El sábado 5 de septiembre, a las 6 de la tarde, Ortigoza entró al estadio Nacional de Santiago para jugar con la selección de Paraguay un amistoso contra Chile. El campeón de América le ganó 3-2 al equipo de Ramón Díaz. El gordo jugó casi todo el partido. Salió a los 87 minutos reemplazado por Rodrigo Rojas.

juninho-google-mapsAl día siguiente, el domingo 6 de septiembre poco antes de las 20, entró en la Bombonera para jugar los últimos 15 minutos del clásico contra Boca que ganó San Lorenzo en el final. En poco más de 24 horas, dos partidos oficiales. “Me hizo acordar a cuando jugaba los torneos relámpago, jugaba todos los días. Estuvo bueno este fin de semana, movido”, dijo Ortigoza tras la victoria en la Boca.

Ayer, en Twitter, el amigo Luciano Wernicke nos recordó que hace 16 años el brasileño Juninho Pernambucano había superado a Ortigoza. Jugó dos partidos el mismo día, el 7 de septiembre de 1999. A la tardecita, en el Beira Río de Porto Alegre, fue suplente en el amistoso que Brasil el ganó 4-2 a Argentina. Ingresó en el minuto 71 en reemplazo de Zé Roberto. Fue uno de sus primeros partidos con su Selección, había debutado con la camisa amarilla ese mismo año.

Terminado el partido, Juninho se subió a un avión y se fue para Montevideo. Su equipo, Vasco da Gama, jugaba en la noche por la Copa Mercosur contra Nacional. Habitualmente los 800 kilómetros de distancia se cubren en poco más de una hora en el aire. Pero ese vuelo se complicó y el mediocampista llegó recién para jugar el segundo tiempo. Cuando piso el césped del estadio Centenario el partido ya estaba resuelto. Milton Núnez había marcado dos veces y en el complemento cerró con un tercer gol el 3-0 final. Juninho poco pudo hacer. Tanto correr en los aeropuertos al menos nos dejó esta anécdota.