Minuto y medio de tiempo adicionado de los 120 segundos anunciados por los jueces. Córner para el local, Zbrojovka Brno, que pierde 2-3 ante Sparta Praga, en la fecha 9 de la Liga de República Checa. La pelota cae en el segundo palo, un cabezazo la mete en el área chica y un jugador de Brno, que estuvo junto al arquero de Sparta toda la jugada, empata el partido. La repetición denuncia un claro fuera de lugar. Pero Lucie Ratajova, la jueza de línea, corre hacia el medio de la cancha convalidando la acción.
En los vestuarios, tras el partido, el arquero de Sparta Praga, Tomas Koubek, miembro de la selección checa, cuestionó a Ratajova ante la prensa. “En mi opinión, las mujeres deben estar en la cocina y no arbitrando un partido de hombres”, afirmó. El centrocampista Lukas Vacha twitteó una foto de la jueza de línea con este epígrafe: “Para la cocina…”.
El planteo de los futbolistas, en la línea argumental “si un hombre comete un error es porque es incapaz, si lo hace una mujer es, simplemente, porque es mujer”, no tuvo que esperar demasiado para recibir un generalizado repudio institucional. El director deportivo de Sparta, Adam Kotalik, anunció que, a modo de sanción educativa, Koubek y Vacha fueron designados embajadores del club en la Champions femenina y que deberán entrenarse con ese plantel “para que se den cuenta de que las mujeres pueden ser habilidosas no sólo en la cocina”.
En tanto, el presidente de la Federación checa, Miroslav Pelta, consideró “inaceptables” las declaraciones de los jugadores. “El fútbol pertenece al amplio público, incluyendo las familias y las mujeres”, agregó antes de declamar que espera que “el comité disciplinario reaccione en el mismo sentido”.
Pero, más allá del tirón de orejas y las declaraciones políticamente correctas, no hubo, por ahora, sanciones económicas ni deportivas para los futbolistas. Lucie Ratajova, la jueza de línea, en cambio, recibió todo el respaldo de la Federación que la saliva puede dar y cuatro fechas de suspensión por el error en el gol del 3-3 y por otro offside no señalado en un tanto de Sparta.
Estallado el escándalo, ambos jugadores ensayaron disculpas de ocasión en las redes sociales. Ambos eligieron Facebook y ambos no pudieron ocultar el tono paternalista en el que fueron educados en sus pobres justificaciones.
Koubek, el que dijo “las mujeres deben estar en la cocina”, escribió: “Ayer en Brno se produjo un error que provocó muchas emociones… dije una frase justo después del juego de la que ahora me arrepiento y me gustaría pedir disculpas a todas las mujeres. No tenía un sentido machista, las palabras estaban dirigidas a una persona específica y una situación específica del partido. Al contrario, amo a mis chicas (una foto de su mujer y su hija acompaña el posteo) y quiero que ellas puedan alcanzar algo en sus vidas de lo que podamos estar orgullosos”.
Vacha, por su parte, aclaró oscureciendo: “El comentario fue dirigido al error específico que influyó en el resultado del juego y no a otra mujer. Si alguna de ellas se sintió ofendida, me gustaría aclarar que no lo dije en un sentido machista. Apoyo a las mujeres en ‘puestos de hombres’ y apoyo al fútbol femenino, también”.
Koubek volverá a jugar con Sparta el 16 de octubre, tras la fecha FIFA. Vacha, lesionado en una rodilla, quizás deba esperar un poco más. Ratajova recién podrá arbitrar en noviembre, si la Federación decide convocarla de nuevo.