En el farragoso lenguaje judicial que los abogados utilizan en sus denuncias, sentencias y otros escritos, un concepto en particular, el denominado Comienzo de ejecución, se utiliza para señalar el momento preciso en que un acto unívoco o inequívoco de una o más personas, revela la acción material que pone en marcha el propósito de perpetrar un plan delictivo.

Si trasladáramos ese concepto a una mirada futbolera y le diéramos un carácter virtuoso, podríamos concluir que en este caso la épica epopeya que terminó consagrando Campeón del Mundo a Estudiantes de La Plata en 1968, tuvo su comienzo de ejecución en la cancha de Boca el jueves 3 de agosto de 1967.

Esa noche, se jugó una de las semifinales del primer Campeonato Metropolitano del fútbol argentino. Estudiantes, que había quedado segundo de Racing en la Zona A, enfrentaba Platense que había ganado la Zona B, delante de Independiente.

El haber ganado su zona le daba a Platense ventaja deportiva, el empate lo clasificaba a la final. Estudiantes pegó primero, a los 8 minutos Conigliaro abrió el marcador. Con goles de Lavezzi (23’) y Bulla (34’) Platense lo dio vuelta. A los 35 minutos, el defensor de Estudiantes Enry Barale salió lesionado en los ligamentos de su rodilla derecha y no volvió a ingresar. En esa época no se permitían cambios. De salida, a los 2 minutos del segundo tiempo, Bulla marcó el 3 a 1 para Platense. Estudiantes estaba 1 a 3 con un hombre menos y necesitaba ganar para pasar. Lo logró en sólo 16 minutos: Verón descontó a los 54, y Bilardo culminando con un golazo un explosivo contrataque que él mismo había iniciado, empató a los 60.

Tres minutos más tarde Hurt, el arquero de Platense, controla una pelota alta y cerrada que cae en su área tras un córner desde la izquierda ejecutado por Bedogni con pierna derecha y pretende jugar rápido. Pero Bilardo lo obstruye y Hurt le pega una patada. Penal. Madero con toda tranquilidad la toca a la izquierda mientras Hurt se mueve a su derecha. 4 a 3 y a la final.

Lo que siguió es conocido, Estudiantes ganó el Torneo Metropolitano de 1967, venciendo a Racing 3 a 0 en cancha de San Lorenzo. Fue el primer equipo chico argentino en consagrarse campeón. Después ganó la Copa Libertadores derrotando a Palmeiras y la Intercontinental superando al Manchester United de Bobby Charlton y George Best.