Este año un cuarenta por ciento de las liga sudamericanas tiene un equipo llamado River Plate como protagonista. El dato llama la atención a pesar de que no es inédito, ya que algo similar sucedió a fines de la década del ochenta. De todos modos, este hecho sirve como excusa para ejemplificar la trascendencia del club argentino en el resto del continente.
En Paraguay, Uruguay y Ecuador habrá esta temporada un River Plate en la primera división. Pero no sólo allí el club fundado por Leopoldo Bard en 1901 tiene su réplica. Colombia, Perú, Brasil y hasta en Puerto Rico también tienen su River Plate particular.
El de Montevideo es el único que no tomó su nombre de la institución argentina. Fue fundado en 1932 tras la fusión de Olimpia Football Club y Club Atlético Capurro, cuyos socios decidieron homenajear al desaparecido River Plate Football Club y así bautizaron al nuevo club. Aquel River había sido fundado en 1897 por empleados del puerto de la capital uruguaya y no tuvo nada que ver con el que nació en Buenos Aires cuatro años más tarde. Los darseneros son participantes habituales de la división de honor y este año juegan por primera vez en su historia la Copa Libertadores. Además, es una de las canteras más importantes del país.
En la segunda división uruguaya hay un equipo que sí tomó su nombre del actual campeón de América: Boston River. En 1939, un argentino decidió fundar un club en el barrio Bolívar y le puso el nombre de una sastrería de la zona y del cuadro de sus amores. El último año estuvo a punto de lograr el ascenso a la A por primera vez en su historia.
El Club River Plate de Asunción fue fundado en 1911 y sólo un año después ganó su primer título, la Liga Centenario para clubes no afiliados a la Asociación paraguaya. En 1914 logró el ascenso a Primera división, donde jugó 73 temporadas. Es uno de los clubes tradicionales del fútbol guaraní, a pesar de que recién el año pasado regresó a la élite después de más de dos décadas, en las que llegó a descender hasta la cuarta división, última del fútbol organizado en Paraguay.
El Club Deportivo River Ecuador es el más joven de la familia y el más relacionado con el “padre”. En 2007, River Plate de Argentina decidió establecer una escuela de fútbol con el objetivo de encontrar talentos en Guayaquil. Miles de jóvenes se presentaron y en 2008, el flamante club pudo presentar un equipo en la segunda categoría (tercera división). En 2010 llegó a la Serie B y en 2014 alcanzó el ascenso a la Serie A.
Sin embargo, este no fue el primer River que jugó en la máxima categoría ecuatoriana. Club Atlético River Plate de Riobamba lo hizo en 1987 y allí permaneció por tres temporadas. Poco tiempo después, en 1996, el club fue disuelto por graves problemas económicos.
En Colombia y Perú los River no juegan en primera división pero son importantes en sus respectivos pueblos. En Buga, una ciudad del departamento del Valle del Cauca, se encuentra el River colombiano, que fue fundado en 1994 y llegó a jugar en la Primera B, aunque hoy está afuera del fútbol profesional. Por su parte, en la multitudinaria Copa Perú juega el River Plate de Tapo, un pequeño club que participa de la etapa provincial de Tarma.
La Sociedade Esportiva River Plate de Carmópolis y River Atlético Clube son los hijos brasileños de la familia. Ambos lograron importantes éxitos en sus respectivos estados y participaron en la división D del Brasileirao. El primero tiene el mismo escudo y la misma camiseta del club argentino.
El fenómeno no termina en Sudámerica. En la ciudad de Ponce, Puerto Rico, está uno de los clubes más importantes de ese país, Club Atlético River Plate. Fue fundado en 2007 y también contó con la bendición de la institución argentina. Logró su éxito más importante en 2009, cuando se coronó campeón nacional. En Europa se destaca el Sestao River Club de España, que nació como tal en 1996 y hoy juega en la 2ª División B, la tercera categoría española.