“Eres la primera persona en la historia en ganar dos medallas de oro olímpicas en tenis. Es una hazaña extraordinaria, ¿no?”, le dijo un periodista de la BBC a Andy Murray. La respuesta del tenista fue concisa y contundente: “Venus y Serena (Williams) han ganado como cuatro cada una”. Y expuso lo que muchos medios de comunicación hacen: subestimar olímpicamente la participación deportiva de las mujeres.

El machismo no es novedad ni en el ámbito del deporte ni en los medios de comunicación, sin embargo la cobertura de los Juegos Olímpicos, cada vez más expandida a través de las redes sociales, permite ver en muy pocos días y con mucha intensidad -la misma con la que se desarrollan la competencias- la cosificación, la objetivación sexual, la subestimación de la mujer, la violencia mediática y el lenguaje sexista.

MarcaPara la periodista deportiva e integrante de la Red Par y de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género (RIPVG) Lorena Jaimarena, hoy en día “hay mayor cobertura lo cual no significa que sea una mejor cobertura. Hay volumen de información, de noticias, pero el tratamiento sigue siendo deficiente en general. Ya que no resulta ecuánime, ni inclusivo”.

Jaimarena, que fue jugadora de fútbol e integró los planteles de Boca, River y de la Selección Nacional, señala que uno de los avances que hubo en relación a la cobertura mediática es que “hay cada vez más personas con perspectiva de género que reciben la información, la interpelan, la cuestionan y la debaten”. En este mismo sentido, desde la Universidad de Cambridge realizaron un estudio que analiza el lenguaje utilizado en los medios de comunicación durante el transcurso de los Juegos Olímpicos.

Después de relevar 160 millones de palabras que aparecen en diarios, blogs y redes sociales, desde el sitio de la universidad norteamericana sostienen que, a pesar de que las mujeres que participan en Río de Janeiro constituyen el 45% del total de deportistas, los hombres reciben tres veces más espacio o tiempo de información que las mujeres. Asimismo, el estudio da cuenta que los adjetivos más utilizados para referirse a los hombres son: “rápido”, “fuerte”, “fantástico” y para las mujeres “embarazada”, “soltera, “edad”. Según advierten, las referencias “se concentran de manera desproporcionada en la apariencia, la ropa, su vida personal, poniendo más énfasis en su estética que en sus capacidades atléticas”.

La investigación, además, analiza los verbos utilizados por los medios cuando hablan del rendimiento y en ese sentido, expresa que a los hombres se los asocia con las palabras “ganar”, “dominar” y “batallar”, mientras que cuando se habla de las mujeres aparecen los verbos “competir”, “luchar” o “participar”. Finalmente el estudio destaca que en todas las disciplinas se incluye el término “femenino” para especificar que lo disputan mujeres, algo que no sucede cuando la categoría es masculina.

victoria-Cory-Cogdell-Chicago-Tribune_EDIIMA20160808_0356_18Detrás de toda deportista… ¿hay un gran hombre?

Una de las subestimaciones e invisibilizaciones de las mujeres en los Juegos Olímpicos en los medios, tiene que ver con relacionar las victorias y sus desempeños deportivos con sus maridos y entrenadores. Ellas compiten, ellas ganan… pero los titulares se los llevan ellos.

Ese fue el caso del tratamiento que le dieron los medios a la estadounidense Corey Cogdell quien ganó la medalla de bronce en tiro. La mayoría de los titulares mencionaba el triunfo de la deportista junto al enunciado: “Esposa de Mitch Unrein”, uno de los jugadores del equipo de fútbol norteamericano Chicago Bears. El diario Chicago Tribune fue más allá aún y ni siquiera mencionó su nombre en Twitter, directamente la señaló como “la mujer de”.

Otro caso es el de la nadadora húngara Katinka Hosszu que logró el récord mundial en 400 metros al alcanzar los 4 minutos 26 segundos. Sin embargo, para un comentarista de la cadena estadounidense NBC, la victoria fue “gracias a su marido”. El periodista aseguró: “Él es el tipo responsable de este triunfo. Has de fijarte en cómo ha cambiado su motivación desde que él la entrena”. El diario local Infobae tituló: “La historia de amor de la nadadora húngara Katinka Hosszu y su entrenador que los llevó al oro en Río 2016”.

La invisibilización en los medios de comunicación tiene su correlato también dentro del deporte, según sostiene la periodista Jaimarena. “El apoyo no es el mismo, tampoco lo son los presupuestos, las infraestructura, las oportunidades de evolución y desarrollo, los premios, ni el reconocimiento tanto de los medios como en consecuencia, del público en general”.

La apariencia física: en el podio de los medios y las redes sociales

Listas de “atletas lindas” como listas de supermercado, rankings de “las deportistas más atractivas de los Juegos” como rankings de canciones más escuchadas en la radio, galería de fotos que hacen zoom en colas y tetas. El Observatorio de Género de Juegos Olímpicos dio a conocer una investigación que realizó sobre 300 noticias previas a la competencia que abordaban el evento deportivo.

tres gorditasEn el reporte, señalan que un 22% de las notas fueron exclusivamente referidas a mujeres, mientras que un 61% fueron destinadas exclusivamente a hombres. De las notas dedicadas a mujeres, sólo poco más del 50% hablaban sobre temas deportivos y el 11% hizo foco en el atractivo físico de las atletas. Según el estudio de la Universidad de Cambridge esta mirada de los medios de comunicación enfocada en la apariencia física se mantiene en el transcurso de los juegos.

Uno de estos casos es el del diario Quotidiano Sportivo que tituló: “Trío de gorditas roza el milagro olímpico”, después de que las tiradoras italianas perdieran la medalla de bronce frente a China. Ese titular le costó el puesto al director del diario.

Por su parte, el diario español Marca decidió dedicarle una nota a la arquera de Angola. El título: “Teresa Almeida, una portera sin complejos” y el cintillo hacía referencia a sus 98 kilos y su 1,70 de estatura. Cuando difundió la nota en redes sociales, decidió acompañar el posteo con emoticones de hamburguesas y papas fritas.

Para Jaimarena los desafíos para transformar el tratamiento de los medios a nivel deportivo radican en “lograr una cobertura profesional, igualitaria, que exprese debidamente la participación, el rendimiento de los y las competidoras. Con igual criterio en cuanto al abordaje periodístico”.


*Esta nota fue publicada originalmente en el portal “Notas. Periodismo Popular” en www.notas.org.ar