Cualquiera que mire un poco de fútbol habrá desconfiado de la fuerza que les hicieron Arsenal y Olimpo a Rafaela y Colón en la última fecha del torneo. Tal vez que las definiciones hayan llegado sobre la hora debilitaron las sospechas. Pero las dos jugadas de los goles, analizadas detalladamente, generan muchas dudas. Por la forma de recibir de Albertengo (solo en el borde del área y con el lateral del otro lado habilitando) y por la manera de Olimpo de (no) defender el último centro.

Sin embargo, unos días después, sí nos encontramos con un partido escandalosamente arreglado. Fue un Nigeria 2-Escocia 2 que se jugó el miércoles 28 de mayo de 2014. Este partido no hizo más que activar una alarma que la FIFA ya tenía muy vista: la posibilidad de arreglar partidos durante el Mundial. Ralf Mutschke, un ex capo de la Interpol, es el director de seguridad de la FIFA y ya avisa que el organismo estará muy atento en Brasil. “No esperamos que los que arreglan partidos golpeen la puerta de los jugadores o los árbitros, pero sé que habrá acercamientos a unos u otros. Visitaremos a los equipos para sesiones de seguridad y les pediremos que nos informen si hay algo sospechoso. Sabemos que hay equipos más vulnerables”.

Claro que probablemente se imponga la frase de cabecera de Julio Grondona, que de asuntos turbios conoce un rato largo: TODO PASA. Ya tuvimos hace tres años otro antecedente con Nigeria y ahí quedó. Aquella vez, los africanos se enfrentaron precisamente con Argentina. El equipo, todavía dirigido por Sergio Batista, estuvo formado por mayoría de futbolistas del exterior que no eran los citados habituales. A los 10 minutos del segundo tiempo, la Selección ya perdía 4-0. Los goles fueron todos un poco raros pero no se puede asegurar que Argentina haya ido para atrás. Pero sí se puede afirmar que algo extraño hubo porque el árbitro, con 4-0, dio ¡¡¡7 minutos de descuento!!! Y cuando el partido ya se moría, inventó un penal que metió Mauro Boselli. No hay manera de no pensar que, al menos algunos jugadores africanos y el árbitro -seguro-, sabían que el partido debía terminar 4-1.

¿Y los argentinos? Acá está el video para que cada uno saque sus conclusiones.

Y la historia se repitió con el Nigeria-Escocia de la semana pasada. Si tienen alguna duda, les dejamos un par de videítos para que lo confirmen. En el primero está el resumen del partido y hay que prestar atención a lo que hacen dos defensores escoceses cuando el partido, otra vez, estaba por terminarse. El partido, que pudo verse por Fox, tuvo como comentarista a Diego Latorre, quien tildó la acción como de una “displicencia inusual”. Antes, cuando Escocia se puso 2-1, Latorre explicó: “El partido es cualquier cosa”.

Cualquier cosa (para un partido en serio) fue lo que hizo el arquero de Nigeria en su afán de que Escocia metiera los dos goles que se necesitaban para el evidente 2-2 final. Esto fue lo que hizo, aunque la jugada terminó anulada.

El bombo del arquero desde otro ángulo

Queda claro que si todavía no llamaron a declarar a este arquero y al defensor escocés, el todo pasa del anillo de Grondona es lo que manda.

Ah… Nigeria es rival de Argentina en el grupo del Mundial.