Argentina, Brasil y Francia son las únicas Selecciones que han logrado todos los títulos profesionales internacionales. Uno de esos títulos en la Copa Confederaciones, que en este momento se está disputando en Rusia como un ensayo general de la Copa del Mundo del próximo año. Allí, Alemania es el único con posibilidades de sumarse a este selecto grupo si logra el campeonato. Argentina fue el primero, cuando consiguió la medalla de oro olímpica en 2004.
En octubre de 1992, el primer ministro de Arabia Saudita, Fahd bin Abdelaziz, decidió organizar un torneo de fútbol para mostrarle su país al mundo y lavar la imagen de su régimen. Lo mismo que hicieron decenas de gobernantes en el último siglo. El hijo del rey Abdelaziz bin Saud decidió invitar a tres campeones continentales para que se midieran al equipo de su país. El de Sudamérica, Argentina, el de Concacaf, Estados Unidos y el de África, Costa de Marfil.
El formato era novedoso, porque nunca los campeones regionales se habían enfrentado en un torneo semejante. Solo una vez antes, en 1985, se organizó una especie de “Copa Intercontinental” de Selecciones (la Copa Artemio Franchi), que Francia le ganó por 2-0 a Uruguay. Siete años después, un rey saudí creó una de las competencias FIFA oficiales del nuevo milenio, la Copa Confederaciones.
Fue un verdadero éxito y FIFA la declaró oficial después de adueñarse de la idea y de crear su propio torneo en 1997. Luego, en 2001, se transformó en una especie de ensayo general del Mundial en el país sede.
La Argentina de Alfio Basile, que venía de brillar en la Copa América de Chile en 1991, se coronó campeona después de golear 4-0 a Costa de Marfil en semifinales y de vencer 3-1 al anfitrión en la final, disputada ante 75.000 espectadores.
La primera Copa Confederaciones de la historia llegó en medio del invicto más largo que tuvo la Argentina jamás. El equipo atravesaba un gran momento y se consagró sin discusiones. En la final, jugaron Goycochea; Basualdo, Vázquez, Ruggeri, Altamirano; Villarreal, Redondo, Simeone, Leo Rodríguez; Caniggia y Batistuta. Es el penúltimo título oficial que logró la Selección.