Cuando la semana pasada publicamos en nuestro Twitter la foto con que Manuel Neuer resume sus vacaciones como campeón mundial con Alemania, y que ilustra esta nota, nos sorprendió la reacción de muchos lectores. La podemos condensar en esta frase: “¿Pero este no era gay?”. Desmemoriados y curiosos como somos, no por la sexualidad ajena sino por cómo se construyen ciertos sentidos, nos pusimos a rascar un poquito sobre la web para ver de dónde había salido todo esto. Llegamos al mismo lugar de siempre.
La historia comienza en febrero de 2011 con una entrevista de Neuer con la revista alemana de actualidad Bunte. El entonces arquero de Schalke habló un poco de todo, de fútbol, de amor y de homosexualidad. Y dijo algo así como: “Quién sea gay debería decirlo. Eso alivia. Los hinchas se acostumbrarán rápidamente. Lo que a ellos les importa es el rendimiento del jugador no sus preferencias sexuales”. Esta claro, no hablaba de él.
El debate alrededor de la homosexualidad en el fútbol llevaba un tiempo madurando en Alemania. En 2010, después del Mundial de Sudáfrica, cuando la relación de Michael Ballack con el resto del plantel se rompió del todo el representante del jugador había afirmado: “Una pandilla de gays maneja la selección alemana”. Y agregó, para subrayar el racismo de su comentario: “son pobres, feos, sin talento, burocráticos, inhumanos y gays”.
Unos meses antes de la entrevista con Neuer, en noviembre de 2010, Mario Gómez le había dicho a Bunte que la sexualidad de los futbolistas no debería ser motivo de sorpresa: “En Alemania tenemos un ministro de exteriores (Guido Westerwelle) que es homosexual y el alcalde de Berlín (Klaus Wowereit) es también gay, por lo que los futbolistas profesionales que lo sean deberían confesarlo”. En 2012, la revista Fluter publicó una entrevista anónima con un futbolista homosexual y la discusión se avivó. “Tengo que ser un actor día tras día y negarme a mí mismo. Si mi sexualidad se hiciera pública ya no estaría seguro”, afirmaba. Angela Merkel y el presidente de la Federación Alemana de Fútbol salieron a respaldar a los jugadores que quisieran declararse homosexuales. Nadie lo hizo. Recién en enero de este año Thomas Hitzlsperger, defensor de la selección entre 2004 y 2010, anunció que era homosexual, cuatro meses después de retirarse del fútbol.
En ese contexto, Neuer dijo lo que dijo. Y lo dijo en alemán. El tema es que de este lado del Atlántico lo tradujeron y entendieron, o quisieron entender, cualquier batata. Hasta el diario sensacionalista Bild tuve que salir a poner un poco de orden. Para no ser menos tituló su artículo como “Neuer gay”, escudándose en las comillas del error ajeno para decir algo fuerte sabiendo que era falso.
Nadie fue a la fuente, ni revisó la entrevista original, ni habló con el protagonista. No importaba mucho si era cierto o no. Lo importante era impactar. Nadie publicó una desmentida. Total, como dicen en algunas redacciones web, “la gente se olvida”.
La nota ubicaba el origen de la “patraña” en Perú y atribuía la confusión a una mala traducción. Los medios peruanos habrían sido los primeros en entender que Neuer hablaba de si mismo interesados en el tema porque, por entonces, jugaba con Jefferson Farfán en Schalke. En los diarios llegaron a decir “incluso el fútbol tiene su Ricky Martin”, la estrella de pop que acababa de declararse homosexual, y en la TV lo contaban así.
Otros medios expandieron el error, cuenta Bild. En Paraguay, el diario ABC Color tituló: “Arquero gay alemán insta a sus colegas a ‘liberarse’”. Y en Argentina mencionó que el canal Todo Noticias (TN) dijo: “Manuel Neuer confesó que es gay y se siente aliviado”. En este caso, el link ya no funciona. También podrían haber nombrado al suplemento deportivo de La Voz del Interior que fue más directo que todos y aseguró: “El arquero de Alemania es gay”. Aunque peor es el caso de los medios mexicanos PlanoDeportivo.com o SDP Noticias que dos y tres años después siguen repitiendo la mentira, y con bastante homofobia, como si fuera verdad.
“Yo dije que había un rumor en Milwaukee. Lo que era cierto. Yo empecé el rumor en Milwaukee”, decía el periodista Hunter Thompson sobre un divertido invento que publicó alguna vez. En el caso Neuer, el modelo copiar-pegar del periodismo digital hizo todo el trabajo. Nadie fue a la fuente, ni revisó la entrevista original, ni habló con el protagonista. No importaba mucho si era cierto o no. Lo importante era impactar. Nadie publicó una desmentida. Total, como dicen en algunas redacciones web, “la gente se olvida”. Bueno, parece que la gente se acuerda bastante bien. Nos lo recordaron a nosotros, hace una semana, cuando publicamos la foto que ilustra esta nota.