Un rasgo notable que distingue a los uruguayos, además de ese tono grave que hace que cualquier aseveración suene trascendente, es la variedad de sentencias y refranes que utilizan en sus charlas cotidianas. Unas pocas horas en Montevideo bastan a un porteño para comprobar cuánto más rico y florido que el nuestro, es el hablar de los orientales. Todos se sienten un poco Zitarrosa.

Al fútbol han legado frases legendarias. Al punto que pareciera que las hazañas deportivas uruguayas, son casi consecuencia natural de unas breves, oportunas palabras, pronunciadas en el momento crucial.

El sugestivo consejo de Vayan pelando las chauchas* y el urgente llamado a la concientización de Los de afuera son de palo**,  generaron al parecer, las condiciones subjetivas para alcanzar aquel hito de la rebeldía que fue El Maracanazo.

Otras palabras, también  vinculadas a un triunfo futbolero de hace casi noventa años, siguen vigentes y son habitualmente empleadas en el lenguaje popular.uruguay 1928

En los Juegos Olímpicos de Amsterdam de 1928, los uruguayos defendían el título obtenido en Colombes cuatro años antes frente al mismo rival: Argentina. El partido final jugado el 10 de Junio terminó 1 a 1 y se  volvió a jugar tres días más tarde para desempatar. Figueroa abio la cuenta para los orientales y Doble Ancho Monti empató para los argentinos. A los 73 minutos  Figueroa desbordó por la izquierda y sacó un centro que cayó cerca de la medialuna, Tito Borjas saltó con Paternoster y alcanzó a peinar la pelota mientras gritó ¡Tuya Héctor! sabiendo que a su espalda llegaba libre Héctor Scarone quien con violento remate batió al arquero argentino Ángel Bosio, La Maravilla Elástica, marcando el gol del campeonato.gol

El relato de aquella mínima anécdota pasó por generaciones y aún hoy en Uruguay se emplea el Tuya Héctor como metáfora de “es tu turno” o “seguí vos”. Un lindo ejemplo se puede verificar en el minuto 2:40 de la grabación de la canción Cuando juega Uruguay en el momento que Jaime Ross da una indicación a sus músicos.

 

*Los jugadores uruguayos en el Mundial del 50 se arengaban antes de los partidos entonando una canción popular que en su estribillo repetía la frase Vayan pelando las chauchas, dicho que se origina en los desafíos del fútbol amateur cuando el que perdía pagaba el asado o el puchero.

**Cuenta la historia, que antes de salir al campo para jugar la final frente a Brasil con 170.000 personas en contra desbordando el Maracaná, el capitán uruguayo, Obdulio Varela, juntó a sus compañeros y les espetó En la cancha somos once contra once y los de afuera son de palo.