A tono con la reestructuración que vive la Primera División del fútbol argentino a partir de la creación de la Superliga y la reducción de equipos, se dio a conocer el cierre de los torneos Federal B y C, dando lugar al nuevo “Torneo Federal Regional Amateur” -de eliminación directa- que comenzará en el 2019. Dejará un año sin competencia a varios equipos que luego pasarán a jugar en sus respectivas ligas locales.
Vale recordar que este sistema de ascensos es paralela a las categorías Primera D, C y B (disputados por clubes del área metropolitana, quienes recorren trayectos cortos para disputar sus partidos), para finalmente converger en la Primera B Nacional.
No hay más información de cómo se van a llevar a cabo estos cambios pero la alerta es máxima, porque muchos equipos van a perder los lugares a los que accedieron combinando esfuerzo deportivo, organización institucional e inversión, independientemente de aquellos que son invitados.
El comunicado de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) que recibieron las ligas regionales es claro en sus primeros 3 artículos:
Art. 1º.- Dejar sin efecto a partir de la finalización del Torneo Federal “C” temporada 2018, los torneos organizados por el Consejo Federal del Fútbol Argentino denominados Torneo Federal “C” y Torneo Federal “B”.
Art. 2º.- Se establece la creación del “Torneo Regional Federal Amateur” a partir de la temporada 2019 (Primer Semestre), el que estará sujeto a las reglamentaciones correspondientes.-
Art. 3º.- Se deja establecido que aquellos clubes con derecho a participar del Torneo Federal “B” temporada 2018, que cumplan con los requisitos para participar en éste torneo, se encuentran clasificados para disputar el Primer “Torneo Regional Federal Amateur”.-
Comenzó la resistencia
Si bien los argumentos que se esgrimen a favor se basan en la supuesta jerarquización de las ligas locales y el ahorro en los gastos de traslados, las instituciones que habían realizado un salto de calidad y accedieron a sponsors, ven peligrar ese pequeño ingreso y deberán volver a un torneo menos competitivo, provocando una disparidad muy grande con los conjuntos locales en formación.
Dirigentes de distintos clubes se mostraron preocupados y mencionan que peligran entre 3.000 y 5.000 fuentes de trabajo: árbitros, jugadores, cuerpos técnicos, organizadores, etc.
Desde periodistas deportivos hasta jugadores, sugieren que harán lo necesario para ser escuchados al punto de mencionar una hipotética marcha a la AFA,para exigir que los dirigentes de los clubes involucrados sean tenidos en cuenta en el rearmado de los torneos. Mientras tanto, en las redes sociales comenzaron a circular fotos de equipos y jugadores de todas las categorías del fútbol mostrando carteles y banderas con las consignas #NoMatenelAscenso y #NoMatenAlFutbolDelInterior.
No hay certezas acerca de cómo será la transición hasta el año que viene y se diluye el optimismo que conservaban sectores del ascenso, tras el arribo de Claudio “el Chiqui” Tapia al sillón que supo ocupar Julio Grondona por 35 años. La promesa de construir una AFA más democrática quedó en la nada y sigue imperando el arreglo con el poder político de turno, priorizando el negocio y perjudicando principalmente a los equipos que no pertenecen al área metropolitana.
Si sumamos esta situación al creciente rumor de un cambio en la legislación que permita desembarcar a las Sociedades Anónimas Deportivas en la Argentina, se concretaría el golpe de knockout al rol social de las instituciones. Las asociaciones civiles que no sean redituables económicamente o que hayan caído en desgracia, fundidas por dirigentes inescrupulosos, se venderán a las empresas: un negocio para privados a tono con el espíritu de época, que ya encuentra resistencia y organización por parte de los hinchas.
Artículo publicado originalmente en La Izquierda diario.