“Tenemos al nuevo Messi. Su nombre es Pietro Pellegri”, aseguró Enrico Preziosi, dueño de Genoa. Eso fue en 2015. Pietro recién había cumplido 14 años y ya tenía su compacto en Youtube.
Pellegri nació en Génova en este siglo, el 17 de marzo de 2001. Su físico imponente, hoy mide 191 centímetros, nunca lo hizo muy parecido a Messi. Pero siempre fue crack. Un 9 de área movedizo. Goleador, potente y veloz. Su ídolo es Zlatan Ibrahimovic y puede que hasta tenga una figura similar. Quizás sin su plasticidad ni todo su talento, pero es igual de confiado y eficaz.
La familia Pellegri es original de Génova. Viven en Pegli, un barrio costero al oeste de la ciudad, donde el club tiene su campo de entrenamiento. Marco, su padre, trabajó durante años en Genoa. Fue entrenador en las inferiores y ayudante de campo en el equipo de Primera. Marzia, su madre, es de una familia de hinchas de Sampdoria. En una típica casa genovesa, partida por el fútbol, Pietro eligió seguir el mandato paterno. El papá se encargaba de que no dudara. En 2005, cuando el club fue descendido a Tercera en un escándalo por arreglo de partidos, Marco Rossi, el capitán y figura del equipo, solía cenar en la casa de los Pellegri. Después, jugaba un rato a la Playstation con el precoz Pietro, que empezaba a soñar sus primeros goles en digital.
Pietro es un producto auténtico de la cantera de Genoa, una de las mas prolíficas del Calcio. Hizo todas las divisiones inferiores en el club y los domingos iba a la tribuna a alentar por el rossoblue, como un hincha más. Un año después de aquella frase del presidente, vio la goleada 3-0 en el clásico ante Sampdoria, el 8 de mayo de 2016, atrás de uno de los arcos.
En agosto, cuando arranco la temporada siguiente, Pietro empezó a entrenar con el plantel profesional. Solo tenía 15 anos. Su padre, Marco, parte del cuerpo técnico seguramente tuvo que algo ver. Si Pietro hubiera sido muy malo se trataría de un típico caso de nepotismo, claro. El que juega solo por ser “el hijo de”. Pero este caso es distinto, como el pibe es un crack en potencia estaba todo bien.
El debut en Primera llegó bastante rápido. El 22 de diciembre, en Turín, jugó su primer partido en la Serie A con apenas 15 años y 280 días. Nada casualmente, igualó el récord de Amedeo Amadei como el debutante más joven en el fútbol italiano, que había jugado su primer partido con Roma en 1937. Ingresó en el minuto 88, por Tomás Rincón, en la derrota 0-1 ante Torino.
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— Pietro Pellegri (@pietropellegri) 24 de diciembre de 2016
Mientras, volvía de tanto en tanto al equipo juvenil para hacer diferencia. Y tuvo sus primeras experiencias con la Azzurra. Integró la selección italiana que jugó la Euro Sub17 en Croacia. Si bien logró convertir un gol, el empate parcial en la derrota 1-2 ante Turquía, Italia quedó eliminada en la fase de grupos.
La temporada con Genoa parecía que no tenía más para regalarle. El equipo tuvo un mal año y coqueteó con el descenso por lo que tuvo pocas más chances de jugar. No querían quemar a los pibes, los grandes tenía que hacer el trabajo. Pero, ya salvados, Pietro tuvo un maravilloso episodio final.
El 28 de mayo de 2017 es una fecha importante para el futbol italiano. Esa tarde, en el estadio Olímpico de Roma, Francesco Totti se retiró como futbolista con una victoria 3-2 ante Genoa, en la última fecha de la Serie A. En el equipo genovés, Pellegri fue titular por primera vez, con solo 16 años. Algunos vieron un simbólico pase de testimonio, el veterano que se iba y dejaba lugar para la joven estrella que surge. Además de jugar, Pietro metió su primer gol y se transformó en el primer jugador del siglo 21 en anotar en Serie A y el tercer goleador más joven en la historia del fútbol italiano, detrás de Amadei y Gianni Rivera.
En la temporada siguiente, todavía joven pero algo mas consolidado en el plantel profesional, Pietro siguió batiendo récords. El 17 de septiembre de 2017, ingresó en lugar de Ricky Centurión, a los 33 minutos de un partido ante Lazio, en Génova. En la segunda parte, se convirtió en el primer jugador de 16 años en anotar dos goles en un partido de Serie A y en cualquiera de las grandes ligas europeas. Otra vez, como en todos los otros goles importantes de su carrera, su equipo perdió el partido. Fue derrota 2-3.
La imagen de esa jornada histórica para el Calcio, para Genoa y para los Pellegri fue el llanto infantil de Marco, que estaba dentro de la cancha como asistente técnico del equipo. “En el fútbol, mi viejo me acompaña desde que era chico”, dijo Pietro a la salida del vestuario antes de empezar a titubear de la emoción. Un periodista de la TV italiana acaba de mostrarle el video de su padre escondiéndose en las sombras del banco de suplentes para lagrimear. “El me traía a los entrenamientos, con lluvia y con frío. Mi papá me llevó por el camino correcto en el fútbol, mientras que mi mamá me llevó a la escuela”, recordó el hijo goleador. En la TV, algún conocido de la familia evocó una famosa frase de Pellegri padre: “El día que Pietro entre al campo de juego del Marassi con la camiseta de Genoa pudo ir y morirme”.
Pese a Totti, a su crianza genovesa y al amor por el club, Genoa vendió el pase de Pietro a Mónaco en enero de este año, en mitad de la temporada pasada. El dueño de Genoa había admitido en septiembre, después del doblete, que Milan era uno de los cuatro grandes de la Serie A, junto con tres ingleses, que querían ficharlo. Juventus también estaba interesado. “Teníamos un acuerdo verbal con Pellegri pero, ante una oferta tan grande, dimos un paso al costado”, admitió Beppe Marotta CEO del multicampeón italiano. Y agregó: “Hay cierta decepción en ver a un talento italiano yéndose del país”.
Los monegascos se adelantaron a todos y pagaron 25 millones de euros por un pibe de 16 años. Para Juve, ese talento italiano no valía tanto, todavía. Algunos creen que fue el propio Pietro quien prefirió la propuesta francesa por la cercanía geográfica con su hogar, el Principado y Génova están a menos de 200 km, y porque no quería jugar con otra camiseta italiana. Se fue del Calcio con apenas 10 partidos jugados, 7 tiros al arco y 3 goles.
En Mónaco lo recibieron con los brazos abiertos y este video promocional que destaca su habilidad goleadora, su pasión por el fútbol y su raíz genovesa. Rápidamente, Pietro encontró un lugar en ese vestuario bajo el ala de Radamel Falcao, que se transformó en su mentor. El colombiano es un tutor de lujo para el jovensísimo goleador que esta dispuesto a aprender mucho y de los mejores.
Se presentó en la Ligue 1 en un triunfo 4-0 ante Dijon, el 16 de febrero. Ingresó en los últimos cuatro minutos en lugar de Kita Baldé, y se convirtió en el futbolista más joven en la historia de Mónaco (16 años, 10 meses y 30 días). La semana pasado, el 26 de agosto, finalmente, anotó su primer gol. Puso el 1-1 parcial ante Bordeaux, en el minuto 64. De paso, se transformó, como ya había hecho en Serie A, en el primer goleador nacido en el siglo XXI en la Ligue 1.
What a day it was🙏
Next game against Marseille💪#FORZA #ASM #Monaco pic.twitter.com/g4CXfi1ump— Pietro Pellegri (@pietropellegri) 28 de agosto de 2018
Por supuesto, como le suele pasar, su equipo terminó perdiendo el partido 1-2. Sin dudas, ese viene siendo su gran déficit. Que sus goles sean más, sean antes y sean triunfos. Pero, teniendo en cuenta que apenas tiene 17 años y ya pasó por todas estas cosas, no parece que haya que preocuparse demasiado. Como explicó en su emotiva carta de despedida cuando se fue de Genoa, los sueños son el motor que lo tienen persiguiendo goles por el mundo. Ya llegará eso también, a medida que lo vaya soñando.
Simplemente gracias @genoacfcofficial. Por lo que me diste. No hace falta agregar mucho más. La camisa rossoblu es mi tatuaje más hermoso.
Con la camiseta de Genoa aprendí a caminar, incluso antes de aprender a correr en Marassi en la Serie A.
Empecé a hablar, incluso antes de gritar de felicidad por un gol en el Olímpico.
Me convertí en un hombre, antes de convertirme en futbolista. Y siempre con esa camiseta en los hombros.
Era un sueño. Y un sueño es lo que Genoa es y será para siempre.
Siempre genovés, siempre genoano.
Grazie
Pietro