Varios grupos de hinchas de Newcastle, disconformes con la gestión del magnate Mike Ashley al frente del club y, en especial, espantados con la horrible nueva camiseta del equipo, diseñaron, produjeron y ya venden con mucho éxito -agotaron la primera edición en horas- una nueva versión del manto sagrado blanquinegro. Lo que nos deja pensando, si las marcas deportivas y los clubes, después de décadas de imponernos camisetas tapadas con avisos, ofrecieran remeras sin publicidad, ¿no venderían más?
En su página oficial, donde se puede ordenar esta camiseta, los fanáticos militantes de Newcastle explican sus razones para ir contra la casaca oficial: “Con esta remera los hinchas podemos representar a nuestro club con orgullo. Sin tener un sponsor usurero, con más estilo y un precio más accesible que la camiseta oficial”.
“Cientos de hinchas miran con vergüenza y disgusto la camiseta, negra, azul y blanca, con publicidad de Wonga”, explican. Bajo el nuevo sponsor, una compañía que le presta dinero con intereses exorbitantes a las clases bajas británicas, Newcastle agregó azul a sus colores tradicionales para acompasar el logo con la casaca. Pero para mayor ridículo, pocos días después de lanzar la nueva equipación, la empresa cambió su logo y transformó a la flamante remera en un producto vencido.
La movida, explican estos hinchas, es sin fines de lucro. La camiseta se vende por 28 libras, “el precio de costo”, con la opción de hacer una donación para la campaña anti Ashley. Se trata de un multimillonario que es dueño de Newcastle desde 2007 -también en posee una fracción menor del Rangers escocés- y de la cadena de ropa deportiva Sports Direct, el otro sponsor del club, famosa por las abusivas condiciones laborales de sus trabajadores. “Creemos que esta camiseta es un buen producto, esperamos que muchos la compren y ayuden a golpear a Mike Ashley donde le duele, en el bolsillo”, afirman.
La camiseta de los hinchas vuelve al tradicional blanco y negro a rayas, sin la parafernalia habitual del marketing moderno. A la izquierda, en lugar del escudo, para alejarse de la administración actual, bordaron como logo una urraca, el ave que los identifica. A la derecha, cocieron un escudo rojo con tres castillos plateados, símbolo de la ciudad, para recuperar los lazos entre Newcastle y la zona, algo que, aseguran, se perdió desde que Ashley posee el club.
El único espacio para la crítica de esta propuesta es que eligieron a Adidas para confeccionar las camisetas. Ellos explican que lo hicieron para asegurar una calidad superior con respecto a la versión oficial, “su historia en la manufactura de indumentaria deportiva aseguran que la calidad y longevidad de la camiseta será la mejor”, y porque “Newcastle vivió algunos de sus mejores años usando Adidas”, allá por los 90′. Dichos así, parece una linda movida publicitaria de la marca alemana. Pero, hay que decirlo, el producto final se ve precioso. Además, si sirve para molestar a un tipo de Ashley probablemente valga la pena.