Ninguneados por gran parte del periodismo deportivo – no todo-, Plaza Colonia dio un batacazo en el fútbol uruguayo similar al de Rocha en el 2005. El equipo que menos goles recibió (9) -y que no hizo gran cantidad (20)- en 14 partidos, se puso en el bolsillo a Nacional y Peñarol y logró subvertir las típicas relaciones de poder que se manifiestan día a día en el fútbol uruguayo.

Con jugadores que fueron descartados por otros equipos, que muchas veces no saben aprovecharlos o simplemente los dejan ir, Plaza Colonia demostró, por lo menos, dos cosas: que la billetera no asegura un buen rendimiento y que el fútbol uruguayo sigue sacando buenos jugadores de fútbol, tanto en Salto como en Nueva Helvecia.

espinelEduardo Espinel, el D.T de los patablancas colonienses, en uno de los pocos días de descanso que ha tenido, dialogó con ZONA MIXTA sobre la gesta histórica que dieron sus dirigidos el pasado fin de semana.

Fue jugador de Plaza Colonia, consiguiendo el ascenso en 2001 y compartiendo la cancha con Diego Lugano. Cuando asumió como técnico, mediados del 2015, el equipo estaba último en la “B” y en un año y medio logró el ascenso a primera división, la clasificación a una copa internacional – todavía no se sabe si sudamericana o libertadores, o las dos – y el torneo Clausura.

¿Qué elementos son las que más valora de esta consagración del equipo?

Lo que más valoro es que este grupo dio un ejemplo de que más allá del poderío económico y político se pueden hacer grandes cosas desde abajo, desde la humildad y el sacrificio. En estos momentos creo que es el mejor mensaje que se puede transmitir. Nos sentimos muy contentos de lo que se ha hecho. Hemos quedado en la historia del fútbol uruguayo por la definición que tuvimos y frente a un cuadro grande y en su propio estadio, que era como un mito poder ganar ahí.

¿Cómo han vivido la repercusión internacional?

De repente en el momento no te das cuenta, pero pasan las horas y ahí uno ve que es algo increíble. Las redes sociales así como también la gente del exterior que te llama para hacerte una nota y ahí uno empieza a caer en “que lo tiro… que esto fue bueno eh”. La verdad que te llena de orgullo y somos muy felices pero, más que nada, seguimos apuntalando en aquello que estamos convencidos. En base a trabajo y perfil bajo se pueden conseguir cosas importantes. En definitiva esto reafirma los conceptos que pensábamos antes.

Y en el pueblo coloniense,  ¿cómo ha sido la recepción?

Por estos días cuesta enfocarse en la realidad ya que a veces nos vemos superados y desbordados por la situación. El grupo de jugadores es muy joven, nosotros como entrenadores también estamos dando los primeros pasos por lo que se te aparecen muchas situaciones por las que uno no está acostumbrado. Por un lado es difícil y al mismo tiempo es motivante, porque te hacen sentir que vas por buen camino. También es importante el contacto con la gente amiga que por ahí se te acerca para darte algún consejo.

¿Cuál ha sido la idea futbolística que has inculcado en los jugadores?

festejo plazaLo primero que tuvimos que darnos cuenta es que somos muy estudiosos en el tema y por eso respetamos mucho la identidad del club que dirigimos. Yo conozco mucho a Plaza porque jugué durante muchos años y sé el paladar futbolístico que tiene y cómo ha ganado en su historia cosas importantes. Siempre fue en base a buen juego, de buen pie, y por tanto uno respeta esa tradición y a su vez, también han ayudado las características que los jugadores ya traían.

De todas formas, no les podíamos pedir solamente que se adaptaran a las condiciones de buen juego sino también al sacrificio en la parte defensiva. Trabajar e insistir sobre esa base y consciente de que la pelota vaya por el piso y al mismo tiempo agregarle a eso el ser sacrificado por el compañero, esforzarse el uno por el otro. Esto en definitiva hace a lo que es el juego en conjunto.

¿Cuánto ha pesado el tiempo que tienen juntos los mismos jugadores?

Yo creo que cualquier técnico lo quiere. Nosotros usamos entre 15 y 16 jugadores como titulares, por lo que cambió muy poco y esto nos permitió tener continuidad en el juego.

Por otro lado, ¿cuántos jugadores, además de jugar al fútbol, trabajan en otras cosas?

Más que nada eso se dio en el fútbol de ascenso. Desde que estamos en primera división son los menos, serán dos o tres jugadores. Uno es el caso del capitán, el golero Kevin Dawson, donde el padre tiene un taller de remate y él trabaja con el padre. En líneas generales, subir a primera división permitió subir los sueldos ya que el presupuesto es otro y por tanto algunos muchachos pudieron seguir en esta profesión solamente. Aunque sin lugar a dudas eso fue un ejemplo en su momento, porque ascender con jugadores que trabajaban y a su vez jugaban al futbol no es fácil.

Además de ser un plantel joven, ¿cómo hicieron para conformarlo?

Por características propias el fútbol uruguayo ha sacado siempre buenos jugadores desde las inferiores. Lo que pasa es que muchas veces no terminan encontrando su lugar. Nosotros tenemos muchos casos de jugadores que han quedado libres por los equipos grandes: Nacional dejó a Kevin Dawson; Peñarol a Alejandro Furia, Santiago De Ávila y Germán Ferreira; Defensor dejó a Nicolás Dibble. Son jugadores que nacieron en Colonia, fueron a probar suerte a Montevideo y terminaron volviendo. De repente no encontraron su lugar o no los supieron aprovechar… “anda a saber”. Nosotros pudimos sacarle lo máximo y gracias a dios hoy la prensa habla de ellos.

¿Cuándo fue el momento que visualizaste que efectivamente podían llegar a campeones?

Plaza ColoniaPrimero nos propusimos salvar la permanencia, después tratar de ingresar a una copa internacional, pero cuando jugamos contra Fénix, que es uno de los equipos más duros para enfrentar, y ganamos ese partido, vimos que había algo que nos hacía pensar en que realmente se podía pelear el campeonato. Ese fue un mojón porque a partir de ahí nos propusimos soñar por el campeonato. De hecho, a partir de ahí cada nota o reportaje que le hacían a un jugador, todos declaraban -sin miedo- que querían pelear el campeonato clausura.

Después de que baje un poco la adrenalina, ¿cómo van a encarar la definición del campeonato uruguayo 2015/2016?

Lo primero que tenemos que hacer es pensar en el partido contra Danubio del próximo fin de semana. Tenemos una fecha para terminar y seguramente queremos hacerlo con la misma imagen que hemos tenido durante todo el torneo clausura, que se la han ganado estos chiquilines en buena ley. No vamos a regalar ese partido. Después nos enfocaremos a la definición, que va a ser difícil pero también linda.

Y la verdad es que queremos disfrutarla ya que definir un campeonato uruguayo no se da todos los días y vamos a tener que hablar con los chiquilines para mentalizarlos y buscar ese sueño también. Hay que seguir teniendo aspiraciones para seguir consiguiendo cosas.

Oscar Washington Tabárez, D.T de la Selección Uruguaya, ¿se comunicó con ustedes?

Cuando dirigentes de Plaza fueron al partido de la eliminatoria de Uruguay en Brasil, por intermedio de ellos, nos transmitió felicitaciones por nuestro trabajo y también en alguna entrevista ha remarcado lo de Plaza. La verdad que eso nos pone muy orgullosos.

Hablando de entrenadores, ¿cuáles son tus referentes?

Por las ganas y pasión que transmite el Cholo Simeone es uno. De la vereda opuesta también me gusta Guardiola, que por más que se dice “esta ya todo inventado” él quiere innovar cosas. Considero que ese es el camino para estar siempre motivado, buscando cosas distintas. Son dos entrenadores que uno los admira.

Además de entrenador, sos carpintero, ¿te ha llegado algún pedido por estos días o la gente te ha tenido consideración?

En los últimos meses he dejado un poco de lado eso, ya que me ha superado la situación. Al crecer todo esto con el proyecto de Plaza los compromisos son cada vez más grandes. No solo tenes que dirigir el cuadro y entrenar sino que hay un proyecto a nivel social del club donde hay que ir a liceos, escuelas, hacer charlas.

Te invitan de programas de televisión para hacer entrevistas y no te olvides que nosotros estamos en el interior y cada vez que nos quieren hacer una nota tenemos que ir nosotros hasta Montevideo. Son pocas las veces que vienen hasta acá a Colonia a hacernos la nota. Además, yo vivo en Cardona, a 100 kms de la ciudad de colonia, viajo todos los días, y entonces es complicado porque los tiempos se van acortando. Por esa razón en estos meses se ha trancado el tema de la carpintería pero está presente.

Entrevista publicada en Zona Mixta.