Hace más de 50 años que Milán es la única ciudad con dos clubes campeones de Europa (Inter ganó la Copa por primera vez en 1964, un años después de AC Milan). Es un dato que resume bien la importancia del fútbol aquí. Es un dato que el Atlético Madrid del Cholo Simeone quiere quebrar este sábado cuando se enfrente a Real Madrid, en la 61ª edición de la final de la UEFA Champions League.
El otro récord, que Milán y Madrid son las dos ciudades con más Champions -diez trofeos cada una-, se terminará este fin de semana sea quién sea el equipo madrileño campeón. Si Real consigue la undécima o si Atléti levanta la primera dará lo mismo, la capital española ya se puede considerar la campeona continental.
Como dijo Jorge Valdano, es una curiosidad de la historia que todo esto suceda en Milán. La capital de Lombardía es una ciudad en cuyas calles se
formaron muchas figuras del fútbol mundial, en la conviven en una rivalidad amistosa dos de los grandes clubes de Europa y que comparten, al menos por ahora, un estadio mítico, y de fama global, como San Siro.
AC Milan e Inter no soló son locales en el mismo estadio, originalmente fueron el mismo club. Todo comenzó a fines del siglo XIX en la céntrica vía Giovanni Berchet. En diciembre de 1899, el inglés Herbet Kilpin, el hijo de un carnicero de Nottingham, y otros doce amigos, ingleses e italianos, fundaron el Milan Cricket and Football Club. En 1901 ganaron su primer Scudetto y antes de la década ya eran tricampeones de Italia.
En 1908, el pintor Giorgio Muggiani y otros 43 miembros del AC Milan decidieron separarse del club cuando se prohibió que uno de sus fundadores, el suizo Hernst Marktl, jugara en el equipo. Esa política anti-extranjeros definió la identidad de la nueva asociación: “Se llamará Internazionale porque nosotros somos hermanos del mundo”, afirmó Muggiani en la fundación. Marktl, que apenas jugó dos veces para Inter, una ante AC Milan, fue el primer capitán del equipo.
AC Milan e Inter están desde entonces entre los grandes campeones del fútbol. Los rossoneros, propiedad del grupo Fininvest (Berlusconi) desde 1986, fueron el primer campeón de Europa italiano. Son el tercer club con más títulos internacionales (18), que incluyen siete Champions, y fueron cuatro veces campeones del mundo. En Italia ganaron 18 veces el Scudetto. Igual los nerazzurros, que son el único club que jugó todas las temporadas de la Serie A profesional. Inter, desde 2013 en manos de un magnate indonesio, ganó tres veces la Copas de Europa y tres títulos mundiales.
Con dos potencias semejantes en una misma ciudad es lógico que no hayan prosperado otros clubes milaneses. El tercer equipo de Milán es el ASD Alcione, fundado en 1952. Ernesto Pellegrini, dueño de Inter en los 80 y 90, y Carlo Tognoli, ex alcalde de Milán, dieron algo de fama al club cuando asumieron su presidencia. Hoy, milita en 6ta división del fútbol italiano. También hay que mencionar a Brera Calcio, un equipo creado en 2000 y dirigido por Walter Zenga, reconocido por apoyar y difundir luchas sociales. Ahora juega en 7ma división y hace de local en el Arena Civica, el neoclásico estadio que usó Inter antes de mudarse, en 1947, a San Siro.
Milán y sus clubes son lo que son para el fútbol por unos cuantos nombres propios que nacieron allí. El primero y más importante es el de Giuseppe Meazza. La figura de la Italia bicampeón mundial, en 1934 y 1938, jugó en AC Milan y en Inter, donde fue ídolo. Muchos lo consideran el mejor futbolista italiano de la historia. En 1980, luego de su muerte, San Siro, el famoso estadio comunal, fue rebautizado con su nombre.
Además de Meazza, en Milán nacieron figuras como Virgilio Fossati, Renzo De Vecchi y Luigi Cevenini, capitanes de Italia en los años 1910 y 1920, Carlo Annovazzi -crack de AC Milan en los 40- y Sandro Salvatore -ganador de la Euro 68 con la Azzurra-. También, Giovanni Trapattoni, campeón de todo como jugador, en el AC Milan de los 60, y como DT, con Juventus e Inter. Hay más: Gaetano Scirea -socio de Platini en la Juve de Il Trap y campeón mundial en España 1982-, Giuseppe Bergomi, otro campeón con la Azzurra, y Walter Zenga -ídolos de Inter en los 80 y 90-. Y el máximo héroe rossonero, Paolo Maldini, el futbolista con más partido en Serie A y en el AC Milan.
Todo ese talento dejó su marca en la catedral del fútbol que está instalada desde 1925 en el barrio de San Siro, a unos seis kilómetros del Duomo de Milán y junto al hipódromo de la ciudad. Es el estadio de mayor capacidad en Italia y un de los más conocidos en el mundo. Allí se disputaron dos Mundiales y una Eurocopa. Unos 50 mil turistas lo visitan cada año para conocer el lugar en donde todas las figuras que su memoria llegue a mencionar transformaron en arte el más hermoso de los juegos.
Después de 15 años, esta bella e histórica urbe en el norte de Italia, entre los Alpes y los Apeninos, volverá a ser sede, por cuarta vez, de la máxima cita del calcio europeo. Cerca de 500 millones de personas, en todo el mundo, estarán frente a la TV a la hora del partido. Atlético y Real jugarán su derbi en otra ciudad y se llevarán la gloria para Madrid, la nueva capital europea del fútbol. Giuliano Pisapia, actual alcalde milanés, recibió el codiciado trofeo de la Champions y dijo: “Milán es ahora aún más hermosa”. El fútbol también, le pasa lo mismo cada vez que visita Milano.
Fuente: ESPN.