Los dirigentes son impares pero la votación para decidir el reemplazante de Julio Grondona termina empatada. De ahí para abajo, cualquier cosa podía pasar. Y pasó. Y pasa. Y seguirá pasando. Todos los días la AFA sorprende con alguna decisión que, seamos sinceros, ya no le sorprende a nadie. Hace poco “inventaron” la Superliga. Ni ellos saben lo que significa. ¿El mismo campeonato absurdo con otro nombre? Unos días más tarde ya no había Superliga y la fecha del comienzo del torneo volvió a modificarse. ¿Empezará? ¿Cuándo? En el medio renunció Gerardo Martino, enojado porque los clubes no le dieron a los futbolistas para los Juegos Olímpicos. Otro, el Tata, que supo adaptarse perfectamente al funcionamiento de sus jefes. Si ellos no hacen nada, por qué lo voy a hacer yo, habrá pensado el entrenador. Y la planificación para Río la hizo… ¿Alguien la hizo? Para reemplazar a Martino eligieron a Olarticoechea. Porque estaba ahí cerquita. Porque ya tenía un contrato. Porque no iba a decir que no aunque tuviera que ir a los Juegos con la selección de panaderos. Así se toman las decisiones en la AFA.
Ahora apareció una “Comisión Normalizadora” decidida por la FIFA y respaldada por el gobierno nacional. De los cuatro integrantes, hay uno que ya quiso renunciar ante las presiones de algunos dirigentes. Hay otro que está asociado al empresario que organiza los amistosos de la Selección. Y para rematar la faena, hay una que confesó entrar a la cancha con la barra brava y, además, está ligada a una empresa que representa a jugadores. Esos son los ejemplares elegidos para ¿normalizar? la AFA.
El cuarto, el supuesto presidente, es Armando Pérez. El titular de Belgrano de Córdoba, entre otras cosas, será el encargado de elegir al reemplazante de Martino. Cuando el jueves fue presentado en su nueva función, declaró: “Esperemos tener resuelto el nuevo técnico de la Selección para la semana que viene. No descartamos a nadie y nos vamos a reunir con todos los entrenadores para decidir cuál es el más apto”. Suponemos que lo de “todos” los entrenadores fue una forma de decir porque si no no le va a dar el tiempo para tenerlo resuelto en los próximos días.
Lo curioso es que la lista de candidatos es interminable. Y si no son “todos”, son muchísimos. Russo y Bauza parecen haber picado en punta. Con Bielsa están que sí y que no. Sampaoli sonó también. Para calmar a las fieras de la generación del 86 alguien tiró una posible dupla formada por Pumpido y Burruchaga. Desde las redes sociales se hace fuerte Caruso Lombardi. Desde cualquier lado, Diego Maradona reclama otra oportunidad. Alguien dice que se necesita sangre joven y piensan en Gallardo y Coudet. Pero, claro, como si la AFA no viviera de disparate en disparate, hay que lanzar uno más. Y así apareció Fernando Marín, el capo de Fútbol para Todos (¿o Fútbol para Tontos?), para proponer a Simeone o Pochettino como técnicos part time. Que sigan dirigiendo al Atlético de Madrid y al Tottenham mientras se ocupan también de la Selección. ¡De la Selección argentina! Preferimos ahorrarles el disgusto de leer las explicaciones que dio Marín para defender esta ¿idea?
Para terminar de una vez con esta cambalache, vamos a proponer a nuestro candidato. Porque no nos gusta criticar sin sugerir soluciones. Todos, pero todos, los técnicos del mundo ganan y pierden. Muy pocos son los que dejan algo, los que le dan un sello a sus equipos. Entonces el entrenador de la Selección puede ser… ¡cualquiera! ¿Dónde se juega el próximo Mundial? ¿Quién es el técnico que le permitió a Armando Pérez hacer una buena gestión al frente de Belgrano? ¿Cuál es el apodo de ese entrenador? ¿Por qué Zielinski no está en esa lista interminable si, además, supo armar equipos reconocibles?