“Todavía no puedo creer que hayamos perdido. No es verdad”. Las palabras de Josef Derwall, entrenador de Alemania Federal en 1982 grafican la sorpresa que generó en el vestuario germano y en todo el mundo del fútbol la victoria de Argelia en la apertura del Grupo 2 del Mundial de España.argelia-alemania-mundial-1982

El 16 de junio de ese año, en el estadio de Sporting de Gijón, el querido Molinón, 38 mil personas vieron una de las más recordadas de las gestas mundialistas en las que una de las selecciones pequeñas, con poca historia, derrota a uno de los grandes equipos de cada Mundial: Argelia 2-1 República Federal de Alemania (RFA).

Los zorros del Sahara, como le dicen al equipo argelino, entonces campeón de África, le ganó a la selección alemana, campeón de Europa y luego subcampeón Mundial, en su presentación absoluta en Copa del Mundo. Probablemente, el mejor debut mundialista de todos los tiempos. “Nuestra estrategia fue esperar atrás a los alemanes para aprovechar los contragolpes”, explicó entonces su DT.

En la primera media hora, neutralizaron cada ataque germano y asustaron varias veces a Harald Schumacher en la contra. Llegaron 0-0 al entretiempo. En la segunda parte, los nervios, la obligación de ganar, fueron un rival más para Paul Breitner y compañía. Argelia había logrado sacar a los alemanes de esquema, ahora debía aprovechar su chance. Que sabían la iban a tener.

A los siete minutos de esa segunda parte, Rabah Madjer, una gloria del fútbol argelino, marcó el primer gol de los africanos en un Mundial. Con la ventaja, Argelia se replegó demasiado y Alemania lo arrinconó a puro córner. El arquero Mahdi Cerbah mostró seguridad y se transformó en figura.

Promediando la etapa, el mítico Karl-Heinz Rummenige, tras centro de Pierre Littbarski, logró el empate 1-1. Era la consecuencia lógica de la creciente presión alemana. Todos pensaron que se iban a llevar por delante a los africanos. Que sería goleada al fin de cuentas. Pero un minuto después, Lakhdar Belloumi empujó debajo del arco una preciosa jugada colectiva de Argelia para poner el 2-1 que fue final. “Fue un partido difícil porque los alemanes eran poderosos, pero peleamos duro e hicimos una actuación memorable. Después de diez pases rápidos me llegó el balón y batí a Schumacher, uno de los mejores arqueros del mundo”, recuerda Belloumi.

En los últimos veinte minutos Argelia jugó con una tranquilidad que nadie pensó que podían tener, inexpertos como llegaban al Mundial. Manejó la pelota, jugó lejos de su arco todo lo que pudo, y tuvo un par de chances de ampliar la victoria. Incluso, no le sancionaron un penal a su favor. Los alemanes, como se esperaba, no se rindieron hasta el pitazo final. Empujaron, sin muchas ideas, pero no pudieron evitar uno de sus peores debuts en Mundial. “Realmente esperaba que Argelia jugara bien, pero no tanto”, reconoció Derwall ante los medios tras la derrota.

la-vanguardiaEn las calles de Argel se festejó toda la noche, como hace unos días cuando la selección empató con Rusia y consiguió el pase a 8vos de final por primera vez. La prensa de la época dijo que las manifestaciones populares que inundaron la capital de Argelia sólo podían compararse a las que sucedieron en 1962, cuando finalizó la guerra con Francia y se declaró la independencia.

Esa vez, en 1982, Argelia tenía todo para clasificar a 8vos. Pese a caer ante Austria 0-2 después venció 3-2 a Chile, pero en la jornada final el vergonzoso pacto de Gijón, cuando Alemania le ganó a Austria 1-0 y ambos se clasificaron, lo dejó injustamente fuera del Mundial. El diario asturiano El Comercio dijo de ese partido: “Unas cuarenta mil personas fueron presuntamente estafadas en El Molinón por veintiséis súbditos alemanes y austríacos”.

Este 30 de junio Argelia y Alemania vuelven a verse. Será en los 8vos que aquella vez le arrebataron. Para los africanos jugarlo ya es un sueño cumplido. Y, también, es una oportunidad para vengar esa vieja ofensa austro-germana. El equipo de Joachim Löw es el favorito y no se espera una sorpresa. Está claro, en 1982 nadie la esperaba tampoco.