Desde hace unos meses, Atlético Tucumán trabaja en la demanda que realizará al Gobierno de Tucumán por una acción civil que deriva de lesa humanidad, por los hechos registrados luego del pase de Julio Ricardo Villa a Racing Club, en enero de 1977, en plena dictadura militar.
El volante Decano pasó a la Academia en busca de dar el salto definitorio de cara al Mundial de 1978. El conjunto de Avellaneda se hizo del pase de Villa por una cifra récord para el conjunto tucumano ($ 70 millones de esa época) y una de las más caras del fútbol argentino esa temporada. La demanda que realizará el club se basa en lo que ocurrió una vez realizada la transferencia, cuando el difunto represor Antonio Domingo Bussi exigió una parte del pase.
El contador Juan Luis Acotto ─tesorero del Decano por ese entonces─ relata lo que pasó en enero de 1977 durante una citación a Casa de Gobierno, en una denuncia penal contra Luciano Benjamín Menéndez, jefe de III cuerpo del Ejército, y Roberto Abba, fiscal de Estado de la época. “Se comunicó telefónicamente conmigo el coronel Vera Robinson, que por esa época cumplía alguna función en el gobierno de facto de la provincia, y me dijo ´mañana a las 9 lo espera en Casa de Gobierno el gobernador´”, señala el ex funcionario decano en su declaración a la Justicia Federal.
Al día siguiente, tanto Acotto como el Ingeniero Juan Luccioni, presidente de Atlético en el 77, asistieron a la cita a la hora indicada. En su testimonio, el contador dice que cuando llegó Bussi, acompañado por varios custodios fuertemente armados con ametralladoras, los invitó a pasar a su despacho. Luego del saludo formal y protocolar, el gobernador fue directamente al grano: “Tengo conocimiento que su club ha vendido al jugador Julio Ricardo Villa a Racing. La provincia creó un fondo patriótico y necesita que donen el 20% del pase de ese jugador”.
El “Fondo Patriótico” fue una figura creada por Bussi durante su mandato para obligar a ingenios y sectores de la alta sociedad tucumana a aportar dinero al Estado. El destino del dinero solicitado del pase de Villa iba a ser utilizado para la construcción de una nueva sala en el Hospital del Niño Jesús, según afirma Acotto en su declaración.
Tras la exigencia monetaria, los dirigentes Decanos se trasladaron a la Tesorería, donde llegó el segundo apriete por parte del ministro de economía, José Elías: “Muchachos, no tienen margen de negativa. Además aquí las paredes escuchan. Traigan el 20% del valor del pase en tres cheques”, fueron las palabras ─siempre según el testimonio de Acotto─ del titular de la cartera económica.
Sin derecho a reclamo, Atlético debió acceder a la demanda del difunto represor y transferir el dinero a la Provincia. Pasaron los años y Acotto contó lo sucedido en una reunión informal con dirigentes Decanos en septiembre del año pasado, mes desde el que comenzaron a trabajar en la acción civil.
La demanda aún no se realiza, pero en Tribunales Federales ya se trabaja y se formalizará en los próximos días. “Estamos trabajando en la demanda civil y en la actualización del monto”, señaló el doctor Emilio Guagnini, abogado del club en la causa, en diálogo con eltucumano.com.
“El monto de la donación era realmente exorbitante para la economía de esos tiempos, ya que el pase de la transferencia del jugador era uno de los más altos de la historia del fútbol argentino”, finaliza Acotto en su testimonio.
El año pasado Acotto testificó en Tribunales Federales. El club solicitó el rol de querellante al considerar que lo vivido por los directivos del club fue una forma de extorsión y que se afectó el patrimonio la institución, lo que derivará en una acción civil.
Atlético exigirá al gobierno provincial una suma actualizada del 20% de los $ 70 millones del pase de Villa, además de dinero por daño moral a Juan Luis Acotto, sin contar los intereses y costas legales.
Las acciones civiles que derivan de lesa humanidad no prescriben. Por tal motivo, se comenzó a trabajar y la demanda será presentada en los próximos días.
Artículo publicado en EL TUCUMANO