Hace un tiempo hacíamos las reuniones de redacción en un bar que es de un presidente de un club y que ahora puede ser presidente de una Asociación. Cuando nos enteramos, dejamos de ir. El otro día, un par de amigos que no sabían esto, se tomaron unos gin tonics en ese bar. Ya entonados, se pasaron al whisky. Y no sabemos si escucharon bien o fue el efecto del alcohol pero nos contaron una charla imperdible entre el dueño del bar y otro conocido y alto dirigente de un club grande.

-¿Qué vamos a hacer, Luis?

-No sé qué decirte, Juan Carlos. La verdad es que estoy desorientado.

-Bueno, pero tenemos que empezar a tomar un montón de decisiones ahora que ya no está el jefe.

-Qué fáciles eran las cosas con él… Se hacía cargo de todo. De lo bueno y de lo malo. Lo criticaban a él y nosotros nos íbamos por la puerta de atrás sin que nadie se enterara de nada.

-Me parece que esa jodita se nos acabó y nos vamos a tener que empezar a hacer cargo.

-Bueno, ¿por dónde empezamos? Ya tiramos unos días con esa semanita de luto que nos inventamos.

-Es verdad, nos vino bien para ganar tiempo.

-Entonces: ¿vamos con la primera fecha este fin de semana o arrancamos con la segunda y dejamos postergada la primera?

-Ay, no sé, qué difícil lo que me preguntás, Luis.

-¿Y con los árbitros qué hacemos?

-Uh, es verdad. De eso también se encargaba el jefe.

-Bueno, al menos decime quién te gusta para técnico de la Selección.

-Ay, no, me había olvidado que también teníamos ese temita pendiente. ¿Alejandro no querrá seguir ahora que no está el jefe?

-No jodas, Juan Carlos. Alejandro no es como nosotros, no le importa perpetuarse en el cargo.

-No sé, entonces. La prensa había tirado un par de nombres. Tal vez podemos conseguir los teléfonos de esos entrenadores y charlar con ellos.

-¿Estás seguro? ¿Nos darán bola a nosotros?

-La verdad es que tenés razón, Luis. Nosotros sin el jefe no somos nada.

-¿Entonces?

-No sé, estoy tan desorientado como vos. Y encima pienso en los juicios que hay pendiente por los muertos en las canchas… Y en ir a negociar con el gobierno por los contratos de la tele… Cuántas cosas que no tenemos idea de cómo se hacen…

-Ya está. Tengo la solución para todos los problemas.

-Contá, dale.

-Seguimos con el luto.

-¡¿Cómo que seguimos con el luto, Luis?! ¿Cuánto tiempo?

-Y… podemos inventar algo así como “por tiempo indeterminado”.

-Ummm… Sería medio polémico, pero la verdad es que no es mala.

-¿No es mala? ¡Es buenísima! Te diría que es la única que nos queda. Si nosotros sin él no podemos hacernos cargo de nada. Yo apenas puedo con este bar… El que la hizo bien fue Germán, que hundió a su club, lo mandó a la B y anda por ahí sin ningún problema.

-Si es por eso vos también lo mandaste a la B al tuyo…

-…

-Sí, tenés razón, perdón por la chicana. Vamos a lo nuestro: ¿el fútbol cómo quedaría?

-No hay quién lo maneje, Juan Carlos, el fútbol no existe más.

Y así fue como nunca llegamos a ver el engendro del torneo de 30 equipos. Y nunca supimos quién sería el reemplazante de Sabella. Y nunca supimos más nada del fútbol en Argentina…