Roberto De Vicenzo nació en Villa Ballester el 14 de abril de 1923 y murió en Ranelagh, el 1° de junio de 2017.  Fue, sin dudas, el golfista más grande de la historia de la Argentina.

devicenzo_intCampeón de Majors, del mundial por equipos con Argentina en Montreal en 1953 e individual del PGA en 3 ocasiones. Además, ganó 230 abiertos de golf.

A los 9 años se inició como caddie y en 1933 jugó su primer torneo de golf. Fue considerado uno de los deportistas más destacados de Argentina.

De Vicenzo, además, es muy recordado por un grave error que cometió en el Masters de Augusta 1968. Al finalizar el torneo no revisó su tarjeta, llenada por su compañero Tommy Aaron, quien le había anotado cuatro golpes en el hoyo 17 en lugar de los tres de un birdie. De Vicenzo firmó la tarjeta con ese golpe de más y según las reglas del golf, si una tarjeta tiene más golpes que los realmente efectuados, se acepta la puntuación declarada por el golfista. Por eso De Vicenzo, que en el campo había empatado el primer lugar, terminó segundo. Bob Goalby se adjudicó el Abierto. Cuando el argentino se enteró del error que habían cometido él y su colega, se limitó a expresar una simple frase que quedó para la historia: “Qué estúpido que soy”. Nunca culpó a Aaron ni al comité que se limitó a aplicar las reglas.

Sin embargo, el mito popular alimentó la más grande anécdota de su vida en la que, insólitamente, el jamás habría estado presente.

Dice la memoria popular que la conductora de televisión, Mirtha Legrand, en sus populares almuerzos, le habría dicho a su mujer en una reunión de mujeres de deportistas exitosos:
-¿Cuál es la cábala de tu marido?
A lo que la esposa de De Vicenzo respondió:
-Antes de cada torneo le beso las pelotas.
Mirtha, dicen que sorprendida, la preguntó:
index-¿Qué pelotas?
A lo que la mujer de De Vicenzo, colorada, respondió:
Las de golf, por supuesto.

¿Mito urbano o verdad? Francamente, no interesa. La anécdota es tan hermosa que vale por sí misma.

Mirtha Legrand, al respecto, declaró alguna vez:
“Siempre cuentan una anécdota con el golfista De Vicenzo. Se dice que yo había invitado a su mujer a la mesa y que le preguntaba ‘¿y usted qué cábala tiene, señora?’ Y que ella respondía: ‘Le beso las pelotas ’. Y yo le decía: ‘¿Las de golf?’ ¡Yo nunca conocí a esa mujer ni la invité!”.

Sobre esa historia, el propio De Vicenzo alimentó el mito en el programa de Matías Martin, Basta de todo:
“Una vez Mirtha me preguntó si mi señora me besaba las pelotitas cuando yo iba a jugar al golf.  ‘¿Y usted dijo?’, me dijo el periodista, a lo que respondí: ‘yo cerraba los ojos’”.

De Vicenzo murió a los 94 años.

Se fue un grande,