-Emocionante.

-¿Qué cosa?

-Emocionante y emotivo.

-¿De qué está hablando?

-De Los Pumas cantando el Himno Nacional Argentino.

-Sí, es un momento… especial.

-Sí, ¿pero por qué?

himno 350-No lo sé con certeza, pero no me es difícil imaginar una corta serie de razones que pueden hacer que alguien, en otro país, se emocione escuchando el Himno Nacional. Máxime teniendo en cuenta que fueron los mismos Pumas quienes pidieron, contra lo que es tradicional, que de la introducción instrumental se saltara directamente a las últimas estrofas, porque querían cantarlas.

-¿Y por qué las últimas estrofas y no las primeras?

-Supongo que porque eso les da la oportunidad de decir algo que de otro modo no tienen modo de decir.

-¿Usted se refiere a eso de “jurar con gloria morir”?

-Sí, pero no sólo eso. De hecho, Los Pumas, cantando esa estrofa, tienen la oportunidad de cambiarle el sentido a lo que el Himno dice.

-No entiendo, el Himno dice eso…

-No “exactamente” eso.

-¿Cómo?

-Por favor, dígame cuáles son las últimas estrofas del Himno.

-“Coronados de gloria vivamos. ¡Oh juremos con gloria morir!”

-No entendí bien. ¿Puede repetir la última, por favor?

-“¡Oh juremos con gloria morir!”

-¿El Himno dice eso?

-¡Claro!

-Lamento decirle que no. Es posible que sea exactamente eso lo que dicen Los Pumas, pero no es lo que dice el Himno.

-Usted está loco.

-No, y tampoco usted. Se trata de un malentendido bastante común, pero que de algún modo explicaría años y años de la historia argentina reciente.

-Explíquese.

-El Himno Nacional fue escrito por Vicente López y Planes. Al final, lo que utiliza en esas dos estrofas que usted acaba de citar, es una conjunción disyuntiva, no una interjección.

-No entiendo.

-Lo que el Himno Nacional argentino dice es que debemos vivir coronados de gloria, y que si eso no es posible, entonces no nos quedará otra que morir, y dado que tenemos que morir, va a ser mejor que lo hagamos con gloria.

-No.

-Sí. Dice: “Coronados de gloria vivamos o juremos con gloria morir”.

-¿Está seguro?

-Absolutamente. El equívoco nace con el uso y las costumbres: Los Pumas. Ellos no juran estar dispuestos a morir con gloria, si es necesario, sino que juran hacerlo de cualquier modo. Muchos, cuando cantan el Himno, entienden eso.

-Me gusta más.

-Sí, pero en ese caso, la letra de López y Planes no tendría sentido.

-¿Por qué?

-Porque lo que estaría diciendo sería una contradicción en sus propios términos.

-¿A ver?

-Estaría diciendo, palabras más, palabras menos: vivamos coronados de gloria. Pero inmediatamente después parecería haberse dado cuenta de que se trata de una aspiración imposible, una utopía, y entonces remataría con un: “¡Oh, juremos con gloria morir!”. Lo que López y Planes dice, en cambio, es coherente con el carácter independentista y antiespañol primero, y luego acorde con los nuevos vientos que soplaban, con Inglaterra oponiéndose a todo intento de autonomía en las colonias de España, su aliada en la guerra contra Napoléon. Todo corresponde al espíritu de la época en que fue escrita y sucesivamente modificada: o vivamos así, coronados de gloria, o muramos. Lo otro, lo que usted sostenía como la letra del Himno y lo que Los Pumas entonan, hubiera significado un llamamiento a la muerte en masa, lo que estaría dando por sentado es que es imposible vivir coronados de gloria, que no hay que perder el tiempo. Y que hay que acabar con todo lo antes posible.

-Entonces, ¿qué es lo que Los Pumas dicen en realidad?

-Eso, lo que usted dice: “Oh juremos con gloria morir”. Y es por esa razón que el Himno, en sus bocas, desentonado y todo, resulta emotivo. En realidad repiten las palabras de Hamlet: “Tengo que morir y a eso vine”. Convengamos que no es una frase muy edificante si se piensa en la construcción de una Nación. Ya que una Nación no se funda en la muerte de sus ciudadanos, sino en sus vidas y en su felicidad: la gloria. Los Pumas no piensan en ninguna de las dos cosas, y tampoco en la gloria: sólo en dar la vida.

-Bueno, sigue siendo emocionante.

-Es más que emocionante: cantado así es realista. Véalos el domingo cómo van a dar la vida jugando contra Namibia e impidiendo que vulneren el ingoal.

-¿Usted cree que van a conseguirlo?

-No tiene importancia. Lo único que no toleraría es que no dieran todo por conseguirlo, y esa posibilidad queda descartada desde el vamos.

-Como dice mi amigo, el escritor Alejandro Caravario: “Estos Pumas nos reconcilian con la aristocracia”.

-Muy bien dicho.


Publicado originalmente en 2007, en la página de ESPN.