía no se permitían los cambios. Pero tambien tuvo la fortuna de encontrarse con un gol inesperado, tras un tremendo error del arquero italiano Giuliano Sarti, que dejó escapar entre sus piernas un debil cabezazo de Mario Rodriguez, que se le coló entre las piernas al quitarle la vista a la pelota ante la arremetida de Pedro Prospitti. Iban 14 minutos del segundo tiempo.
El equipo italiano absorbió el golpe y cambió su planteo para ir en busca del empate, pero el local reorganizó su defensa y aguantó. La descollante actuación del arquero rojo, Miguel Ángel Santoro, impidió un empate que tal vez hubiera sido lo más justo.
Con la ventaja de haber ganado el partido de ida, Independiente viajó a Milán con la esperanza intacta de volver con la Copa Intercontinental, pero no pudo ser. En el San Siro se impusieron los italianos por 2 a 0, lo que obligó a un tercer partido de desempate que se jugó en Madrid.
Con gol de Mario Corso en tiempo suplementario, Inter se consagró Campeón Intercontinental por primera vez en su historia, mientras que Independiente, más tarde Rey de Copas, tuvo que esperar hasta 1973 para, tambien en Italia pero ante Juventus, consagrarse con aquel inolvidable gol de Bochini.
