Desde hace años, desde Un Caño insistimos en que los penales están lejos de ser una lotería. Alguna vez explicamos una serie de factores físicos y psicológicos que están en juego a la hora de patear, por ejemplo, en una definición mundialista. Sin embargo poco parece haber cambiado en el imaginario popular.
Hace no mucho, un par de relatores argentinos nos dieron mucho en qué pensar, al ignorar los datos relacionados a los pateadores de penales en dos situaciones distintas, para transmitir sus sensaciones. La vieja escuela de chuparse el dedo y ver de dónde viene el viento, contra la nueva de chequear con datos lo que sucede.
Durante el Mundial, nos cruzamos en Twitter con un hermoso escrito por entregas del usuario Hugo Sáez (@Hugo_saez) que nos pareció relevante y quisimos compartir. Quizá llega un poco tarde, pero nos resulta indispensable para los comunicadores y digno de publicitar. Así que ahí va, levemente modificado al argentino de su español original.
“Éste es un gráfico de @TheEconomist, que representa los 434 penales lanzados en tandas en Mundiales y Eurocopas desde 1976 hasta 2016. En azul aparecen los goles, en amarillo las atajadas y en rojo los penales que han ido fuera.
Como pueden ver, aparecen ciertos patrones que dan pistas a los lanzadores: los penales lanzados altos tienen más posibilidades de terminar adentro del arco que los que van bajos (79% Vs 72%). Lo mismo sucede con los penales ajustados: salvo los que golpean en el palo o los que van fuera, entran casi todos. Esto parece bastante comprensible, ya que son los más difíciles de parar.
Es relevante por su parte el trabajo del economista Natxo Palacios-Huerta, que analizó 1.417 penales entre 1995-2000. Su análisis revela que al lanzar un penal, el 80% son goles y el 20% no. El 60% de las veces los jugadores lo tiran a su lugar natural y los arqueros lo imitan (59%). Natxo defiende que hay jugadores que son predecibles, por lo que estudiar su comportamiento supone ventajas para el rival. El programa televisivo español @InformeRobinson lo entrevistó hace años y parte de esa entrevista donde explica su trabajo para el Chelsea pueden verla aquí.
Es muy interesante también el análisis que llevó a cabo en 2014 @FiveThirtyEight, estudiando únicamente las tandas de penales de los mundiales.
En este análisis descubren que en las tandas mundialistas sólo un 71.5% de penaltis acaban en gol. Y más importante, han diseñado una tabla que analiza los porcentajes de victoria según lo que va ocurriendo en cada lanzamiento.
De esta tabla se deduce que si un equipo decide lanzar primero y marca, aumenta sus posibilidades de ganar hasta un 57%. Pero en el caso de fallar se reducen hasta un 30%. De ahí la importancia de elegir a tu mejor lanzador si querés empezar vos la tanda.
Finalmente citaré el estudio “sesgo de acción entre los porteros de fútbol de élite”, que pueden encontrar aquí. En mi opinión el estudio más genial que he leído sobre el tema de los penales.
En este estudio 5 psicólogos estudian 286 penales de ligas y campeonatos top, con la intención de descubrir si los arqueros están sesgados a la hora de tomar la decisión de a qué lado lanzarse.
Ésta es la tabla de distribución de los 286 penales, clasificados dependiendo de si se han tirado al centro, a la izquierda o a la derecha. En la misma tabla aparece también que ha decidido hacer el arquero: si se ha arrojado a un lado o se ha quedado en el centro.
En la tabla vemos como casi un 40% de penales se disparan a la derecha y sólo un 32% a la izquierda, lo que concuerda con que un 60% de los futbolistas pateen hacia su lado natural (hay mayoría de futbolistas diestros). Un 28.7% disparan al centro.
Aquí está la segunda tabla del estudio, que detalla que opciones tiene el arquero de parar el penal dependiendo de lo que haga y a dónde vaya el tiro.
Lo que revela esta tabla es que cuando el penal va a la derecha o a la izquierda, si el arquero se lanza en esa dirección tiene menos de un 30% de opciones de pararlo. En cambio si el penal va al centro y el arquero se queda allí ¡tiene un 60% de oportunidades de pararlo!
Lo sorprendente es que un 28.7% de las veces el penal va al centro y en cambio sólo un 6.3% de las veces el arquero se queda en el centro del arco. Y es el tipo de penal que más posibilidades tiene de parar. ¿Qué está pasando?
La explicación es sencilla: el poder de la norma y la presión social. Lo normal en un penal para un arquero es tirarse hacia un lado. Si lo hace y le meten gol, la gente piensa “no ha adivinado el disparo”.
Pero, ¿cómo es juzgado si se queda quieto en el medio y le meten gol? Mucho peor: parece que no ha hecho nada por evitarlo. Esta percepción es tan fuerte que lleva a los arqueros a tirarse mucho más de lo que deberían y de lo que las estadísticas recomiendan.
La presión social y el juicio constante al que están sometidos los porteros durante los penaltis hacen que esto no vaya a cambiar pronto. Citando a Keynes: ‘La sabiduría popular te enseña que es mejor para la reputación fallar convencionalmente que acertar no convencionalmente’”.